Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Cosmovisión
2017-06-11 | 21:00:51
Ideología y poder

El efecto del poder ante las masas es más cercano y a veces más distante cada vez, cuando el voto corporativo se aplica y se usa en este país como un instrumento de sumisión.

También, el poder y la ideología tienen su propia lucha, cuando entre unos y otros se busca denostar para buscar encumbrar a quien desde el manejo y operación de los medios de comunicación se pretende dirigir a la opinión pública, pero que no pueden llegar a las mayorías.

En los medios, hay los que buscan estar con melón o con sandía, pero también los que pueden vivir en la objetividad del ir y venir de los poderosos y no están a la espera de nada, más de que se siga con la voluntad popular.

En esta semana que concluyó, hay datos que confunden, cuando el conductor del noticiero de Megacable, Paco Ramírez, en la entrevista con el famoso columnista Julio Hernández, este se lo llevó con la inercia y sólo con decir palabras altisonantes al aire, lo que demuestra el bajo perfil cultural, académico y de educación. Así como de quienes las pueden escribir en una clara tendencia de molestia o hartazgo, pero que no resuelven ni ofrecen claridad a las problemáticas.

Pero la histeria, aplicada a la historia de unos pocos, no se traduce en las demandas de las grandes mayorías de este país, que han aprendido a no ser utilizados como carne de cañón, de lo que ya saben que no van a ofrendar sus vidas por el capricho de unos cuantos, que comen bien, viven bien y solo pretenden enardecer al pueblo para que protesten de todo lo que se pueda y hacer el conflicto.

En la “objetividad” que los teóricos de la comunicación dicen que no existe, es común mantenerse al margen de las problemáticas y se acude a la visión de observar, describir y de cumplir con informar.

También, hay quienes en aras de demostrar un alto grado de academia y de ser parte de la alta escuela del periodismo se pueden citar y citar a todos los teóricos posibles famosos en el orbe, pero se mete la pata cuando se menciona como fuente a quien menos se puede decir profesional del periodismo.

Aquí, es donde nace una de las frases del colega Ricardo Ravelo, sobre los famosos “reporteros multimedia” que escriben unas cuantas palabras o frases en las redes sociales y sienten ya que son parte de lo más granado del periodismo.

La ideología es parte fundamental del ser humano y todos los que ejercen una tarea pública mediática profesional, deberían poner en práctica, lo que con apego a la ética es el esquema recomendado por el maestro José Pablo Robles Martínez, profesor de una gran camada de generaciones de periodistas de la UV y de la UNAM, muy afamados y prestigiados por su desarrollo y desempeño, quien siempre ha sostenido escuchar a las voces de todos los colores.

O como también lo hacía y decía generoso con sus pares, el profesor Alfonso Valencia Ríos, en las charlas de café, cuando una vez se le propuso una reunión para reconocerle su trayectoria de varias décadas en el periodismo, “voy con gusto pero si veo a un político, me salgo”.

Esa delgada línea entre periodistas y políticos, se convierte ya en abismo, porque después de la frase de “prensa inmunda”, o de muchas otras de repudio hacia algunos de los integrantes de los medios informativos hasta con recordatorios familiares, demuestra lo que cada vez fragmenta más el trabajo de los periodistas, con poco pago a cuenta de mucha responsabilidad y de el mayor riesgo por su ejercicio.

Ante la exigencia de que la prensa no investiga, y la respuesta oportuna es: “no somos ministerio público”.

La histeria colectiva no es posible, por quelas grandes mayorías no comulgan con la idea de acceder al poder o de preocuparles quien va a ocupar un puesto público, porque saben que eso y nada es lo mismo, cuando el político se transforma en el enemigo público número uno o cuando además se pretende ser dueño de la verdad y de la voluntad de los gobernados.

El pueblo, vive su propia realidad, la de resolver su propia situación económica y de atender con trabajo sus necesidades, porque tampoco es cierto quienes dicen que a las mayorías de les da todo desde el gobierno y aun así siguen exigiendo.

Los neoliberales siguen gobernando, siguen haciendo negocios, siguen mejorando en sus fortunas y eso a la gente no le interesa, porque vivir en el día a día, puede dar más felicidad a diferencia de quienes roban del erario público y no pueden vivir y menos dormir, porque tarde o temprano tienen que vomitar y hay quien dice que hasta les llega el problema con más complicación como si se tratara del “vomito negro” devolverlo todo aunque duela. Así las cosas.

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