Tal parece que perdiendo la candidata a diputada federal por Veracruz puerto, Anilú Ingram Vallines, salió ganando. Y aunque el viernes pudo haber tomado posesión junto con los 499 legisladores de la Cámara Baja, no se quedó con las ganas de pisar el recinto y de qué manera.
Ataviada en un elegante vestido rojo, reapareció en público la diputada local con licencia Anilú Ingram Vallines, quien acompañó al secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong como parte de su comitiva para la entrega del tercer informe de labores del presidente Enrique Peña Nieto al Congreso de la Unión.
Cabe destacar que ningún otro veracruzano estuvo presente durante el protocolo de bienvenida al encargado de la política interna del país en el palacio de San Lázaro. Y sin duda, es una distinción especial para cualquier politico.
Es sabido que la jarocha trae buenas relaciones políticas en el altiplano. Y por si alguien dudaba ahí una pruebita.
Anilú afina su formación en esferas de primer nivel, y apenas alcanzó la diputación local también supo hacer lo propio en el estado.
El sabor amargo de la derrota, donde apenas por unos miles de votos no pudo alcanzar la curul, se le está olvidando al incursionar en grandes ligas. Si no es que ya lo superó.
MUY EN CORTO
LA PELEA POR LAS 50 SILLAS EN EL CONGRESO.
En vísperas de la elección local del 2016, la gubernatura de 24 meses y su respectiva legislatura, los actores políticos se empiezan a mover, algunos pretenden amarrar, a toda costa y de una vez, las codiciadas diputaciones pluris para no sufrir el impacto financiero y del próximo verano en las campañas.
Lo cierto es que a pesar de que sólo serán dos años, desde ahora ha empezado la pelea por las 50 sillas del Palacio Legislativo de la avenida Encanto.
En cada distrito se cuecen habas. Pero llama la atención el distrito de Córdoba, ya que es el territorio del actual gobernador y que recién se recuperó para el PRI en la pasada elección federal, mientras que la local sigue en manos azules, en esta semana inició la tropicalización del distrito.
Y es que como todo, apenas cumplen con su deber político para la causa sienten que ya se la merecen toda. Es el caso de quien ganó el distrito, Marco Antonio Aguilar Yunes que siente que lleva mano en la designación no será así, ya que el más viable de los aspirantes es el subsecretario de Finanzas, Juan Manuel del Castillo.
Y es que pese a los actores políticos que pretenden apresurarse Del Castillo tiene mano por ser amigo personal del gobernador, de los pocos leales que le quedan y que, seguramente será institucional.
Como aspirantes se han anotado ya, Erik Porres Blessa actual secretario de Desarrollo Económico y Portuario de la administración estatal y el empresario José Antonio Mansur Beltrán delegado de Economía del gobierno federal en Veracruz, los dos sin trayectoria política de elecciones pero con mucho dinero y sin aparente cola que les pisen, sin duda, opciones que contempla el gobernador para que le cuiden las espaldas desde el Congreso Local una vez que deje el cargo.
En tanto, el ex secretario particular, quien llegó, ante los tiempos difíciles, en una especie de apaga fuegos a la Sefiplan desde la Subsecretaría, al parecer ha decidido aguantar vara para cerrar junto con su amigo la actual administración estatal.
Eso es lo primero que Duarte parece valorar un acto de lealtad e institucionalidad en una de las etapas más complicadas de todos los gobiernos, y cuando en Veracruz pocos, muy pocos sacan la cara por él Ejecutivo.
Pese a todo, la discusión política en el distrito del orgullo se basa a que ven a Juan Manuel como una opción real. No en balde lleva casi una década trabajando para posicionar su imagen y aumentar su presencia electoral.
Esto en base a que ha trascendido es donde se han realizado las primeras encuestas para conocer las simpatías entre los posibles abanderados de los partidos políticos en esa demarcación distrital.
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