Varios se han de preguntar que si un debate sirve realmente para algo y cuáles son sus verdaderas finalidades, pues en los quehaceres de las campañas políticas se presentan con mucha regularidad y cada quien en su nivel que le corresponda.
Se han visto los grandes encuentros de candidatos específicamente en tema de la política y claro que se presentan categorías y se determinan por los protagonistas, los que saben de esta práctica o ejercicio y aprovechan las ocasiones para intercambiar ideas y plantear propuestas que ayudan al que los ve y escucha, para normar un criterio y así tomar la mejor decisión cuando se trata de un candidato.
Y un tema de debate de aceptarlo o no, es como aquél que piensa que todo lo sabe y que ya no es necesario aprender más. Me encontraba en la postura de la duda, no porque en lo particular conozca las profundidades de la jerga politiquera, sino por las formas de cómo se presentan hoy en día las que vemos y escuchamos de los políticos de altos y bajos perfiles.
Pero debo aceptar que cualquiera que sean sus categorías, es sensacional involucrarse en estos temas, porque así como se aprende conocer aspectos buenos y nuevos, también de los malos y viejos vicios que nunca cambiarán.
Pareciera que los debates entre contendientes, fueran una oportunidad para despotricar, desahogar y sentenciar con críticas lo peor de las conductas como militantes o funcionarios públicos. Cierto es que se pueden alcanzar estos temas con madurez y respeto, pero no al estilo coloquial de los que utilizan la reyerta para hacerse notar.
Estuve muy pendiente de lo que ocurrió en el debate que protagonizaron los candidatos aspirantes a la alcaldía de Coatzacoalcos. Siete de los ocho que estuvieron presentes en los salones de un hotel al poniente de la ciudad, tuvieron su primera vez en estos talleres propios de una aspiración a un cargo de elección popular promovidos por el Consejo local del OPLE.
Una minoría de la población se pudo enterar y pocos de las redes sociales, tuvieron el gusto de interesarse en este ejercicio que tuvo la finalidad de conocer más a fondo lo que cada cual de los candidatos como; Jesús Moreno Delgado del PAN-PRD, Luis Fernando Guízar Valladares del PES, Jorge Yunis Manzanares de MC, Adán Escobedo por PANAL, María del Carmen Hernández Esponda por el PT, Víctor Carranza de MORENA y el Independiente Esteban Valles Martínez, pudieron exponer.
Hubo coincidencias en sus presentaciones y deseos, porque desearon lo mejor para nuestra comunidad, sin embargo, también hubo incongruencias en algunos casos, pero lo que sí fue claro, es que nadie concretó cómo y de qué manera se podrán lograr esos deseos. Se habló de programas para regresar los desayunos a los centros educativos, acción que sí me pareció bien, tomando en cuenta que, en el entorno donde tenemos la oportunidad de convivir, conocemos historias de niños y jóvenes que si acaso tienen en el día dos comidas, muchas de las veces es el primero de los tres alimentos el que no pueden darse el lujo de tenerlo, y es precisamente el desayuno.
El tema de la inseguridad fue tratado por todos y quizá el más delicado, porque aunque lo externaron con suma energía, la realidad es que cualquier programa y estrategia para su desarrollo y práctica, casi a ningún gobierno de cualquier color partidista le ha funcionado, porque este cáncer de nuestra sociedad radica en la idiosincrasia.
Se expuso la creación de más universidades, pero para qué otras, si de las que existen, sus egresados, no encuentran trabajo inmediato para desarrollarse y, además, si acaso logran encontrar, son mal pagados. Qué habrá rendición de cuentas y que mejorarán los servicios públicos, pues estas son las obligaciones que ya no tienen caso debatirse, sino solucionarlos.
Pero me quedo con la buena intención que los exponentes trataron de hacer, porque sirvió al menos, saber de la seguridad con que lo manifestaron, desde el timbre de voz con que lo hicieron y si en este caso, el candidato del PRI-PVEM no estuvo presente y que afirma que no había necesidad de compartir en este tipo de tareas, porque lo suyo es más directo, debatir con la gente, pues se equivocó porque bien se dice que al que a político se mete o se ve envuelto, tiene que aprender de la crítica, porque era el momento de exponer a su manera y en forma diferente el tema del cual están sometidos a este acto de comunicación donde los aspirantes concretamente a una alcaldía pueden llegar a los que, quizá no tengan manera de ir a una concentración o mitin de apoyo, pero sí a través de las nuevas herramientas que nos brinda la era modera para que, sin estar ahí, poderlos ver y escuchar y tan en vivo, como si se estuviera presente.
Y me quedé con la buena intención de conocer lo que Don Carlos Vasconcelos quiere hacer en caso de que el voto de los ciudadanos lo lleve a ocupar el cargo de presidente municipal, porque posee la espontaneidad, como la gente habla y claro, éste se trató de un debate formal, donde hubo un script, igual para todos y con un moderador, era la oportunidad de conocer también cómo ha sido su liderazgo en el sector obrero, ahí donde sostiene sus bases de gran personaje y que le ha dado el matiz de saber apoyar.
Lo que en mi particular punto de vista no me pareció, es quién formuló los temas que ahí se presentó a los debatientes, porque dejaron mucho que desear. Pareciera que todo fue a las prisas. Hubiese querido que los temas fueran más atrevidos. Pero en fin.. Se hizo el primero y ojalá, hubiera un segundo, pero más difundido para que todo el municipio de Coatzacoalcos se entere...





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