El presidente Enrique Peña Nieto, se reunión con su homologo de Guatemala, Otto Pérez Molina, para establecer un convenio de colaboración para migrantes. El Programa Frontera Sur, se trata de prevenir la violencia y de proteger a quienes por necesidades políticas o laborales salen de sus países con la finalidad de lograr el sueño americano y llegar a Estados Unidos.

En ese evento realizado en un punto fronterizo del estado de Chiapas, presentes funcionarios del gobierno federal y de las entidades de la región como el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, así como del gobierno guatemalteco.

Disminuir los peligros y evitar las afectaciones en los derechos humanos de los migrantes, pero sobre toda la calidez de una atención gubernamental que les garantice el libre tránsito por el país sin riesgo alguno en su trayecto hacia Estados Unidos.

Ricardo Homs, aborda el tema: “El IMSS con finanzas quebradas”, dice que: “Se ha dado a conocer la gravísima problemática financiera del IMSS –lo cual explica pero no justifica-, el pésimo servicio que se está dando a los derechohabientes. Trascendió que las reservas financieras actuales no permitirán al IMSS sobrevivir más allá del 2016, o sea que no hay forma de que siga operando más de dos años.

Este año gastará el IMSS 57,599 millones de pesos para pagar pensiones a sus propios trabajadores, pero en 2019 serán 79,744 millones y en contraste se prevé que en el mismo lapso las obras para mejorar infraestructura no llegarán a sumar 5,000 millones de pesos anuales.

De aquí al 2016 habrá un déficit que suma 18 mil 499 millones de pesos y lo compensará este instituto tomando este dinero del que tiene en sus propias reservas etiquetado para atender enfermedades y maternidad, -lo que significa que en lugar de utilizar este presupuesto para dar servicio a los derechohabientes-, lo utilizará para quedar bien con su propio sindicato, pues el mayor gasto está en el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de sus propios trabajadores.

Cabe destacar que el IMSS cuenta actualmente con 248,831 trabajadores activos en su propia nómina y con 242,155 jubilados, las cuales son cifras de estudios del 2013.
Esto quiere decir que por cada trabajador que hoy presta sus servicios en el IMSS, ya hay un jubilado a quien también se le debe mantener.

Si nos remontamos a los orígenes de la seguridad social en México, vemos que el 19 de enero de 1943 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley del Seguro Social, la cual preveía ya las jubilaciones, misma que hoy sigue vigente.
En esas épocas se consideraba que por cada ocho trabajadores en activo, se mantendría a un trabajador jubilado. No hace mucho, se consideraba a tres en activo por cada jubilado. Que hoy en el IMSS haya el mismo número de trabajadores en activo que de jubilados, es una aberración.

En contraste, los trabajadores derechohabientes, -que son los beneficiarios de los servicios del IMSS-, hoy no encuentran medicinas ni servicios dignos. No hay capacidad de atender a quienes pagan mensualmente su membrecía con su propio salario y además la complementan con el de los empresarios para los que prestan sus servicios.

Esto es inequitativo e incluso discriminatorio, porque no reciben los trabajadores que laboran en el ámbito de la iniciativa privada las mismas canonjías que favorecen a los trabajadores al servicio del estado, que son servidores públicos.

Si quisiéramos ser rigoristas, la CONAPRED podría determinar que esto es un grave caso de discriminación.

El abuso de los sindicatos al servicio del estado pone en riesgo la estabilidad económica del país. Mientras tanto, las instituciones gubernamentales han negociado con largueza y generosidad los beneficios sindicales de sus propios trabajadores. A fin y al cabo es dinero de todos los mexicanos.

No hay que ser adivino para saber que el Gobierno Federal, -por presión del sindicato-, tendrá que inyectar al IMSS el dinero faltante en 2016, -no para que pueda mantener la atención médica y servicios a los derechohabientes-, sino que éste simplemente servirá para que el gobierno siga manteniendo el altísimo ritmo de salarios y cubrir con sus compromisos laborales negociados en lo oscurito, como siempre ha sucedido e igual que siempre ha sucedido en el ámbito de la educación.

El dinero fresco que tendrá que llegar será canalizado para los trabajadores de su propia nómina, lo cual es una traición al derechohabiente que a final de cuentas es quien paga para recibir un servicio, que hoy es de pésima calidad. El Artículo 8 del Régimen de Jubilaciones y Pensiones para los trabajadores del IMSS dice que "cuando el trabajador cumpla 60 años de edad y tenga reconocido un mínimo de 10 años al servicio del Instituto, adquiere el derecho incondicional a la pensión por edad avanzada".

Esta problemática no es privativa de México, pues se deriva de un hecho contundente: el incremento del índice de longevidad en todo el mundo gracias a la biotecnología, cuidados, avances médicos y mayor calidad de vida.

En Europa, -donde se han revertido las cifras porque ha disminuido el índice de natalidad y cada vez hay menos gente que se integra al mercado laboral para sustituir a quienes se jubilan-, el problema de las pensiones ha desembocado en graves riesgos financieros para esos países. Menos trabajadores en activo y el incremento de jubilados más longevos.
En México para este 2014, -según el INEGI-, el índice de esperanza de vida es de 77.5 años para las mujeres y 72 para los hombres.

Como se ve en la gráfica que aquí se presenta, -no obstante que la seguridad social data de 1943-, podemos tomar como referencia que el índice de longevidad en 1950 era de 45.1 años de vida para los hombre y de 48.7 para las mujeres, lo que significa que la cifra de 60 años como edad de jubilación hace más de sesenta años era un premio para quien lograse sobrevivir y la manutención a los jubilados no se daba por muchos años.

Hoy los trabajadores se jubilan con 60 años o máximo 65 y el índice de longevidad llega en los hombres a ser de 72 años, lo que significa alrededor de 12 años o más recibiendo este beneficio quienes, - estando aún cerca de los 70 años-, se hallan generalmente en fase productiva gracias a los cuidados que incrementan la calidad de vida”.

En otro rubro: por fin quedaron en el senado las leyes reglamentarias de la Ley de Telecomunicaciones, se habla de beneficios para los consumidores víctimas de los abusos de las empresas de Carlos Slim, entre otras. Así las cosas.