En algunas áreas de los gobiernos en sus tres niveles se convierten en enemigos de la población en general. La corrupción con los más altos Ãndices de todos los tiempos, en el caso del estado de Veracruz se convierten en malos promotores en perjuicio de los ciudadanos y por lo mismo, luego se recrudece la situación con el voto de castigo.
Las elevadas multas a violaciones de tránsito y las disposiciones de como caminar y moverse en la vÃa pública, suenan a disparates en una época moderna del ciberespacio en donde la autoridad legislativa que pone en marcha modelos obsoletos y retrogradas que van en perjuicio de las derechos fundamentales del hombre que desde siglos se han buscado respetar.
Las dependencias de tránsito en la entidad y en el caso del municipio de Boca del RÃo, se han convertido en enemigos públicos que piden a los automovilistas la clásica mordida que ahora la minina se va desde los 500 a los 1000 mil pesos.
Urge cordura entre los polÃticos y sobre todo conciencia de una realidad con el desempleo y al autoempleo, en donde nadie escapa a dar una dadiva, pero que debe ser razonable, en pocas palabras ni los más ricos pueden pagar las elevadas multas de tránsito, por sus negocios andan a la baja y la economÃa está quebrada en la iniciativa privada y en el orden público, toda la sabe que no les salen las cuentas y por lo mismo a aumentar la recaudación impositiva vÃa derechos, productos y aprovechamientos.
Las criticas innecesarias al gobierno estatal por parte de la población, que recibe el premio al darle el favorecimiento del voto que ahora paga mal a la gente, con acciones que son parte de una casta que no sabe del costo de la vida y de las viscitudes de la época actual.
Va la anécdota, el que esto escribe estaba en la primera semana de reportero en el periódico el Universal de Veracruz, invitado por su maestro de la Facultad de Comunicación de la UV, licenciado Ignacio Oropeza en su calidad de director del rotativo a principios de los ochentas.
Después de los sabios consejos del guÃa y maestro en materia de la redacción de las notas, pide a su alumno y discÃpulo, llevar el periódico temprano al gobernador AgustÃn Acosta Lagunes en un evento que se realizarÃa en conocido local del malecón de Veracruz.
El periódico con foto y nota de ocho columnas en la portada favorable al mandatario estatal, se entrega ante los generales en la celebración del dÃa del ejército.
Don AgustÃn, percibió de la nota y agradeció la atención de la entrega del rotativo. El joven reportero se fue a ubicar a la última mesa del gran local.
Al término, del festejo, el gobernador AAL, pedÃa con señales a la distancia que viniera el reportero, que no captaba el mensaje. Hasta que dio cuenta que le llama. Ven te invito a una gira a Soledad de Doblado.
Al vehÃculo VAN del gobernador además del reportero, subió el entonces presidente de la CANACO, don Juan Núñez. Del malecón al hotel Prendes, en donde el mandatario cambió la guayabera y siguió su recorrido hasta Soledad de Doblado, únicamente acompañado del periodista. El chofer era el famoso Roberto Gutiérrez, y atrás venÃa la escolta y los reporteros que querÃan saber de la entrevista con el gobernador en la primera vez que en su incipiente mandato subÃa a un reportero para el dialogo.
El mandatario, pregunta: ¿Qué piensan de mi los veracruzanos?—el periodista novato, responde—señor que usted es de mano. Mira soy de mano suave. Y la sonrisa del poderoso gobernador.
Después de pensar y reflexionar, se le comentó que la gente de dinero protestaba por los aumentos en un dos mil por ciento de las tarifas del impuesto predial y que la gente pobre estoica estaba cumpliendo con sus pagos. De inmediato la respuesta del licenciado Acosta Lagunes, fue contundente: Voy a subsidiar el impuesto.
La nota exclusiva no salió publicada, el hábil jefe de prensa, Cecilio GarcÃa, pidió al maestro Nacho Oropeza, que no saliera la información, porque se darÃa dÃas después en un gran anuncio por el gobernador.
Esa fue la primera ocasión que se conoció de la censura y se respetó la decisión del guÃa y maestro, director del periódico, quien nos invitó a trabajar. Después de esa dÃa que el gobernador nos llevó hasta las puertas del periódico en la calle de Zaragoza, se tuvo una relación cercana que a lo último pudo terminar mal, pero se recompuso cuandose trabajaba como reportero de Telever y corresponsal de Televisa, en donde dirÃa Jacobo Zabludovsky, el estado está muy caliente.
En más de 30 años de ejercicio profesional en el periodismo el único premio recibido ha sido el cariño de los colegas y amigos, nada más.Asà las cosas.