En los días por venir el ex alcalde de Coatzacoalcos, actual delegado federal de SEDESOL, Marcelo Montiel Montiel, dejará el encargo, el cual será ocupado por quien hasta la semana pasada fue diputado federal, Alejandro Montano Guzmán.
La versión se ha robustecido y es casi un hecho, más si se toma en cuenta los mensajes políticos, pues cada vez que Miguel Alemán aparece en Veracruz no es de balde. Además con su cercanía tan estrecha con Javier Duarte de Ochoa parece reacomodar fichas y no solo posicionar a algunos de sus más cercanos a puestos federales o estatales sino sumarlos a la caballada. Así, hay que ver entonces a Flavino Ríos Alvarado en la secretaría de Gobierno.
Este fin de semana, junto con su esposa Christiane Magnani, el ex mandatario veracruzano estuvo de visita por la capital del estado.
Montano Guzmán pasó de responsable de la seguridad de Miguel Alemán a secretario de Seguridad Pública, al terminar el sexenio fue ungido diputado local donde una embestida le quitó la presidencia de la Junta de la Coordinación Política, para que la misma fuera asumida por el maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo en el 2004.
Una acción planeada por la fidelidad, algunos de sus cercanos conocen esas maniobras como “fideliñas”, y de esta forma las figuras del alemanismo fueron quedando atrás. Incluso algo similar ocurrió con el actual secretario de Gobierno. Sin duda que con el Duartismo, los alemanistas han tenido otra suerte. He ahí los resultados.
Montano acaba de dejar la diputación federal, y mucho se habló de incorporarlo a algunos puestos en el gabinete estatal, pero seguramente que con la Sedesol, el ex gobernador revive su corriente y se pone al parejo en la carrera por la sucesión de dos años y luego de cuatro.
El propio Montano y el secretario de Gobierno, Flavino Ríos son las dos cartas más fuertes de Miguel Alemán para el escenario político que se avecina. Por eso en política, nada ni a nadie se debe descartar.
Lo que si debe Alemán suministrarle a Montano es un poco de oficio político, pues tal parece que éste pensando que Fidel Herrera es un prototipo de los cuenqueños, se le ocurrió una de aquellas, al presentarse un día ante los alcaldes de la zona siendo legislador.
Cuando algunos ediles le pidieron su intervención para apoyar a las familias de escasos recursos, e incluso la solicitud de una ambulancia Montano Guzmán tuvo una excelsa idea.
Se paró frente al micrófono y ofertó dinero –no dijo si de su bolsa- para comprar un plasma (televisor), para que éste se rifara y con ello obtuvieran los recursos para ayudar a los pobres en la zona de Sotavento. Desde ese momento a los alcaldes les quedó claro que el entonces diputado federal, presidente de la Comisión de Desarrollo Social, poco o nada podría hacer por la región.
Los Flavino y Montano se quedaron en la raya cuando al fin del sexenio de Alemán la balanza se inclinó sobre Fidel Herrera para sucederlo, por lo que ahora, con Duarte nuevos acuerdos, nuevos aires pueden romper el maleficio de la Cuenca.
MUY EN CORTO
CNC DOCE AÑOS SEPULTADA. Este miércoles en su natal Carlos A. Carrillo en el corazón de la Cuenca del Papaloapan, Juan Carlos Molina será destapado como candidato de unidad para dirigir la Liga de las Comunidades Agrarias en la entidad veracruzana.
La organización campesina, como lo hemos consignado aquí, es hoy manzana de la discordia, pero por años, había sido olvidada. Nadie la quería, todos la ignoraban, aseguran que quizá el alto productor cañero y ganadero no tenga necesidad de dirigir esta organización pero busca rescatarla y para ello, ha sumado a poco más de cien delegados cenecistas.
Lo que diferencia de otros aspirantes que todavía luchan por quedarse adentro de la CNC, encerrados a piedra y lodo, es que unos 97 alcaldes, cuyos municipios tienen vocación agropecuaria, le han dado su aval a Molina con la esperanza de que se hagan cargo de las obligaciones y promesas incumplidas con el campo veracruzano.
La fuerza de éste reditúa en que por primera vez lo impulsa el sector cañero y campesino, por lo se sumarán diversos productores del campo, e inclusive taxistas.
Ojalá que Molina sepa que esa organización no es solo para lucirse como muchos de los dirigentes lo han hecho, cada 6 de enero en el aniversario de la Promulgación Agraria donde el Presidente de la República encabeza el acto agrario más importante del país, lo que empezó a borrar las siglas de la confederación, precisamente porque al llegar a Los Pinos un presidente panista dejó de realizarse dicha celebración. Y así fue en los dos periodos con los mandatarios emanados del partido albiazul, Vicente Fox y Felipe Calderón.
Precisamente de los incumplimientos se debe recordar que Enrique Peña en Tierra Blanca, también en la Cuenca, dejó el compromiso de la creación del gabinete agropecuario, del que mucho se ha esperado, ya pasaron los primeros tres años del gobierno del presidente priista y nada.
Pero Molina tiene primero que ganar y luego revisar la agenda de pendientes. Además de terminar con el conflicto que vive la dirigencia actual, que en realidad no hay, y está en manos de grupúsculos que solo buscan intereses personales.
Los verdaderos campesinos están en extinción. Cada vez la mancha urbana los devora y la migración los convierte en entes fantasmales.
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