Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Fiscal expande cacería
2017-09-13 | 09:42:21
Si en el reciente proceso electoral municipal el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, tuvo en Veracruz a su “Eva” (Cadena) –la diputada local que fue grabada en la habitación de un hotel en Coatzacoalcos recibiendo fajos de billetes para su abortada campaña a la alcaldía de Las Choapas, lo que detonó un gran escándalo nacional que repercutió en contra de otros abanderados lopezobradoristas, como la maestra Delfina Gómez, que perdió por menos de tres puntos porcentuales la gubernatura del Estado de México ante el priista Alfredo del Mazo Maza–, ahora al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se le acaba aparecer su “Adán” con tremenda manzana envenenada en la persona de Rafael Jesús Abreu Ponce, quien estaba a cargo de la CAEV en el antiguo Puerto México pero el cual acaba de ser expulsado del edén gubernamental por el brete en que metió al mandatario estatal del PAN por la entrega de despensas a damnificados sureños a través de su asociación civil “Yúnete” que apoyó la campaña electoral de Yunes en 2016 y que presuntamente comenzaba a hacer proselitismo político para la sucesión estatal de 2018, en la que el gobernante blanquiazul pretende heredarle el poder a su primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez, actual alcalde de Boca del Río.

Y es que ante la condena generalizada por el lucro político de la desgracia de la población afectada por el sismo y el huracán “Katia” –a la que se sumaron el presidente Enrique Peña Nieto; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y hasta el actor Diego Luna, quien en Twitter tachó de “sinvergüenza” al “tal Yunes”–, el gobernador de Veracruz trató de deslindarse primero de Abreu Ponce, afirmando que “yo no ordené esas acciones, yo no ando entregando despensas, ni lo haré”, y señalando como autor al director de la CAEV en Coatzacoalcos, al que inicialmente obligaron a pedir disculpas públicas a través de un comunicado y deslindando de estos repudiados hechos al gobernador y a sus hijos Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez, uno aspirante a la gubernatura y el otro alcalde electo del puerto de Veracruz, con los que el exfuncionario mantiene una estrecha relación.

Sin embargo, como su mea culpa no fue suficiente para sofocar el linchamiento mediático y en redes sociales, Abreu ponce y otros dos exfuncionarios tuvieron que ser cesados y sometidos a investigación por la Fiscalía General del Estado.

Sin embargo, la situación de Yunes Linares se complicó ya que este martes circuló en redes sociales un video en el que presuntamente se escucha decir a Rafael Abreu que estaban “atendiendo instrucciones del gobernador”, lo que echaría por tierra la afirmación del mandatario panista de que “no estaba enterado” de la entrega de despensas, en cuyo operativo casualmente también participó Ricardo Cabrera Ferez, delegado regional de Patrimonio del Estado en la zona de Xalapa y sobrino del exregidor del PAN en Coatzacoalcos, Víctor Manuel Esparza Pérez, actual director de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) y jefe de Abreu Ponce.

Para emparejar los cartones, ahora la Fiscalía General del Estado, por denuncia del CDE del PAN, abrió carpetas de investigación contra la diputada federal de MORENA, Rocío Nahle, por entregar también despensas a damnificados de Coatzacoalcos, y contra “quien resulte responsable” del supuesto desvío de 1,300 millones de pesos del erario estatal a la campaña del candidato del PRI a la gubernatura en 2016.

A ver si el fiscal mide con el mismo rasero a Yunes Linares y a los adversarios de su jefe.



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