La libertad de pensamiento y el poder
José Luis de Sampedro, economista español, daba cuenta del manejo del miedo como un método eficacísimo para gobernar. También habló mucho sobre el tema de la democracia y de la decisión de votar, cuando hizo famosa la frase de aquel jornalero que cuando le quisieron comprar el voto, no lo permitió y su respuesta fue tajante, “en mi hambre mando yo”.
Así, con este ejemplo, hoy los gobiernos del mundo se debaten entre los asuntos bélicos, las confrontaciones estériles y los conflictos entre unos y otros, por ejemplo Norcorea que vuelve otra vez a lanzar sus misiles interoceánicos de prueba, lo que molestó mucho Donald Trump, y por eso le exigió a China que endurezca su posición ante esa abierta provocación.
Ante el clamor de quienes quieren la guerra y el conflicto, el caso del bebé de nombre Charly de padres estadounidenses se encuentra en un hospital de Londres, en donde se ordenó desconectarlo del respirador ante un supuesto problema de daño cerebral.
Los jóvenes padres, desesperados de que se permita vivir al niño y ser trasladado a EU para recibir la atención urgente a un problema de salud congénito y genético de una extraña enfermedad de la que son sólo 16 casos en el orbe.
El Papa Francisco, fue de los primeros en ofrecer ayuda a los angustiados padres que se niegan a dejar morir a su hijo, por lo que el Sumo Pontífice los alentó a seguir defendiendo la vida de su bebé y les ofreció el apoyo del Hospital Pediátrico del Vaticano.
También, el presidente de EU, Donald Trump, en su cuenta de twitter ofreció el apoyo a la pareja en el asunto del tema de la enfermedad de su pequeño hijo.
La paradoja es que el caso del pequeño Charly, acaparó la atención de los medios de comunicación del mundo, al luchar por sobrevivir y en otros foros se debate el tema de la guerra como un asunto de uso diario.
En Veracruz, a los periodistas, desde el gobierno de Javier Duarte, se le condenó a una persecución inaudita.
Ahora, no hay descanso para los colegas y medios de comunicación, que siguen bajo la lupa, cuando es cierto, desde los últimos dos mil años, hablar y escribir, si informar, decir las cosas ante los poderosos y los gobernantes, se ha significado desde siempre una postura de incomodidad y riesgo para quienes ejercen la libertad de pensamiento y de expresión, que hasta se convierte en el mayor peligro para su propia integridad y de sus familias.
Los periodistas, sin los grandes sueldos, se enfrentan con las grandes exigencias de la propia sociedad y de las diversas instancias en general, que les somete al escrutinio diario y a la revisión minuciosa de su trabajo. Y más aun a la agria critica desde las redes ciberespacio, que convierten al comunicador en el objetivo de sus ataques por cuestiones ideológicas.
Pero, por si esto fuera poco al riesgo profesional, ahora además es un deporte a una costumbre ociosa de que se les espié, y que más bien se debe a la preocupación por su labor, y se les vigila en todo su accionar a fin de encontrar algún error o falla para llevarlos a la picota y a veces sin mediar causa, más bien dejarlo culpable, antes que se les lleve ante la justicia.
Entre los políticos y los periodistas, en lo que si hay coincidencia es que se camina por la delgada línea roja, con la diferencia del dinero en la bolsa o en las cuentas bancarias. Y de que el periodista sale bajo su propio riesgo en un acto de compromiso social a cumplir con su misión. Y los políticos o poderosos a buen resguardo
A pesar de la precariedad del comunicador en su trabajo, es objeto de una lucha incesante para encontrarle algo de dinero en sus cuentas bancarias, aunque es difícil que alguien se pueda enriquecer con un bajo salario, que no es ni profesional, por lo que simplemente sin tener en que caerse muerto es el de mayor riesgo en el orbe cumplir con su tarea.
A los funcionarios públicos, les alcanza el tiempo para dar clases, aunque la respuesta sería y los estudiantes que culpa tienen de su ambición económica.
La gente de hoy ya se acostumbró a vivir con miedo y a los acosos de cualquier tipo, al estar siempre en una condición de ciudadano indefenso. Con material del libro: Los Retos del Periodista en la Epoca Actual.
Y a los políticos como AMLO que dicen “toma tu voto”, que recomiendan a los ciudadanos a reflexionar el voto, a quien también se le recuerda que dejo correr los excesos de los funcionarios en su corrupción, cuando fue jefe de gobierno en la ciudad de México. Aunque muchos políticos creen que la gente no tiene memoria. Así las cosas.