Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Veracruz: 20 años de huachicol
2019-01-18 | 08:02:19

Fue en el sexenio del exgobernador priista Miguel Alemán Velasco (1998-2004) que en Veracruz comenzó y cobró auge el robo y la venta clandestina de gasolina.


Y es que ahora que el expresidente Vicente Fox le exigió al actual primer mandatario Andrés Manuel López Obrador que presentara pruebas de que en su sexenio (2000-2006) solapó a grupos criminales denominados “huachicoleros”, ha resurgido casualmente la historia del “empresario” veracruzano Martín Rojas López, quien de ser un modesto chofer pasó a convertirse, entre 1999 y 2005, en el zar del robo de combustible a PEMEX, cuyas pérdidas en el nivel nacional por este delito durante ese lapso impactaron a la Secretaría de Hacienda por evasión de impuestos que representó un desfalco total por más de 27 mil millones de dólares.


En menos de seis años, Rojas amasó una inmensa fortuna. Le detectaron depósitos clandestinos en Tihuatlán y el puerto de Veracruz; Pachuca, Hidalgo; en las ciudades de Querétaro y Puebla, así como en Matamoros, Tamaulipas, y otros lugares.


Constituyó también varias empresas, entre ellas Aditivos y Combustibles S.A. (ACISA) y Energéticos Alternos del Norte que utilizaba para almacenar la gasolina robada y donde además la adulteraba con sustancias tóxicas.


Poseía 40 gasolinerías, empresas de transporte, pavimentadoras, farmacias, hoteles y hasta casas para vestir novias.


Esta información fue publicada frecuentemente por el diario La Opinión de Poza Rica, cuyo director Raúl Gibb Guerrero fue ejecutado de 13 balazos la noche del 8 de abril de 2005 durante una emboscada cuando se trasladaba a su residencia.


El crimen ocurrió exactamente un año después de que unos emisarios de Rojas visitaron en sus instalaciones al editor del periódico pozarricense para ofrecerle compartir ganancias por el robo de gasolina a PEMEX a cambio de que dejara de publicar la serie de reportajes que estaba poniendo en riesgo el ilícito negocio de su vida.


Gibb se negó a negociar con los enviados de Rojas, a los que corrió de su oficina.


Tras el atentado, el diario Crónica, de la Ciudad de México, dio a conocer el 24 de abril de 2005 parte de un informe de la PGR que señalaba que Rojas era el principal sospechoso del homicidio de Gibb, cuyo crimen jamás fue esclarecido pese a que su gran amigo Miguel Ángel Yunes Linares, con quien frecuentemente navegaba en altamar, era, en ese entonces, subsecretario de Seguridad Pública Federal con el presidente Fox.


Después del sexenio de Alemán Velasco, el robo de combustible continuó en Veracruz con los exgobernadores Fidel Herrera –quien tuvo de aliados políticos a los principales empresarios gasolineros–, Javier Duarte y Yunes Linares, que poseía expendios de gasolina.


En 2018, el último año de la corta administración del panista, PEMEX reportó pérdidas en el país por 66 mil 300 millones de pesos, buena parte generada en nuestra entidad.

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