Es su tercer informe, Duarte se aísla de sus gobernados

Un informe de gobierno no se concibe como tal sí no va acompañado del contacto con la ciudadanía, pueblo o gobernados, porque es a ellos a quienes va dirigido como un mecanismo transparente que permite rendir cuentas de las obras y acciones logradas en su beneficio, de lo contrario se incurre en una contrariedad.
Rumbo a su cuarto año de gobierno, tal vez el mayor acierto del Gobierno de Javier Duarte debió ser el buscar ese acercamiento con la población -que lo eligió en las urnas- y es que a pesar de innumerables estrategias equivocadas, hay un estancamiento en el sentir de la sociedad quien a través de diferentes medios de expresión ha mostrado su desencanto por ese distanciamiento de su gobierno.
Y es que, es más que evidente, que la ciudanía percibe un gobierno lejano, indiferente y poco interesado es escucharles, con una marcada intolerancia, obstaculizando con vallas y policías estatales. como medida para evitar el reclamo social ante el incumplimiento de un gobierno obligado a escuchar, atender y resolver.
Resulta lamentable que ya entrado en el cuarto año, quienes rodean al joven Gobernador Javier Duarte de Ochoa estén empeñados en alejarlo cada vez más de quien debería de estar permanentemente cercano y así su tercer informe de gobierno más que un avance pareciera un retroceso, debido a que literalmente, lo incomunican.
Como seguramente ya lo sabrá usted, el Mandatario Veracruzano presentará su Tercer Informe de labores aislado, en San Juan de Ulúa, con cientos de invitados especiales como sus homólogos de otros estados de la república, empresarios, integrantes de los poderes legislativo y judicial y demás políticos, pero ahí en ese evento que se presume y avizora majestuoso, esta fuera el pueblo.
Solo para confirmar lo del aislamiento, hay que precisar que San Juan de Ulúa es el nombre de una pequeña isla de México en la que se ubican la antigua fortaleza y el otrora puerto (también del mismo nombre). La construcción de la fortaleza fue planeada por los españoles al mando de Hernán Cortés el 22 de abril de 1519 en el contexto del descubrimiento de América y de los ataques piratas y corsarios de la época contra España.
Por ello, disfrazado de un informe en un lugar histórico, el gobierno duartista evita así que el pueblo pueda llegar a inconformarse por la escasa atención a sus demandas. Sus colaboradores no han querido entender, que con acciones de ese tipo, no solo generan enojo y descontento, sino que arrastran a su partido político (PRI) a una situación de crisis, donde podría haber un rotundo voto de castigo que conllevaría a entregar la silla gubernamental a un partido opositor.
Y así alejándose cada vez más de sus gobernados, Duarte se va a una Isla a Informa, en un evento más de imagen, que de rendición de cuentas.