En Veracruz, una de las asociaciones
políticas estatales que
desde la noche del domingo 7
manifestaron su beneplácito por
el triunfo arrollador del candidato
independiente a la gubernatura
de Nuevo León, Jaime Rodríguez,
“El Bronco”, fue la de Generando
Bienestar, que lleva las iniciales de
Gerardo Buganza, actual secretario
de Gobierno que en la sucesión
estatal de 2010 renunció al PAN
en protesta por la imposición de
Miguel Ángel Yunes Linares, impulsado
por el presidente Felipe
Calderón por su fama de broncudo.
Desde que asumió la titularidad
de esta secretaría de despacho al
inicio de la administración del gobernador
Javier Duarte –a la cual
retornó a principios de este año
luego de pasar por la de Infraestructura
y Obras Públicas (SIOP)–,
Buganza Salmerón siempre negó
aspirar a suceder a su jefe, con el
cual se alió hace cinco años para
descarrilar al candidato del PAN.
“De Yunes yo me encargo”, fue la
frase que retomó precisamente de
la campaña yunista.
Ahora, sin embargo, luego del
contundente triunfo del candidato
independiente de Nuevo León,
amigos y seguidores de Buganza
estarían tratando de animar al
secretario de Gobierno a buscar
por la misma vía de El Bronco la
gubernatura de Veracruz en 2016.
Buganza, quien en 2004 ya fue
candidato del PAN y fue derrotado
por Fidel Herrera Beltrán
por escasos 25 mil votos –según el
cómputo oficial, aunque algunas
versiones aseguran que el triunfo
del priísta fue fraudulento, motivo
por el cual Herrera tuvo que ceder
al grupo legislativo del blanquiazul
el control del Congreso local–,
aún conserva un relevante capital
político en el panismo, lo que al
parecer le permitió operar electoralmente
en los pasados comicios
federales a favor de algunos candidatos
de la alianza PRI-PVEM.
Entre los distritos en los que
habría maniobrado estarían
Pánuco, Tantoyuca, Huatusco
y Córdoba, considerados, sobre
todo los últimos tres, como fuertes
bastiones del PAN en Veracruz. En
Huatusco, por ejemplo, el actual
diputado federal Víctor Serralde
fue el candidato del blanquiazul
que en 2012 obtuvo la más alta
votación en todo el país, mientras
que en Tantoyuca, feudo del
diputado local Joaquín Guzmán
Avilés, aliado de Yunes Linares,
cuenta con el padrón de afiliados
más numeroso en el nivel nacional.
En un artículo publicado en el
diario Reforma, el ex dirigente
nacional del PAN, Germán Martínez
Cázares, hizo un interesante
análisis sobre el catastrófico saldo
electoral que obtuvo su partido en
las elecciones locales y federales de
este domingo 7, y que bien podría
motivar a Buganza a tomar una
decisión para la sucesión estatal
de 2016:
“Si el PAN ha aceptado otros
priístas (algunos repugnantes),
¿por qué Jaime Rodríguez El
Bronco, ganador en Nuevo León,
no fue candidato panista? ¡20%
de los votos de diputados federales
y locales del PAN prefirieron a
El Bronco que al candidato blanquiazul
Felipe Cantú! ¿Por qué
salió del PAN Fernando Elizondo,
anterior candidato panista y personaje
clave de esa victoria norteña?,
¿por qué le cerramos la puerta
al ex panista Alfonso Martínez,
nuevo alcalde independiente de
Morelia?, ¿por qué dejaron ir a
Manuel Clouthier?, quien hace seis
años fue diputado panista designado
por el Comité Nacional, y hoy
volverá al Congreso, pero como
legislador independiente, y será
candidato a gobernador de Sinaloa.
Algunos éxitos se escaparon
de entre las manos. Los panistas
despilfarramos liderazgos. (…)
“¿Qué le pasó al PAN? ¿Por
qué obtuvo una pobre votación a
nivel nacional, como no se había
sufrido desde la elección intermedia
del presidente Salinas en
1991? La dinámica y prostituida
competencia interna acabó con el
mérito y el debate de ideas. Ahora
se premia a los ‘pastores’ de rebaños
de militantes amaestrados, y
se colocan candidatos sin prestigio
ni reconocimiento social. Muchos
candidatos se deciden por lealtad,
no por capacidad, o en el peor de
los casos, por un vergonzoso mercadeo
de puestos y lucros futuros.
“Hoy Acción Nacional está convertido
en una fábrica de lealtades
mercenarias, donde los dueños de
los grupos mandan porque tienen
la llave para ‘meter’ nombres
y apellidos al padrón de militantes
y el dinero para ‘movilizarlos’. Tal
cual. El procedimiento vicioso es
el siguiente: 1. Control del padrón
para tener un rebaño. 2. Elección
de dirigentes con ese rebaño. 3.
Administración de los recursos
económicos para cebar al rebaño.
4. Selección de candidatos con
el rebaño. 5. Empleos y chambas
para el rebaño. Cada convención o
asamblea interna es un tropel fratricida.
¡Precisamente ese modo
de obtener el poder, esa perversa
cadena clientelar y oscura, sin
aprecio alguno por las virtudes y
méritos personales, es lo que los
candidatos independientes hicieron
estallar por los aires! ¡¿Acaso
no escuchó el PAN ese ensordecedor
tronido cívico?! El ciudadano
ve a los partidos como nocivos
centros de privilegios indebidos,
donde se cocinan gobernantes sin
concurso real; o como estorbos al
desarrollo de las potencialidades
de los individuos.
“El grueso de los votos en Nuevo
León no es el de una aristocracia
rica y poderosa, temerosa con El
Bronco de perder su status político
y económico. ¡No! La victoria en
Nuevo León fue impulsada por
una clase media y jóvenes estudiantes
a los que un PAN, sin
defensa de la iniciativa privada,
las libertades y las capacidades,
les dio la espalda y sólo les ofreció
en la gubernatura sus rebañitos
adiestrados para hacer maromas
partidistas.
“¿Aún así el PAN va a seguir
por esa ruta? (…) Ricardo Anaya,
Margarita Zavala, Rafael Moreno
Valle, Miguel Márquez y quienes
aspiren a liderar al PAN deben
erradicar ese trato de manadas a
los panistas, y comprometerse a
postular a ‘los Broncos’ de la sociedad,
sin importar el mezquino
cálculo interno. Veámonos en el
espejo de Jalisco: somos nada.”