Las terribles comparaciones sobre el quehacer de los líderes legisladores de Morena, entre Ricardo Monreal de los senadores y Mario Delgado de los diputados federales y Juan Javier Gómez Cazarín de los locales. Mientras los primeros logran la propuesta del presidente López Obrador, de crear la importante y cuestionada Guardia Nacional por unanimidad. El veracruzano fracasa por segunda ocasión y no logra la mayoría calificada para establecer un juicio político a un funcionario plenamente identificado de la pasada administración panista.
Mientras se logra la incorporación de nueve diputados federales a la aplanadora de la bancada de Morena que pertenecían al PRD, incluido el coordinador. El presidente de la Coordinación Política de Veracruz dejan que se vayan varios de la mayoría morenista y crean una nueva fracción parlamentaria.
Lo mismo ocurrió en la pasada legislatura con Rocío Nahle, quien logró aumentar considerablemente los miembros de la bancada de Morena, en cambio en el Congreso de Veracruz ocurre todo lo contrario y hay varias deserciones.
Una cuna de traidores de la izquierda progresista.
Las diferencias son notables en cuanto al obligado nivel académico y contar con la necesaria experiencia y sensibilidad política. Todo un abismo en este sector.
Es evidente que en la entidad veracruzana no son las personas idóneas para el manejo y control de este vital Poder Legislativo. Para el gobernador Cuitláhuac García es importante contar dentro de su equipo al personal que lo apoye y le resuelva la compleja problemática de la administración pública. Pareciera que en lugar de ayudarlo, lo bloquean y entorpecen su función.
Es cuando los verdaderos amigos del gabinete deben de hacerse a un lado.
Suma Morena otro gobernador
No existe la menor duda de que el exsenador Miguel Barbosa será el próximo gobernador de Puebla, por primera vez, al igual que en Veracruz habrá una administración estatal de izquierda.
Los de Morena, quienes se apuntaron con el senador Armando Armenta y Nancy de la Sierra del PT, quedaron muy por debajo del supuesto perdedor de las pasadas elecciones.
Ninguna confianza en la nueva dirigencia de Morena
El nuevo dirigente estatal de Morena, Hugo Alberto Martínez Lino, que pertenece al grupo cercano del delegado federal Manuel Huerta, quien de acuerdo a su estilo de trabajar por los rincones políticos para torpedear la gestión al gobernador Cuitláhuac García, es toda una contradicción al afirmar en su toma de protesta que trabajará para terminar con la división existente en el Congreso local provocada por su propio padrino político, el licenciado Huerta Ladrón de Guevara.
De acuerdo a la versión de la periodista especialista en temas políticos, Gertrudis Moreno, el grupo disidente de legisladores de Morena es operado por el delegado federal, quien busca suplir de manera interina al gobernante García Jiménez.
No es coincidencia que los diputados José Magdaleno y Jessica Ramírez, quienes apoyaron que se mantenga en su cargo el fiscal carnal de Yunes Linares, Jorge Winckler, se hicieran presentes en el evento de Martínez Lino, cuando ya se maneja su expulsión por calificarlos de traidores.
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