Por más que busquen las autoridades desde hace tiempo volaron los fiscales Jorge Winckler y Marcos Even. Lo mismo hicieron de manera oportuna los miembros de la familia Yunes Linares y Márquez, salieron del estado por la vía terrestre para tomar el avión de algún sitio lejano de la entidad veracruzana, hacia un destino desconocido para los que los andan buscando.
El único de este singular y acomodaticio conglomerado político que por razones de su trabajo para el que fuera electo, el alcalde del puerto de Veracruz Fernando Yunes Márquez, permanecerá en el estado siempre y cuando las circunstancias legales se lo permitan.
El plan B y C de su huida de la entidad estaba programado semanas después de que se llevara la pasada elección federal. Este entraría en funciones siempre y cuando no se hubieran perdido los comicios estatales de la que estaban totalmente seguros con una votación de más de un millón 400 mil votos, cifra que ningún aspirante a gobernar habría alcanzado, pero no contaban con el arrollador empuje comicial que tenía el tabasqueño Andrés López Obrador en su tercer intento de alcanzar la Presidencia de la República. El brutal respaldo de la población mexicana al que prometía que si lo lograba, tendrían prioridad los pobres.
Regresó el pasado al Congreso local
Se volvieron a los viejos tiempos del PRI donde los diputados locales de todos los partidos estaban alineados, las votaciones sobre diversos asuntos ya estaban acordadas de antemano y se llegaba a un arreglo económico, que dependía de la importancia e interés del asunto que se tenía que aprobar, a partir de ello, se valoraba el costo del voto de los legisladores llamados de oposición.
Para aquellos que pensaban que los panistas tenían el sello indeleble de ser yunistas no había manera de comprarlos, cuando se les llega al precio se logra la unanimidad en las votaciones del Congreso local.
Las airadas voces y actitudes discordantes por parte del malabarismo monetario desaparecieron y la jornada legislativa se desarrolló de manera uniforme como ocurría en el reciente pasado.
Pertenecer a la lista de las preferidas
Lo que siempre ocurre, quienes fueron los servidores públicos consentidos y más beneficiados de una administración estatal, son para con el nuevo gobierno convertirse en los funcionarios más perseguidos.
Para la senadora plurinominal panista Indira Rosales San Román, quien fuera titular de la Secretaría de Desarrollo Social del cuestionado gobierno de Yunes Linares, es ahora denunciada por operaciones financieras inexistentes por el actual sucesor de esa dependencia estatal Guillermo Fernández Sánchez.
Así sucede en la mayoría de los casos cuando todo parecía la realización de los mejores anhelos de poder y dinero se llega a pensar que esa situación privilegiada nunca va cambiar…pero, por lo general ocurre, en especial por el fenómeno electoral de López Obrador quien arrasa en los comicios federales y estatales… todo se viene abajo para los panistas que habían considerado como patrimonio familiar el gobierno de Veracruz, que sería administrado por dos hermanos de acuerdo al testamento político hereditario anunciado por la esposa del entonces gobernante veracruzano.
Ser el consentido de un gobierno pareciera una maldición política y ahora la confronta la senadora Indira Rosales.
|
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto
Reservados todos los derechos 2018 |
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto
Reservados todos los derechos 2018 |