No hay político veracruzano que no se ande promoviendo en las páginas de los medios existentes. Ninguno se descarta o asegura que no tiene posibilidades de ser nominado. La gran mayoría cuenta con un padrino que suponen tiene el poder político suficiente para que aparezca en la lista final.
El visto bueno del gobernador Javier Duarte de Ochoa es lo que de manera desesperada andan en su busca. Sin contar que hay otros personajes que influyen en la decisión final. La existencia de un candidato presidencial y del líder nacional del partido al que pertenecen, son importantes jerarquías políticas que no pueden ser marginadas. Son los que al final palomean.
Para los candidatos del PRI a los cargos legislativos que estarán en pugna no tienen la menor duda que requieren el apoyo político del gobernador, la bendición del candidato presidencial y el visto bueno de su sector, los líderes que buscan las plurinominales. Allí la democracia seria y formal no existe.
Es degradante y vergonzoso el silencio que deben mantener estos aspirantes priístas, hasta que no se les ordene que se pueden mover. No hay dignidad para esta clase que buscan la representación del pueblo. La independencia y libertad de cualquier ser humano.
Fernando Yunes de manera abierta hasta presentó su programa y propuestas para llegar a la senaduría. En el PAN la situación es diferente, de allí la feroz contienda interna para seleccionar al abanderado para la “grande”. Pero la decisión de quienes serán los candidatos al Poder Legislativo está en manos de sus escasos militantes. Julen Rementería reconoce que sólo existen 3,800 en todo el estado.
Ni el Presidente Calderón, ni el líder nacional Gustavo Madero, ni los comités estatales cuentan con el poder de la decisión final. Esto de ninguna manera les garantiza el triunfo electoral, pero al menos es un juego más justo.
En el caso de los partidos de la izquierda siguen el ejemplo priísta.
Pero de que existe una guerra sucia en estas contiendas electorales no hay la menor duda. La fuerte denuncia presentada por el senador Juan Bueno Torio, que están corriendo de sus empleos en el gobierno federal a los partidarios de Josefina Vázquez Mota, humilla y envilece el quehacer político.

Crecimiento de Chedraui
El corporativo de tiendas Chedraui se coloca ya en un tercer lugar nacional superando a la Comercial Mexicana. En la actividad comercial departamental es la empresa que logra mejores rendimientos en sus ingresos consolidados.
Aún se encuentra por debajo de Wal-Mart y Soriana.
Para este año José Antonio Chedraui Egula, director de este grupo comercial, tiene pensado abrir quince tiendas más en nuestro país y Centroamérica

El candidato de la prole
Tenía que ser un político diferente el que presentara una solución congruente al problema de la inseguridad y desempleo, que son los grandes males que padece el país. “ Han sembrado la idea de que los jóvenes no pasan el examen de admisión a las universidades públicas y eso no es cierto, la realidad es que no hay espacio y cupo, por falta de presupuesto, haremos que el ciento por ciento tenga acceso a los egresados de las preparatorias a los centros de estudios superiores. Hay que echar andar la economía, que tengan los jóvenes, trabajo y estudio y así terminaremos con la inseguridad del país”. Tenía que ser Andrés Manuel López Obrador el que diera la solución correcta.
Que hacen los jóvenes si no tienen otra salida más que trabajar al que les ofrezca empleo y es lo que han reclutado las mafias del crimen organizado.
El problema no se resolverá con mejores policías y más soldados. Ni tampoco con leyes más duras y medidas extremas.
Se incrementan las partidas presupuestales para las fuerzas armadas y en muchos estados del sureste de país donde no se incrementan los presupuestos a las universidades o se cierran colegios.
Al término de un mitin se le acercaron los reporteros y le preguntaron a López Obrador si el era candidato de la prole, “Soy el candidato de todos los mexicanos y también de la prole”.
Es indudable que México necesita, de manera urgente, un cambio de rumbo. El país está en una encrucijada, en un cambio de época, y de lo que hoy hagamos y dejemos de hacer dependerá nuestro futuro como nación.