Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Cosmovisión
2017-06-25 | 21:19:25
Los avances tecnológicos y la histeria colectiva

En el difícil ejercicio de la labor informativa en pleno mes de que en México se celebra la libertad de expresión, ahora en la era del ciberespacio en donde todos son reporteros multimedia y se opina, se dan sesgos de comunicación, además de que se enfrentan entre unos, y otros que hasta se corrigen.

Además, hay quienes hasta se recomiendan así mismos, como los mejores y otros se posicionan por encima de todos en un afán de prepotencia, cuando lo mejor sería una tarea prudente de los que se sienten profesionales más que otros, porque pueden o saben mover uno de los llamados teléfonos inteligentes y hasta se montan en dueños de su propia verdad, que no es lo mismo tener la responsabilidad de escribir para medios formales en el día a día.

Es cierto, las redes sociales cibernéticas en la era de la comunicación "face to face" o mejor dicho en el lenguaje cristiano, cara a cara que antes fue un sueño, ahora cambió el paradigma informativo, y cualquier ser humano se convierte en su propio medio de comunicación y puede hacer, deshacer, y decir lo que le venga en gana siempre y cuando no ocasione daño o violaciones a las estrictas leyes reglamentarias que se han instaurado para evitar el riesgo de casos antes suscitados, por ejemplo en el estado de Veracruz.

Ahora, los propios teléfonos inteligentes y equipos que cuenten con los avanzados chip de transmisión por internet en diversos aparatos de la moderna tecnología, se pueden operar vía satélite y en tiempo real se procesan los datos de ubicación y de uso, hasta de cualquier movimiento del sistema en uso mediante el GPS.

Así, llegó el momento en que la nanotecnología aplicada a las comunicaciones permite que se amplíe el aspecto de localización de personas, vehículos y de todo tipo de equipos de uso reservado y vigilado, como hasta un aparato que se monitorea en materia de uso médico en pacientes diabéticos y de afecciones cardiacas.

Todo este avance, ahora se aplica a lo más impensado en el orbe, a vigilar periodistas y todo tipo de personas que en razones de sus ideas, acciones o pretensiones se les considere como peligrosos en razón de su condición de dirigentes sociales, empresariales y defensores de derechos humanos.

La peor carga de peso, en el mundo ha sido para los periodistas expuestos no sólo al peligro de una labor de riesgo por la información, sino que además ahora de todos lados se dice que son parte del monitoreo "espionaje" desde los famosos sofisticados sistemas de comunicación satelital perfeccionados por los países líderes en la materia, y que hasta ya los exportan, a donde no escapó la denuncia al campo mexicano, cuando en todos los países lo practican como parte de su hobbie y estilo de gobernar.

Desde las investigaciones del 11 de septiembre de 2001 en EU, este modelo de espionaje se puso en práctica y es como las instancias del gobierno estadounidense buscaron localizar culpables.

Ya después de todo lo acontecido en el vecino país del norte, hasta en los programas de sus conocidas cadenas de televisión en algunos casos hasta dan a conocer, que con su programa de espionaje, se pueden meter a un teléfono celular, encenderlo, ponerlo a trabajar y hasta operar el audio y el video a su antojo, además retransmitirlos a sus servidores como parte de una investigación y prueba de responsabilidad en ciertos casos.

Lo más lamentable de todo este marasmo de avances tecnológicos, es que se aplican en usos de banalidad, cotorreo y poco para la educación, o la eficientización de los servicios públicos y privados con las famosas aplicaciones.

Desde el hogar, una señora informa como una denuncia cuando le hacen lo que considera un acto arbitrario de alguna dependencia o por un servicio de cualquier índole, y lo pone en las redes sociales, como una muestra de poder y de defensa.

Así es el nivel del poder del ciudadano que hasta se convierte en un "periodista extremo" que reta a cuanto personaje se le puede poner enfrente en lo que bien se puede llamar el poder de los ciudadanos en la era del ciberespacio.

Todos pueden informar, todos pueden opinar y causar reflexión, pero siempre será una realidad que los profesionales del periodismo y la comunicación en el orbe, llevan el peso de hacerlo cotidianamente como un trabajo, y por lo mismo con apego a la ética y la calidad del servicio.

