A la Beba Galván se le cruzaron los cables y le salió el “Brozo”, que muchos llevan dentro, cuando los estragos del ego mal manejado, mas los traumas y las frustraciones de sentirse “periodista”, cuando en la realidad se es un payaso intolerante, que no niega “ausente su cruz”, que carga por la banalidad, o la simple impotencia de sentirse lo que no es y menos cuando se pierde el piso y se sitúa por encima de la masa de la que proviene, surge y es, y lo será siempre.
Víctor Trujillo, que es actor, comediante, payaso, “periodista”, agitador profesional, palero, arranca aplausos o un simple “patiño” del sistema decadente de los medios de comunicación en extinción.
Pero en el pecado lleva la penitencia, y también no niega la cruz de su parroquia, cuando desde siempre se hizo a la vana ilusión de ser un “fans” de Andrés Manuel López Obrador, por el que se cortaba las venas, y después como algunos intensos famosos que se sintieron “chairos” arribistas, ahora pasan al club de los arrepentidos, arrogantes y falaces pretendientes de intentar subirse a la fama del ahora presidente de la república, que nunca les pidió ayuda o apoyo para su causa, pero ilusamente se colgaron de su éxito, y ahora, “toma tu puesto público”, y se sienten desprotegidos y traicionados, cuando nunca les ofrecieron nada.
Este ejemplo de Brozo “El Payaso Tenebroso” que denosta al presidente AMLO con palabras altisonantes, bajas y vulgares, al írsele a la yugular pretendiendo causar revuelo y jalar un poco de rating, cuando el personaje de la TV se encuentra a la baja y sin posibilidad de recuperar algo de su fama de hace veinte años. Y también ofende a los periodistas de oficio.
Brozo, forma parte del grupo de los de la ultra derecho televisos con Francisco Martín Moreno, y se convierten quizás en una molesta piedra en el zapato de AMLO, pero de ahí no pasan por el momento histéricos y desafiantes al nuevo régimen, que va en serio en una lucha por los pobres.
Lo despreciable del personaje de la televisión, es que tratando de emular que vive y come emulando la vida de los millones de pobres y miserables de este país, ahora los ofende llamándolos corrientes por ser parte de la masa.
Al Payaso patán de la televisión, no le gustan las conferencias de prensa mañaneras, pues que no las vea y que se abstenga de expresar sus graves ofensas al pueblo y lo más grave a los auténticos periodistas profesionales que cubren la información de la fuente presidencial que siempre ha existido en el mundo.
Pedir perdón o una disculpa por los excesos del Payaso Brozo, no lo sacan del abismo en el que se metió, quizás por el odio y el rencor que tiene por el éxito de AMLO y lo más delicado que no le gusta y no persona el éxito de los pobres y clasemedieros de este país, que ahora son los auténticos y verdaderos mandones, cuando el presidente AMLO, cumple con el fin constitucional de que la soberanía máxima del poder se encuentra radicada en el pueblo.
Que pida perdón por la ofensa y que se mida en sus ofensas, porque al final en este país en un momento de lucha por pacificar a todos, nadie puede ir en contra del tsunami que llevó a AMLO a la presidencia, contra toda la resistencia de los dueños de los medios de comunicación en este país, que no tardando por dejar de vivir en la abundancia presupuestal del erario público, ahora se integran a las fuerzas unidas de los pobres con todo y Brozo. Los ricos también lloran, como don Emilio y don Ricardo. Así las cosas.
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