La apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, para la pacificación nacional va con rumbo y decisión, pero desde las fuerzas oscuras de este país, que tienen que ver con los que están molestos con su llegada al poder, y que son de la vieja relación de poder político con poder económico, están tratando de descarrilar el tren de la Cuarta Transformación.

Lógicamente, están a la vista se trata del club de los ex presidentes, de los cuales ninguno escapa al rigor del sometimiento del linchamiento público, que estos personajes buscan voltearle la tortilla al político tabasqueño, que debe de una vez por todas quitarse la imagen de “todológo” y de que es un gobierno de un solo hombre.

Los factores de poder en este país, son peligrosos porque desde los pequeños, medianos y grandes nadan en el poder económico y andan supuestamente con los malos pensamientos de desbarrancar a AMLO, que esta gastan saliva diariamente al enfrentarse a quienes no lo dejan gobernar.

El tema de la pacificación nacional ha sido lento y seguro, pero los adversarios políticos que andan en vías de reacomodarse, sí reposicionarse para buscar ya en las elecciones intermedias en algunas entidades en dos años y medio, darle una feroz batalla electoral.

Lo más delicado de todo, es que los falaces y simuladores personajes de la farándula, algunos sin ideología, por su ausencia de “IQ”, y que antes se cortaban las venas, ahora desbordados se van a la yugular de AMLO, con los argumentos de que se equivocaron.

Aquí, a estos y estas, les debe dar vergüenza, porque si se convencieron de apoyar a una causa política e ideológica, no pueden cambiar de postura, por algo simple y sencillo, no son niños, a los que se les pueda engañar o quitarles un dulce.

Los necios de ahora, son los arrepentidos, y de eso no se pueden quejar, porque si se sumaron a la causa de AMLO y Morena, entonces fue en busca de notoriedad y de hacerse famosos de un proyecto político que triunfó por el poder del pueblo, de la labor de López Obrador y de la gente que decidió por el cambio de régimen, ante el hartazgo de quienes antes en el poder político abusaron de la complacencia y nobleza de la propia población.

¿Qué debe hacer AMLO, para equilibrar el orden institucional en el país? Es simple y sencillo aplicarles la ley a los ex presidentes, a los empresarios abusivos, a los dirigentes sindicales charros y a todos los de las cúpulas que le están metiendo ruido muy feo a su mandato y en menos de seis meses ya lo quieren renuncia, esto es de risa.

El presidente López Obrador, debe sacar a todos los funcionarios públicos por su lado a que trabajen y realicen su chamba en las diversas entidades federativas, en pocas palabras que se pongan a trabajar y que dejen las reuniones de gabinete y por lo mismo calentar las sillas de sus cómodas oficinas.

También, respaldar al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, ha sido una buena decisión, pero darle instrucciones precisas de que se pongan en operación a realizar obra pública, componer escuelas y sobre todo darle mantenimiento a las carreteras, que están para llorar en casi todo el territorio veracruzano.

Se acercan días difíciles, para el nuevo gobierno federal de AMLO, se requiere de la aplicación del marco legal y del orden institucional, y que desde las instancias legales que se pongan a trabajar con resultados que se vean.

También es cierto, hay casos muy sonados que afectan a la imagen de Morena de partido en el poder, a veces aislados, pero muy comentados, como el de la señora del metro en la ciudad de México que la sacaron de las instalaciones y quedó más de 30 horas tirada en la banqueta y después la misma gente del pueblo dio el aviso para trasladarla a un hospital a donde murió días después, aquí debe aplicarse la ley de inmediata y denunciar a todos los responsables y despedir a los que por omisión también cometieron algún delito.

La aplicación de la ley es la salida con equidad y orden, todo se puede y sin los abusos de poder de antes.

Otra cosa, AMLO ahora es aliado de las televisoras, debe fumar la pipa de la paz con todos los medios y evitar las afectaciones a los periodistas que no son culpables de los malos gobernantes pasados y actuales, porque la perfección no existe. Y sólo DIOS, es perfecto.

Además, debe dejar de hacer el cargo a los “columnistas” que lo critican y mencionarlos les hace el caldo gordo, aunque diga a los reporteros que lo andan “cucando”. ¡Que dijo! En el lenguaje de los modismos tabasqueños consultados, al parecer que no le gusta lo anden acelerando. Así las cosas.