Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Ruido poselectoral
2012-07-07 | 21:48:14
Las presiones en la sucesión presidencial por parte del Partido Acción Nacional son normales se trata de hacer cansada la entrega y no dar facilidades al reconocimiento del triunfo del priista Enrique Peña Nieto, lo que significa dar reversa a la postura absolutamente que se dijo democrática demostrada hace una semana el mismo día de las elecciones.

El PAN ahora dice que existió inequidad en la elección presidencial, pero lo que no quieren es darse cuenta de que el voto de castigo de millones de mexicanos en contra del gobierno calderonista, fue eso precisamente un malestar general por los seis años de inseguridad en todo el país, a pesar de una intensa lucha oficial.

Pero también el presidente Calderón, pretende olvidar de un plumazo y ya lo dijo que el él llegó al poder presidencial para su toma de protesta con la bancada del PRI en el congreso.

La postura de los panistas, se considera como una cortina de humo que pretende enturbiar un proceso electoral que tiene como base la ciudadanía en su organización, y por lo mismo el IFE hasta el momento ha cumplido a cabalidad con su delicada misión de árbitro en esta parte importante de la vida nacional.

Lo que muchos ven es que en el proceso de entrega-recepción del gobierno de Felipe Calderón al futuro gobierno del priista Enrique Peña Nieto, se le quieren poner candados, a través de las artimañas y acuerdos que establezcan la inmunidad para la administración saliente.

Por eso no es de extrañarse el cambio radical de una postura de reconocimiento a una derrota en el PAN y luego de una reunión en los Pinos con el propio presidente Calderón, se dé marcha atrás para hacer ruido, cuando ya se dijo y se reconoció que en la democracia se gana y se pierde.

Bueno la rareza de los pronunciamientos del PAN, van hasta en contra de la postura razonable y tolerante del propio candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, quién ha permanecido atento y sereno al conteo de los votos de la elección.
las quejas, gritos y sombrerazos en un México que vivió un disputado proceso electoral presidencial y en donde se definió el rumbo de un congreso sin mayoría absoluta para ningún partido político y en donde los bastiones partidistas en algunas entidades cambiaron de nombre y apellido como consecuencia de la alternancia en el poder y de la transparencia democrática en donde la gente ahora más que nunca sabe del valor del voto que lo otorga con firmeza a pesar de las famosas prácticas de unos y otros en la búsqueda de votos.

Ya nadie puede hablar de inequidad y menos el titular del propio ejecutivo federal y más aún cuando de las grandes potencias del mundo a Enrique Peña Nieto le ha sido reconocido por su triunfo electoral y por lo mismo las felicitaciones de los jefes de estado que han dado públicamente en el concierto internacional como un reconocimiento también al país.

Así es que la postura calderonista-panista, se puede interpretar como una escena de teatro que busca buena pesca en un rio en calma al que se le quiere dar un sentido de aguas revueltas para sacar la ganancia.

En el proceso federal electoral, todos los partidos políticos en su afán de lucha de triunfo caen en las acciones de todo tipo en donde fluyen los recursos públicos de todo tipo para los electores que se dejan querer, pero el voto ya no le venden, no lo cambian y menos lo prestan, simplemente porque a la elección se le dio un carácter de prioridad histórica por los negativos resultados del gobierno calderonista que tiene al país con un índice de impunidad casi al ciento por ciento.

La clásica actitud catastrofista y de sobresalto en torno al destino del país, ya quedó simplemente como un discurso trillado en el actual mandato federal en donde la gente: ricos y pobres, han mostrado su especial repudio y molestia a un partido que luego de doce años en el poder presidencial no avance en los rubros que la gente quisiera y sólo aumentan: desempleo, desigualdad, discriminación, inseguridad, represión y la inseguridad, entre otros por sólo citar los que más han molestado a la población en general.

La intención de Felipe Calderón de mostrarse como panacea de un mandato que autoproclama el triunfalismo, que no se ve y menos se siente en los bolsillos y la dieta de la gente. Se trata de una población clasemediera que está molesta y aumenta, ante el empobrecimiento de los ricos y que más decir de los sesenta millones de mexicanos que viven en la pobreza y en la miseria extrema.

El proceso electoral presidencial no puede anularse por la gran diferencia de votos que marcan el triunfo de Enrique Peña Nieto. No hay que olvidar que después del recuento de votos y del desahogo de las impugnaciones, se entra ya a la etapa del TRIFE, en donde con toda certeza se estará reconociendo quién será el futuro presidente de este país con todo y el dolor de quienes sufren la derrota: “haiga sido como haiga sido”.

Reflexión política

En el estado de Veracruz los priistas recibieron con estoicismo y valor la derrota en algunos distritos en donde aunque existen los reclamos de unos y otros, también se reconoce que en la democracia se gana y se pierde, por lo que, simplemente todos a sus puestos y a ponerse a trabajar con mayor fortaleza, revisando las agendas para dar cuenta de los errores y las fallas desde el mismo servicio público en el poder hasta en las estructuras organizativas partidistas.

El fenómeno de los votos divididos en algunos casos en municipios como Veracruz, Boca del Río y Xalapa, en donde gobiernan tres jóvenes de la nueva generación de políticos como son Carolina Gudiño, Salvador Manzur y Elizabeth Morales, quienes han realizado una tarea impresionante de obra pública y de gobierno con visión social, y se dieron resultados sorprendentes en los candidatos a diputados que perdieron y que se ganó en el terreno de la presidencia y los senadores. Esto es explicable a juicio de los expertos.

El famoso voto dividido de la gente que mueve el sufragio como cartas en donde nada tiene que ver las acciones de los partidos y de los propios gobiernos, sino simplemente los candidatos que hicieron campañas intensas de penetración no pudo convencer a los electores.

En las próximas elecciones municipales y de renovación de las diputaciones locales, todos los partidos políticos ya empiezas a realizar las revisiones autocriticas y de dar paso a que la unidad que existe en estos lares como nunca antes en su historia, simplemente comprobaron, que una cosas es el partido político y otra el candidato.

Pero en algunos otros distritos en la entidad en donde perdió el PRI, ya se sabía con anticipación que los candidatos no hicieron campañas a profundidad y simplemente se colgaron de las valencianas de Peña Nieto y de su efecto muñeco. Así las cosas.

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