El famoso periodista español Ignacio Ramonet, que en un tiempo despegó a Le Monde Diplomatique en Francia en la o el internet (red) generó en el que aun nadie se pone de acuerdo, anticipaba lo que venía como el derribó a las más grandes torres del mundo en materia de medios de comunicación, y así los grandes emporios de la información en la era de la globalidad, tuvieron que adaptarse a los cambios o desaparecer como la famosa teoría de Darwin de adaptarse o morir. La realidad ganó a todos y los dueños de medios tuvieron que instalarse en las redes llamadas redes sociales.

Entre la gente se conoce y se dice, que los seres humanos todos en al mismo tiempo están viendo su celular, tableta o laptop, para enterarse o platicar con amigos de todo el mundo. Además conocer de las noticias que corren y muchas veces casi en la generalidad van como rumores que adelantan muertes y hasta dan como verdad hechos inciertos.

La nueva tecnología provoca muertes, sobre todo por el uso del teléfono celular en actividades de operación de vehículos y aparatos en el trabajo. La idea es que todos hagamos conciencia de mejor contestar o hacer uso del sistema cuando ya se está concentrado y no tratar de hablar o escribir y conducir al mismo tiempo.

Lo más grave de las redes sociales en la era actual es que aplicadas a la actividad política, todos al mismo tiempo, pretenden llevar agua a su molino, unos para supuestamente informar, aclarar y otros para conducir a la opinión pública.

Esta historia de la histeria colectiva que antes tanto criticó lo malo de un gobierno, que hasta lo derribó, ahora pretende hacer lo mismo por sistema, como una forma de creer que se tiene todo el poder para decidir en vidas y bienes de los ciudadanos y de subirse al pedestal hasta por encima de las instancias públicas y privadas, se presenta como una realidad. Y como diría EPN, es que nada les acomoda.

En otro asunto, uno de los más destacados periodistas de esta entidad, este 2 de julio cumple 57 años s deejercicio profesional y trabajando. Se trata del profesor Luciano Constantino que se desarrollo como corresponsal del Ovaciones, jefe de redacción del Decano, director del Universal de Veracruz, y colaborador del periódico Sur de Veracruz (hoy Imagen de Veracruz) con el maestro José Pablo Robles Martínez en toda una época muy corta pero constructiva en su hoja de servicios, que llega con el logró de su jubilación como jefe de prensa de la CFE en Xalapa.

Originario de Cerro Azul, con su llegada al puerto de Veracruz en 1966 con una carrera hecha en las instituciones armadas como instructor de deportes, y después ejerciendo la tarea docente y su tarea de periodista, es sin duda uno de los más reconocidos de la prensa escrita en esta entidad, en donde se destacó por su don de gentes, su profesionalismo y trabajo muy pulcro y rebasado de la ética.

A lo largo de estos 57 años de ejercicio profesional en medios impresos y en la comunicación social, el profesor Luciano Constantino Ramírez, con su recordada columna del Panuco al Tonalá, ahora entra a una etapa con su columna "Tercera", a punto de iniciar en diversos medios impresos en esta entidad por aquello de la oportunidad de entrar a la tercera edad estoico, productivo y pensante.

A sus 75 años, el profe Luciano, jovial y lector consumado, con el libro de don Angel Hermida, en sus manos de las crónicas del académico de lujo originario de Alvarado y bien recordado maestro, también se da tiempo para estar con el fino pulso en la mano con una copa en la bohemia con sus muchos amigos al compartir y convivir los sábados con los que dice platicar, recordar y departir es una delicia con las remembranzas del pasado,

Pero la realidad del presente y la ventaja del futuro de estar vivo, sano y vigente, y con el paso de los años, sumando amigos a los que se les ha servido con pasión y entrega, dice el hombre de la eterna barba de candado y de la mirada que escudriña el alma, además de su voz de ronca, que sigue siendo la misma de calidez en la redacción, pero muy firme por el don de mando siempre. Por eso aquello de la coincidencia en el nombre del famoso Profesor "Lucky" Luciano del periodismo veracruzano. Felicidades, maestro y muchos años más de lujo por venir. La prensa jarocha ya preparando un merecido homenaje con su eterno amigo José Antonio Montenegro, el rey de la lente y de las estrellas también. Así las cosas.

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