Desde el sexenio pasado, el profesor
Julio Hernández Ramírez y
Roberto Pérez Moreno, “Juanelo”,
buscaron afanosamente la presidencia
municipal de Coatepec.
Ambos diputados locales, uno
en la LXI Legislatura del estado
y el otro en la que le sucedió tres
años después, fueron candidatos
del PRI a la alcaldía de este “Pueblo
Mágico”. Sólo que en 2010 el
secretario de Acción Política del
Sindicato Estatal de Trabajadores
al Servicio de la Educación (SETSE)
perdió la elección municipal
debido a dos presuntos factores:
primero por la fuerte competencia
electoral que motivó la sucesión
estatal, y luego le habría pesado
también el acendrado localismo
que en este tipo de votaciones
prevalece en el electorado de la
cabecera municipal, ya que él no es
nativo ni residente de la ciudad de
Coatepec sino de la congregación
de Bella Esperanza.
En cambio, “Juanelo” Pérez
Moreno se vio doblemente beneficiado:
fue postulado en la elección
intermedia de 2013, en la que sólo
contendieron candidatos a ediles
y diputados locales, y, además, de
pilón fue electo para la primera
administración municipal de 4
años, las cuales se instituyeron
en Veracruz a partir de la reforma
electoral de julio de 2012, la cual
fue aprobada de manera unánime
por él y otros 48 legisladores
representantes de todos los partidos
políticos en el Congreso del
estado.
Los cuatrienios municipales
fueron impulsados por el régimen
priísta precisamente para
evitar que en la siguiente sucesión
gubernamental, la de 2016, la
complicada elección de alcaldes
concurriera nuevamente con la de
gobernador, ya que en 2004 y 2010
había puesto en riesgo el apretado
triunfo de los candidatos priístas a
la gubernatura debido a la presión
y chantajes de los grupos regionales
de poder en la apasionada
disputa de las candidaturas a los
212 ayuntamientos veracruzanos.
Por eso, el año antepasado
“Juanelo” ganó sin mayor problema
la alcaldía de Coatepec,
ya que además de contender en
una f loja elección intermedia
fue electoralmente muy bien
arropado por el resto de los candidatos
integrantes de la planilla
municipal. Para la Sindicatura
fue postulado precisamente el
profesor Julio Hernández, y como
alcalde suplente fue registrado el
doctor Ricardo Palacios Torres,
un galeno altruista muy respetado
por la sociedad coatepecana. Sin
embargo, las inesperadas y misteriosas
vueltas de la vida terminan
por colocar a cada quien en su
lugar. En Coatepec, por ejemplo,
el destino ha reposicionado a los
principales actores políticos de
este importante municipio conurbado
a Xalapa. Y es que desde el
pasado 27 de abril el maestro Julio
Hernández, en su calidad de síndico,
es el alcalde que por ministerio
de ley ha sustituido a Pérez
Moreno, quien solicitó licencia al
Congreso local por 59 días para
enfrentar una investigación que
la Procuraduría General de la República
(PGR) le habría iniciado
por detectarle presuntos vínculos
con la delincuencia organizada.
Ha transcurrido ya un mes y
en Coatepec se ha ido recuperando
la tranquilidad luego de que
el Ayuntamiento fue obligado a
disolver la cuestionada Policía
Municipal y el gobernador Javier
Duarte de Ochoa tomó la decisión
de sustituirla por el Mando Único
a cargo de la Fuerza Civil del
estado, lo que hasta ahora parece
estar revirtiendo el proceso de
descomposición, desconfianza e
inseguridad que imperaba en la
ciudad cafetalera.
Por su parte, a Julio Hernández
le ha correspondido solventar una
situación nada cómoda: la de administrar
la autoridad municipal
con un equipo de colaboradores
heredados, todavía vinculados al
alcalde con licencia e investigado
por la PGR, con una Feria del Café
que estaba por realizarse y con
servicios públicos municipales
desorganizados, incluso con olor
a complot, pues de entrada debió
responder al clamor ciudadano
detonado por un basurero al aire
libre con riesgo de convertirse en
foco de infección.
Sin embargo, la disciplina,
trabajo y orden que ha impuesto
el síndico y alcalde interino le ha
permitido desactivar el conf licto
por el tiradero a cielo abierto que
afectaba a las congregaciones de
Puerto Rico y Las Lomas, además
de haber logrado que la feria popular
se desarrollara con acento
familiar y saldo blanco, y que
incluso reportara una significativa
ganancia económica que el
ayuntamiento está por reinvertir
en obras y acciones de beneficio
social.
En suma, quien hoy despacha
en la Presidencia Municipal de
Coatepec no es un improvisado y
está haciendo un trabajo aceptable,
capaz de mejorar los servicios
públicos municipales, rebasando
cualquier boicot y venciendo
inercias, demostrando que en su
caso, su antigua aspiración por
la alcaldía de Coatepec se fundamentaba
en el legítimo interés
de procurar un beneficio social y
no simplemente en satisfacer un
capricho personal.
Faltan cuatro semanas para
que venza la licencia de “Juanelo”
Pérez Moreno, sin embargo, su
regreso a la alcaldía dependerá del
status jurídico que guarde la investigación
en la PGR, y, por lo que
ha trascendido, a su expediente
van integrándose datos cada vez
más reveladores que explicarían
la razón por la que Coatepec había
pasado de Pueblo Mágico a ser
señalado como “Pueblo Trágico”
a partir del secuestro y homicidio
del tesorero municipal Guillermo
Pozos Rivera, en agosto de 2014.