La renuncia de Medina Mora
La frase del perdón, ni olvido, forma parte de las conjeturas y especulaciones avezadas, a la sorpresiva carta de renuncia dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, por parte del abogado egresado de la UNAM, Eduardo Medina Mora, para dejar el cargo de Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de la noche a la mañana, y sin que se conozca ninguna causa para que diera ese paso que cimbró a las estructuras nacionales y de la información, principalmente.
Por la tarde de este jueves, se daba a conocer la renuncia del famoso ministro, que cuando se presentó al Senado en tiempos del entonces presidente Enrique Peña Nieto, para protestar al cargo, por poco cae el suelo, a causa de uno de los cordones de sus zapatos que estaba desatado, por lo que hasta se acordó de la recomendación de su señora madre de amarrárselos bien, evocando una justificación al descuido del mal comienzo.
Con un crecimiento exponencial en los gobiernos panistas de Vicente Fox y de Felipe Calderón, en donde se desempeñó como director del CISEN, secretario de seguridad pública, titular de la PGR y embajador de México en el Reino Unido.
Con Peña Nieto, creció aún más al darle los nombramientos de embajador de México en Estados Unidos, para posteriormente hacer un arribo triunfal a la SCJN al vencer todos los obstáculos en el senado, para llegar al cargo de ministro de la Corte, como un premio a su carrera política que prácticamente la hizo en 18 años de forma por demás rápida.
Ahora con la Cuarta Transformación, en tiempos del presidente Andrés Manuel López Obrador, al abogado Medina Mora, prácticamente se le cae todo el escenario encima por la dudosa renuncia, qué a partir de ahora, le quita el sueño a muchos que comenzaran a poner las barbas a remojar,
Se dan todo tipo de suposiciones en torno a su renuncia, antes de que se cumpla un año del gobierno de AMLO en los tiempos de Morena, y es obligado el tema para el análisis de los especialistas para una reflexión profunda por diversas circunstancias en donde al gobierno federal desde la SCJN, la queja presidencial ha sido directa de que le han ido cerrando el paso a sus grandes proyectos nacionales y de forma por demás difícil de entender, en una clara confrontación entre poderes.
A Eduardo Medina Mora, se le harán las historias de un pasado negro, seguramente con los escollos y todo tipo de artimañas que ya se sabrán, y que pudo haber fraguado en contra de AMLO, en los tiempos presidenciales de Fox y Calderón, en donde tuvo el poder de la información política, del espionaje, de la seguridad nacional y de la procuración de justicia en sus manos, en pocas palabras fue todo un “Edgar Hoover mexicano”, que trascendió a cuatro sexenios gubernamentales, pero en este último ya no se pudo sostener por las diferencias con el gobierno en turno, y sobre todo, de la ausencia de fuerza política de sus correligionarios que antes le impulsaron en su meteórica carrera política, que prácticamente la realizó en 18 años y diez meses, y estuvo a punto de cumplir el año con este nuevo gobierno de transición.
Las especulaciones de distinto origen, hablan de la supuesta detección de millonarias transferencia bancarias en dólares, que se dice de forma extraoficial se hicieron de manera sospechosa y detectadas en Estados Unidos y Reino Unido en donde fue embajador de México.
Este asunto, es hasta ahora el principal argumento, de quien se fue como las historias clásicas de las” trabajadoras domésticas”, avisando por avisar, pero ya sin estar, y sin dar cuenta a nadie., aunque sea para disimular la clásica graciosa huida.
Todo esto, dicho en la metáfora coloquial, sin que se ofenda a nadie, y menos a quienes ahora se les comienza a hacer justicia a una labor vital en los hogares de mucho sacrificio, de grandes exigencias, poca paga y cero derechos laborales, antes de esta nueva era política en el país que al parecer se les hace justicia.
Ahora, sólo falta que de última hora como una salida sana y digna al cargo se diga que renunció por problemas de salud.
El tema del debate apenas comienza, los nervios de punta entre los políticos hombres y mujeres, sobre los que se comienzan ya a especular de que algunos tendrán que estar a la sombra, cuando el agua les llegue a los aparejos, en la famosa Cuarta Transformación, en donde se ve que al político tabasqueño, los detractores gratuitos y adversarios políticos, no lo quieren dejar gobernar, aunque no tiene ni un año en el poder, porque le hacen manifestaciones de protesta sin bases pidiendo su renuncia o salida, y no le dan siquiera el beneficio de la duda, a pesar del esfuerzo de vencer resistencias de corrupción e impunidad, añejas del pasado, a ver qué pasa. Así las cosas.
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