El famoso Nacho Morales, sigue acumulando a lo largo de su vida reconocimientos, gracias a su trayectoria de jurista consumado y de exegeta del derecho, pero también como alguien que ha dedicado tiempo al servicio humanista, de protección al medio ambiente y en diversos rubros como un personaje que desde la sociedad civil se muestra comprometido a contribuir con decisión en la solución de las graves problemáticas de nuestro tiempo.

Su nombre aparece al igual que el de don Fernando Gutiérrez Barrios, cuando en el salinismo ambos fueron sacrificados para que no participaran en la sucesión presidencial de esa época.

Así, ahora se repiten los escenarios y comienza con la sucesión del CEN del PRI, donde está la clave del porvenir en los próximos años de la vida política nacional.

Se trata de una reiteración de los hechos anticipados en los tiempos salinistas con los actuales donde el político sonorense, Manlio Fabio Beltrones, por su experiencia y capacidad se convierte en el clásico “jarrito” metafóricamente hablando, donde no hay a donde ponerlo, pero que por sus virtudes rompe con todo el esquema de orden y continuismo en el peñismo y aunado a la aparición de Emilio Gamboa Patrón, como el viable en la dirigencia priista en el proyecto político de EPN

Con Carlos Salinas, pasó lo mismo a dos distinguidos y destacados veracruzanos que sobresalieron en los tres primeros años de su mandato y se convirtieron por lo mismo en incomodos protagonistas de gran relevanciaen la sucesión de aquella época, que vivieron y padecieron las clásicas intrigas palaciegas como hoy sucede con Manlio que resiente al muro formado por Videragary, Nuño y Osorio Chong.

Se trataba de don Fernando Gutiérrez Barrios, Secretario de Gobernación y de Ignacio Morales Lechuga, Procurador General de la República, ambos columnas centrales del salinismo.

Seguramente Salinas, se equivocó al prescindir de ambos,por no convenir a sus intereses sucesorios y a la postre su salida del gabinete, tuvo sus consecuencias lapidariasy las serias repercusiones para el propio presidente que terminó su mandato con un candidato presidencial asesinado y con un presidente entrante que lo persiguió política y penalmente junto con su familia, que lo obligó a declarase en huelga de hambre y a exiliarse del país como consecuencia de ser víctima del propio Ernesto Zedillo.

Ahora, los escenarios se repiten, y el debate es en torno al futuro de Manlio Fabio Beltrones, quién está en este momento predestinado a desaparecer de la sucesión presidencial en tiempos de Peña Nieto, por el momento, hasta que se puedan cambiar los escenarios de forma natural y retornar al valor de su posición de político consciente que tiene su última oportunidad de llegar a la presidencia en el 2018.

A diferencia de Nacho Morales y de Gutiérrez Barrios, que como veracruzanos de lujo se mantuvieron estoicos, ecuánimes, respetuosos y sobre todo institucionales con el presidente Salinas, en momento alguno y por ningunacircunstancia mostraron y menos imaginaron algo de tal magnitud por tratarse de personajes que su conducta siempre fue vertical, honesta y de rectitud probada, y que son y han sido la premisa durante toda su existencia.

Aquí Beltrones, se muestra firme y supuestamente evade el tema, pero al parecer se sabe de sus aspiraciones políticas que están a la vista de todos y que es la presidencia del país, que se le negó también en los tiempos salinistas,

Hoy don Fernando Gutiérrez Barrios, ya no está presente físicamente y sólo queda su imborrable recuerdo a su gran legado como servidor público, ser humano excepcional y sobre todo alguien que amó a su patria, ante todo.

El licenciado Ignacio Morales Lechuga, sigue vivo y viable en la actividad política, es el fiel reflejo también del ser humano comprometido con los grandes valores de ética, honestidad y de eficiencia que lo han distinguido a lo largo de toda su vida por su respeto a la legalidad y el amor a su patria, en igual forma.

Últimamenteha dedicado su vida a la promoción de la cultura, a la prevención de las adicciones, a la atención de la salud pública, fomento de la educación y a la protección del medio ambiente, entre muchas causas nobles a las que apoya con generosidad desde las fundaciones en donde participa con otros grandes personajes de este país.

Oportuno es mencionar que el licenciado Ignacio Morales Lechuga, una vez más trasciende porsu gran trayectoria en el servicio público de muchos años, de académico comprometido y de notario público ejemplar,por lo que ahora es propuesto para orgullo de sus paisanos veracruzanos, de sus colegas, de sus amigos y de su familia, como candidato al doctorado honoris causa por una de las universidades más importantes de este país. Felicidades maestro. Así las cosas.