Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Elizabeth: ¿qué sigue?
2015-06-10 | 10:14:20
Cada quien a su manera, unos cuantos
candidatos y candidatas a la diputación
federal de la alianza PRI-PVEM
en Veracruz –unos triunfadores, otra
derrotada– han agradecido al electorado
de sus distritos el apoyo que les
dieron en las urnas en los comicios de
este domingo 7.
Alberto Silva Ramos, de Tuxpan,
encabezó de inmediato una marcha
multitudinaria el pasado lunes. Adolfo
Mota Hernández, de Xalapa rural, se ha
estado comunicando vía telefónica. Pero
de todos, la que ha llamado la atención es
Elizabeth Morales, del décimo distrito
(Xalapa urbano), quien este martes
difundió el siguiente comunicado que
aquí transcribimos textualmente y que
refleja el profesionalismo y la humildad
con que la ex alcaldesa xalapeña y exdirigente
estatal del PRI ha reaccionado
ante el sorpresivo descalabro electoral:
“Escribo estas líneas para agradecer
a los ciudadanos y ciudadanas de mi
amada Xalapa que me dieron su apoyo y
confianza a lo largo de toda la campaña.
Gracias a mi equipo por su trabajo y
dedicación, acompañándome en mi
convicción de representar una propuesta
para una mejor Xalapa.
“Los resultados no me favorecen,
pero quiero decirles que di mi mejor y
mi mayor esfuerzo como en cada cosa
que emprendo, dejé mi corazón en cada
acción que llevé a cabo con el objetivo
siempre de dar buenos resultados a la
tierra que me vio nacer. Felicito a Cuitláhuac
García, no dudo que su desempeño
como diputado federal será en beneficio
de nuestra Xalapa.
“En todo momento de mi vida he
mantenido la convicción de trabajar por
y para Xalapa. Aprovecharé esta oportunidad
para regresar a mis orígenes
ciudadanos y concentrar mis esfuerzos a
lo que siempre ha sido mi pasión y compromiso,
ayudar a los demás.
“Gracias nuevamente a todos y todas.
Estoy convencida que desde donde estemos
y hagamos lo que hagamos podemos
contribuir para tener una mejor sociedad.
Así que continuaré dando mi mayor
empeño para estar siempre cerquita de la
gente y sumar con nuestra bella Xalapa”.
Por lo que deja entrever, Elizabeth
parece haber digerido emocionalmente
bien esta amarga experiencia electoral,
y ya se prepara para volver a trabajar en
lo que en el inicio de su carrera profesional
le permitió acumular un envidiable
capital político que en la elección federal
de 2006 y luego en la municipal de
2010 la convirtieron en una candidata
imbatible.
Pero año y medio después de haber
salido del ayuntamiento llegó a los
comicios de este domingo muy disminuida
políticamente a causa del natural
desgaste del poder, y con una cauda de
enemigos al acecho –sobre todo al interior
de su propio partido– que estaban
ansiosos por cobrarle facturas políticas
pendientes, algunas de manera injusta.
Pero en política los únicos cadáveres
son los que yacen dos metros bajo tierra.
Y en Veracruz cunden ejemplos de personajes
que han logrado emerger de sus
cenizas como el legendario Ave Fénix.
Ahí están, por ejemplo, los casos de
los dos senadores priistas, Pepe Yunes
Zorrilla y Héctor Yunes Landa. Ambos
tuvieron también estrepitosas derrotas
electorales. El legislador nativo de Perote
perdió la senaduría en 2006, y Yunes
Landa mordió el polvo como candidato
a diputado local por el distrito electoral
de La Antigua en la sucesión estatal de
2004.
Pero en 2012, Yunes Zorrilla volvió a
contender para el Senado de la República
y en esa ocasión se alzó con la victoria,
en tanto que Héctor Yunes volvió a hacer
campaña por el mismo distrito electoral
local en 2007 y arrasó en las urnas, erigiéndose
en el abanderado del PRI con
la más alta votación de todo el estado.
Ahora, los dos han logrado crecer
políticamente tanto que son considerados
por la militancia priísta como los
aspirantes más fuertes para la próxima
gubernatura de Veracruz.
Otros exmilitantes del PRI, como
Miguel Ángel Yunes Linares y Dante
Delgado Rannauro, han caído electoralmente
una y otra vez y se han vuelto
a levantar. La primera derrota de Yunes
Linares fue en la sucesión presidencial
de julio de 1988 como candidato del
tricolor a la diputación federal por el 38
distrito electoral de la ciudad de México.
Posteriormente, en 1991, contendió por
el distrito de Huatusco y llegó sin problema
al Congreso de la Unión, donde
está por arribar por segunda ocasión
consecutiva por la vía plurinominal
pero ahora nominado por el PAN. En
2010 fue candidato del blanquiazul a
la gubernatura del estado y fracasó;
no obstante, en 2016 pretende volver
a contender.
Por su parte, Delgado Rannauro fue
apabullado internamente en el PRI impidiéndole
ser candidato a la alcaldía de
Córdoba en los años setentas; a la década
siguiente llegó a la gubernatura como
sustituto de don Fernando Gutiérrez
Barrios, en diciembre de 1988. Antes,
en 1985, fue diputado federal. Posteriormente,
en 2006, escaló al Senado y ahora
es el único político veracruzano dueño
de un partido político nacional, que de
Convergencia por la Democracia pasó
a ser Movimiento Ciudadano, el cual
acaba de salvar su registro al obtener en
los comicios federales de este domingo
más del 6 por ciento de la votación total
válida. En 2004 y 2010 fue candidato
de la alianza PRD-PT-Convergencia a
la gubernatura de Veracruz, pero ambos
intentos fueron fallidos.
Ya se verá más adelante si Elizabeth
Morales tiene el temple y la entereza para
resurgir y reivindicarse ante el electorado
que en esta ocasión, por primera
vez, le ha dado la espalda.

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