En los escenarios políticos nacionales se asoma el fin de la partidocracia, en donde nadie entiende ni da cuenta de que los políticos poco se preocupan por dos temas importantes que tienen al país sumido y postrado en la corrupción y en la impunidad.

Por lo pronto, se pretende afectar el tema de las componendas y los arreglos en lo oscurito que se ha traducido en un supuesto retorno a las concertacesiones como una salida a la caída drástica de los partidos opositores al PRI que como el PAN y el PRD, viven sus peores momentos de divisionismo que casi los lleva a su propia extinción.

El escándalo de la presente semana ha sido la danza de los “melones” que acabaron en las cuentas bancarias de cada uno de los senadores de la fracción del PAN, se trata de que cada legislador recibió 430 mil pesos y no se trata de un adelanto de aguinaldo o de un préstamo administrativo, sino simplemente el “maiceo” al cabildeo normal de un sistema agónico que todo resuelve con los clásicos cañonazos millonarios.

Nada ruborizó a los legisladores panistas que viven ya una fuerte confrontación entre maderistas y calderonistas, liderados, cada grupo por Ernesto Cordero y Jorge Luís Preciado.

Hasta salió a relucir un préstamo al cuñado de Felipe Calderón, Juan Ignacio Zavala, quién recibió 300 mil pesos de las arcas de la fracción panista en el senado.

El famoso secretario de gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, ha tenido que meter paz al declarar que el caso de divisionismo entre los integrantes de la fracción de senadores del PAN con su propia dirigencia nacional es preocupante ante un pleito de grandes dimensiones que pone en peligro el avance legislativo del país y más con la futura reforma energética que puede ser el mayor detonante de la economía nacional en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Y al propio interior de los integrantes de la gran casta privilegiada de poder del Partido Acción Nacional del grupo calderonista, que provocó con seis años de decisiones cupulares la entrega de candidaturas y cargos a los arribistas, que hoy se ha convertido en el verdadero problema que ha dejado de lado a autentica militancia que en todo el país observa estoica el derrumbe y la pérdida de rumbo de un partido ya próximo a desaparecer, pero que al PRI no le conviene porque de nuevo el regreso de un amasiato abierto entre PRI y PAN que sigue dándose pataditas por debajo de la mesa.

En el panismo en estos lares, tampoco cantan mal rancheras, aquí le comienzan a sacar sus trapitos al sol al candidato de Acción Nacional a la alcaldía de Xalapa, Abel Cuevas Melo.

Nada más por el asunto de la Estela de Luz, el Juez Décimo Cuarto de Distrito en Procesos Penales Federales, Rubén Darío Noguera Gregoire, citó a declarar a 31 ex funcionarios, 15 de ellos miembros del Comité Técnico del Fideicomiso del Bicentenario.

Esa larga lista la encabeza el panista Abel Ignacio Cuevas Melo, quien era coordinador de Administración de la Presidencia de la República.

Hace unas semanas, un Juez federal dictó formal prisión a ocho de los 12 ex funcionarios involucrados en los malos manejos de la Estela de Luz como presuntos responsables del delito de uso indebido de atribuciones y facultades. Para rememorar, este proyecto original de la Estela de Luz contemplaba ejercer 398 millones de pesos en su edificación; sin embargo, costó más de mil millones de pesos.

Abel, se defiende atacando y culpando al gobierno estatal de guerra sucia, cuando mejor debería dar la cara ante las autoridades, porque como dice ese viejo dicho popular: el que nada debe nada teme.

Y ya en la recta final de las campañas, en esta entidad, los candidatos a diputados y a las presidencias municipales de los diversos partidos políticos se concentran en sus cierres y a dar un último esfuerzo para la promoción del voto. Por lo pronto la población veracruzana pide mesura, civilidad y respeto al resultado de los comicios.

También, hay que destacar el trabajo de las autoridades municipales de Veracruz y Boca del Río, y las estatales para la atención de las familias afectadas por la tormenta tropical Barry que deja a su paso, serios daños a causa de las lluvias y el desbordamiento de ríos en gran parte del territorio veracruzano en donde ha estado presente el director de protección civil del gobierno federal.

Por otro lado se esperan ya los cambios de mitad de sexenio para el cierre final de la administración del gobernador Javier Duarte, que sigue concentrado en los resultados de su mandato y sin distraerse en las grillas orquestadas en su contra por los tiempos electorales que no lo han podido debilitar y por el contrario sigue avanzando en dar solución a las grandes problemáticas. Así las cosas.