Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
El mundo cambió
2012-10-05 | 21:33:59
Hay quienes no dan cuenta que el mundo cambió y en ese contexto México también. Se Trata de los nuevos tiempos que remontan a la época medieval en el anhelo y la búsqueda del poder y conservarlo el mayor tiempo posible.

El imperio de la barbarie, entre quienes asumen el poder para enriquecerse y mediante la represión, hostigar y someter a los pueblos, por lustros y décadas, sin que mucho se pueda hacer hasta que se agota el cansancio de la gente.

Varios son los gobiernos dictatoriales en el medio oriente que ya han sucumbido ante la necedad de dar a la gente oportunidades de superación y mejores niveles de vida.

Los cambios en el poder gubernamental de algunos países que se han dado por los movimientos juveniles a través de las redes sociales del ciberespacio, han sido ejemplo del agotamiento de las dictaduras que por años, utilizaron la represión para el sometimiento de sus pueblos, de los cuales mucha gente acude a la migración como última solución a su grave problemática.

La lucha desenfrenada por el poder político es ancestral en el orbe, desde siempre las guerras entre tribus hermanas por quitar y poner a familiares en la cima de los diversos modelos gubernamentales. El más antiguo la monarquía aun persiste y en algunas naciones se les permite y hasta se les rinde pleitesía a los miembros de una dinastía.

Lo lamentable es que en algunos casos las protestas son validas, cuando la gente sale a las calles a manifestarse y en otros injustificadamente se acude a la violencia para hacer un llamado de atención que no corresponde a un medio pacifico.

Después de las caídas de varios gobiernos como el de Gadafi en Libia y de Hosni Mubarak en Egipto, el mundo dio cuenta de la fuerza, el enojo y la ira de un pueblo en donde los jóvenes han sido los principales protagonistas. En Siria, han sido varios meses los que han sido de una guerra Férrea, cruel y despiadada del poder para conservarlo y no se ha vista el efecto de la ONU o de las grandes potencias para quitar al gobierno que está lacerando a todo un pueblo y provocando miles de víctimas.

Los jóvenes han iniciado en el mundo, una nueva cultura de respeto por la legalidad, el medio ambiente, la cultura, la educación, el empleo y en general la economía popular, así como mayores oportunidades para los que menos tienen.

En México ya son muchos los casos y los ejemplos de los jóvenes, entre unos y otros que buscan estudiar y también quienes toman las instalaciones escolares y universitarias de forma lamentable.

Otros casos de la intolerancia religiosa en Michoacán, en donde una comunidad denominada Nueva Jerusalén, a golpe de marro, derribaron dos instituciones educativas públicas, sin que se aplique la ley en contra de los responsables.

En el estado de Veracruz, recientemente toda una comunidad optó por bloquear la autopista, cuando la Comisión Federal de Electricidad, se le pasó la mano y le cortó la energía eléctrica a la población de Cerro Gordo, con resultados serios para la gente que por dos días se quedó sin luz y por lo mismo las graves pérdidas para la economía familiar.

En Coahuila, la ejecución del joven José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del ex gobernador de aquella entidad y ex líder priista, Humberto Moreira, consternó a la población nacional y la información traspasó las fronteras.

En México y el mundo, se observa la falta de sensibilidad de los gobernantes desde donde empieza la represión y la impunidad en perjuicio de los pueblos, aunque el problema ha sido el mismo la conquista del poder para servirse. Es triste que desde las distintas esferas de los tres niveles de gobierno, muchos políticos se nieguen a crear un cambio que ayude al avance de la sociedad con la apuesta a la educación, la cultura y el arte. Tres elementos que al parecer están también secuestrados o en el olvido.

Pero en el momento actual contrario al principio del famoso filósofo francés Víctor Hugo, que con gran visión y sensatez hace ya varios siglos decía: abrir escuelas para cerrar cárceles. Acá en estos lares paradójicamente la nota importante es que se abre una cárcel de alta seguridad para recluir miles de reos. En pocas palabras la cárcel más grande del mundo.

Historias Viejas con Actores Nuevos

La rebatiña por el poder público incluye nuevos actores, jóvenes con mucho impulso y poca historia; en las neuronas.

Esa atmósfera, con la sal y pimienta que le arriman los antiguos actores y con sus muchos compromisos y no pocas mañas, tal como lo registra la memoria colectiva.

En los tiempos de cambio que se viven en todas partes del planeta, las tiranteces que se generan en ese ambiente no se hacen esperar, y en consecuencia, corren cualquier cantidad de “borregos” carnívoros, en todos sentidos, tratando de mostrar las flaquezas de cada grupo generacional.

Esa pugna no es nueva, y la historia es testigo de todas las confrontaciones generacionales, de las cuales también han surgido también momentos de acuerdo y conciliación.

Entonces en la memoria colectiva queda claro y vigente, que las alianzas generacionales son necesarias y pertinentes.

No gastar la pólvora en infiernitos, es una vieja fórmula, que resume muy antiguas experiencias.

Los tiempos que corren, nos presentan grandes retos al conglomerado social y a los grupos variopintos, que pululan en torno al portón de acceso al poder público, en consecuencia es una insensatez que los recursos disponibles se gasten en guerritas estériles y sin futuro. Es hora de unir para construir y fomentar nuevas formas de vivir.

La peña del café

Reunión con los amigos; presentes: Juventino Ferreira, Faustino Tino Ortiz, Zócimo Castellanos, Carlos Núñez Santaella, Joaquín Santillán y André Gil. Así las cosas.

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