En la ausencia física la presencia espiritual de un legado de toda una vida en la actividad política y académica del licenciado Juan Maldonado Pereda, un veracruzano ilustre y preclaro, que emergió de la pobreza para transformarse en un hombre probo y que cumplió siempre con los principios juaristas.

Nacido en 1934 en el puerto de Veracruz y egresado de la carrera de derecho de la UNAM, desde joven se dio a conocer como un intelectual y dinámico que lo llevaron pronto a destacar en la actividad política en su formación junto a don Jesús Reyes Heroles.

En su vasta carrera de licenciado en Derecho, alcanzó la Rectoría de la Universidad de Tabasco, siendo muy joven.

Su paso en 1973 como presidente municipal de Veracruz, le dio a don Juan Maldonado Pereda, la oportunidad de servir a sus paisanos con una pasión desmedida al transformar el primer cuadro de la ciudad y el centro histórico, así como al dignificar los tradicionales patios de vecindad a los que les dio gran decoro para sus moradores, ambas obras aun vigentes.

Hombre lúcido y visionario fue el hacedor de toda una escuela en la que se formaron muchos jóvenes a su lado y a los que guío con sabiduría y paciencia.

Legislador por Veracruz en cuatro ocasiones, el licenciado Maldonado Pereda fue reconocido como uno de los parlamentarios de mayor experiencia en el país, por lo que participó en toda una época en la modernización del sistema jurídico nacional.

Se desempeñó como secretario de Educación en el gobierno del estado de Veracruz y también en dos ocasiones estuvo al frente de la poderosa Subsecretaría de Gobierno en la entidad, en donde se le reconoció su gran espíritu conciliador.

Dueño de un extraordinario bagaje intelectual que expuso siempre en la retórica, aunado a su vida llena de cualidades y virtudes, le amalgamó su pasión por la lectura y la música a lo que le dedicó muchas horas al tener un conocimiento universal del arte por su sensibilidad innata que también aplicó en la política.

Entre sus discípulos destaca el licenciado Fernando Arteaga Aponte y entre sus muchos amigos, el maestro José Pablo Robles Martínez.

Don Juan Maldonado Pereda deja impresionante huella en la vida política de este país y de Veracruz como entidad y como puerto, al desarrollarse leal y dispuesto siempre a servir a su partido, el PRI, en donde militó por más de cincuenta años.

El licenciado Maldonado Pereda honró a su patria, a su estado y a su ciudad, pero también no se puede dejar de mencionar que ha sido de los pocos personajes que han participado de la política y no se enriquecieron, al mostrarse como un ser humano excepcional en los aspectos de honestidad y seriedad dentro del servicio público.

En su última campaña política como candidato a diputado federal por Veracruz, el estribillo de su slogan decía y quedó en la memoria de los veracruzanos de aquella época de principios de los ochentas: Primero Veracruz, luego tu voto, para diputado, Juan Maldonado.

Se le recuerda también como uno de los amigos más cercanos del licenciado Luis Donaldo Colosio y en donde seguramente don Juan Maldonado, hubiera sido secretario de Gobernación y también gobernador del estado de Veracruz.

Crónica

Por la tarde-noche, empezaron a sonar los teléfonos, Veracruz está de luto al fallecer el último de los políticos más limpios y transparentes nacidos en esta entidad, se trataba de una noticia que conmocionó a las altas esferas políticas de todo el estado y de gran parte del país.

Desde las ocho de la noche, empezó a llegar la gente a la funeraria de la avenida 20 de Noviembre, en donde serían los funerales. Grandes personalidades de la clase política y muchas personas de la población que en vida conocieron al licenciado Juan Maldonado Pereda a su paso por diversos cargos en la vida política en estos lares.

Pocas veces en los últimos tiempos, las manifestaciones de consternación por la muerte de un veracruzano ilustre al que se le reconoció por su apego al humanismo y el respeto para todos sus semejantes por igual.

Su sencillez característica, su voz pausada y en un tono siempre amable, característicos en las cualidades de los grandes políticos del siglo pasado, y que como don Juan Maldonado Pereda, lograron llevar este ejemplo de humildad y bonhomía ante sus semejantes.

Momentos de tristeza en donde poco a poco la gente respetuosamente esperó la llegada de la familia de don Juan Maldonado, compuesta por su esposa y sus hijos, que recibieron los abrazos solidarios y las expresiones de unión ante el difícil trance, ante lo inevitable.

Durante la noche siguieron llegando los amigos del licenciado Juan Maldonado Pereda, para externarle su reconocimiento en el último adiós, a quien se le recordará siempre por vivir en la sencillez y medianía, pero también por el comportamiento de un hombre al que nunca se le escuchó hablar mal de nadie y en silencio, la discreción y la tolerancia, por justicia se ganó el alto concepto de caballero de la política.

Las palabras de consternación y el mensaje de solidaridad con la familia del licenciado Maldonado por parte del gobernador Javier Duarte, así como los testimonios de quienes fueron sus colaboradores.

El homenaje póstumo, muy emotivo ante el cabildo del Ayuntamiento de Veracruz que preside Carolina Gudiño, y la misa de cuerpo presente en la Catedral, sin duda una despedida a la altura de quién deja profunda huella en estas tierras veracruzanas, para luego ser trasladado a la ciudad de México en donde se continuarían ayer y este día las exequias de uno los personajes más queridos en los últimos tiempos y que ganó por su impecable comportamiento como un ser humano excepcional. Descanse en paz don Juan Maldonado Pereda. Así las cosas.