Por la complicada situación financiera y de inseguridad que recibirá su administración que inicia el 1 de diciembre próximo, el gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez ha dejado pendientes para el último minuto del presente mes los nombramientos de sus colaboradores que se harán cargo de estas dos áreas neurálgicas: la Secretaría de Finanzas y Planeación, y la de Seguridad Pública.

Sin embargo, pese a su hermetismo, los nombres de José Luis Lima Franco como titular de la Sefiplan, y el de Hugo Gutiérrez Maldonado, para la SSP, se filtraron desde hace un mes.

Pero de los dos, el “experto” en seguridad es quien no ha guardado la discreción que Cuitláhuac García exigió a los otros futuros miembros de su gabinete que ha venido anunciando públicamente de manera escalonada desde principios de agosto.

Por ejemplo, en su blog, Gutiérrez difundió en septiembre que “por su experiencia en materia de seguridad (…) se ha sumado al grupo parlamentario de Morena en Veracruz”, presumiendo que “ya está en un equipo de transición relacionado con seguridad”, promoviéndose como “experto en ese tema” y presumiendo que “en varios estados están aprovechando los 28 años de experiencia”, destacando que “entre los muchos puestos que desempeñó los más importantes fueron del Estado de Nuevo León.”

“En ellas fueron exitosas sus labores de prevención e investigación”, se ufana, destacando que en ese momento se encontraba “colaborando con gente importante del grupo parlamentario de Morena”.

El 12 septiembre difundió que “con el objetivo de continuar con su preparación ante los señalamientos de que el partido MORENA podría perfilarlo para ocupar un cargo público, el licenciado Hugo Gutiérrez Maldonado dio un paso más en su preparación académica”, al concluir “de manera exitosa su doctorado y ampliando con ello su currícula, pero principalmente las aptitudes ante un eventual nuevo reto en la función pública.”

Gutiérrez, quien se ha desempeñado como asesor de seguridad de varios empresarios del País, continuaba hasta hace poco “su preparación con un diplomado en administración estatal”, aunado “a proyectos de un postdoctorado en la UNAM”.

Y destacaba también que “cuenta con una maestría en proceso penal especializado en juicios orales, donde a decir de quienes integrarán su círculo cercano, se le ha visto recientemente en la Ciudad de México comiendo en un restaurant en la mejor zona con personas claves de MORENA”.

Pero antes de asumir la SSP en Veracruz, sería muy conveniente hasta para él mismo que  explicara por qué el 31 de octubre de 2016 el procurador de Justicia del estado de Nuevo León, Roberto Flores Treviño, lo cesó de manera fulminante como director del Centro de Operaciones Estratégicas (COE), junto con un fiscal recién nombrado y, por lo menos, a otros 28 elementos que estaban asignados a dicha unidad; cargo del que se separó hasta la primera semana de enero de 2017, según el amparo que en materia laboral promovió para que le restituyeran el pago de más de 3 millones de pesos por su despido.

Y, en Coahuila, tampoco dejó buenas referencias hace seis años. Ni como subdirector y director de Seguridad Pública del municipio de Saltillo, y tampoco como coordinador estatal de Fuerza Coahuila, pues fue señalado de haberse aliado con otros jefes policiacos acusados de excesos como torturas, secuestros y hasta asesinatos de ciudadanos coahuilenses.