El Papa Francisco, culminó con un encuentro con jóvenes su visita pastoral por los países de Ecuador, Bolivia y Paraguay. En Asunción escuchó los testimonios de Liz que se hizo cargo de los cuidados de su madre y de su abuela, enfermas y que salió adelante. De Manuel, un joven pobre y que sin oportunidad tuvo que emigrar del campo para trabajar en la ciudad en donde fue explotado y maltratado. Y después las bienaventuranzas en la voz de Orlando, quién al acercarse al Santo Padre, le pidió su oración por la libertad del corazón de la juventud.

Francisco, dejó el discursó a un lado y proclamó un emotivo mensaje improvisado a los jóvenes presentes con los testimonios de vida de Liz y de Manuel, y de la petición de Orlando, por lo que dijo, a los jóvenes que requieren de un corazón libre, de la solidaridad, de la fuerza, del trabajo y de la fortaleza de Jesús para salir adelante.

En los tres países el Papa Francisco, elevó su oración por los pobres, exigió justicia para los que menos tienen y también para que las grandes potencias, los gobiernos y las empresas, dejen de explotar a los débiles y necesitados.

El Papa se ha ganado el cariño y el respeto de los jóvenes, de millones de personas en el mundo y ha dado a la iglesia universal mayores conversiones al exigir a los curas y monjas mayor compromiso con la palabra de Dios y los exhortó a no olvidar sus raíces indígenas o de pobreza, y no sé conviertan en personas materialistas que olvidan el camino y el mensaje de Jesús. En su despedida pidió a los jóvenes “oren por mí, y hagan lio pero también resuélvanlo después”.

En otro tema, ganó espacio mediático la noticia de la gran fuga. Empezó a darse desde la media noche y se intensificó la mañana del domingo. Pareció una noticia irreal. Se trataba del segundo gran escape del Chapo Guzmán, de un penal de alta seguridad.

Primero Puente Grande en Jalisco en tiempos del presidente Fox y ahora el del Altiplano en Almoloya de Juárez en el estado de México. Esto en un promedio de quince años.

Antes se dio con espectacularidad la llamada “fuga del siglo” a inicio de los años sesentas, que protagonizó “David kaplan” en Lecumberri, al evadirse con otro interno a plena luz del día en un helicóptero frente a los propios custodios.

Ahora, las autoridades federales con la presión encima enfrentaran la situación por este hecho protagonizado por quien más ha podido burlar a la justicia de este país como un moderno héroe de película épica o de ficción. Así las cosas.