Con la salida de Marlon Ramírez Marín de la subsecretaria de gobierno, cae la cabeza del jefe de los “enanos” –bautizado así por el propio gobernador Javier Duarte-, confirmando que en política la traición se paga tarde o temprano.
El llamado Tizoc de la política veracruzana se defendió como gato boca arriba, endilgándole la culpa de la derrota de Anilú Ingram en el puerto de Veracruz a otros personajes –que también han caído y seguirán cayendo en los próximos días-, pero de nada sirvieron sus falsos argumentos, pues su “renuncia” se concretó oficialmente ayer por la tarde.
Y es que al paso de los días, surge información que acusa directamente al ahora exsubsecretario de ser el principal orquestador de la traición que llevó a la derrota a Ingram Vallines en las pasadas elecciones federales.
Junto con otros personajes –contagiados del “enanismo político”-, operó en contra de la expresidenta del Congreso, disponiendo de toda una malévola estrategia que consistió, entre otras cosas, en dejar plantados a varios líderes panistas, a los cuales les prometió las perlas de la virgen para que operaran en contra de la abanderada azul, pero al final de cuentas –con toda la mala leche del mundo- los dejó vestidos y alborotados, logrando así el enojo y la reacción negativa que llevó a Ingram al despeñadero.
El que vino a pagar los platos rotos en el líder estatal del PRI, Alfredo Ferrari Saavedra, quien sin deberla y pese a su buen trabajo le tocó bailar con la más fea al tener que recibir dentro de la estructura priista a este oscuro personaje, cuyo sello de traidor lo cargará durante toda su carrera política. Incluso se habló de que podía hacerse cargo de ese partido, lo que algunos analistas lo ven muy descabellado y suicida.
Pero otros opinan que con este personaje se ha hecho bien en sacarlo de la nómina estatal y exiliarlo al desierto partidista.
Sin embargo, aquí aplicaría aquella estrategia de que al enemigo entre más cerca, mejor. Al final de cuentas, cayó el “enano mayor”.
Asume el cargo que ostentó Marlon Ramírez, Genaro Mejía, exdiputado federal quien ganó en un emporio panista que es Tantoyuca, pues se le adjudica el control político y el triunfo en ese distrito en la pasada elección de María del Carmen Pinete Vargas. De hecho el fue quien ganara para la elección a diputado federal, cargo que ostentó del 2009 a 2012, aunque pidió licencia un año antes para ocupar algunos cargos en el gobierno del Estado.

¿QUÉ LE PASA A HÉCTOR YUNES?
El Senador del PRI, Héctor Yunes Landa que sigue en su incesante carrera por todo el estado, casi en plena campaña, ya por la candidatura de su partido para contender por la gubernatura de los dos años en Veracruz muestra una imagen distinta, deteriorada, de cansado quizá.
En el 2013 cuando su primer informe, y tapizó de espectaculares buena parte del estado, el oriundo de Soledad de Doblado mostró una imagen de viejo político, dar el mensaje de experiencia y hasta de estadista era el objetivo. Condimentos que debe tener todo aquel que aspire a gobernar un estado o un país incluso.
La élite política interpretó entonces que previo a su Informe el legislador de la Cámara Alta pretendió mostrar esa imagen con una intención estratégica.
Pero ahora llama la atención que su imagen sea de una personalidad desaliñada, con bastante pérdida de peso, y hasta mal vestido. Y presente una cara demacrada, quizá por la misma delgadez.
Si no es asunto de salud bien valdría la pena que el candidato lo aclarara pues la carrera apenas empieza y no se vale desinflarse.

CHIHUAHUA VA POR DOS. El otro gobernador Duarte, César el de Chihuahua, también encabezó el reciente acuerdo donde los Poderes que gobiernan ese estado pactaron para una gubernatura que dure sólo 2 años.
Igual que en Veracruz siguiendo la tónica de los dos años el objetivo es empatar las elecciones locales con las federales para lo que se concretará la Reforma Electoral en esa entidad.
Un punto en el que coincidieron los Duarte es que la reforma era necesaria, ya que cuando se elige a un nuevo mandatario en estados con ese desfase de periodo, la administración del gobierno federal lleva ya cuatro años.