A quince días de finalizar las campañas de los partidos y candidatos que buscan la confianza del electorado y afortunadamente sin esa reyerta que disgusta a los intelectos y gente responsable de lo que opinan todos, ningún aspirante a la alcaldía de Coatzacoalcos, se ha atrevido a reunirse con los cientos de deportistas que en edad de votar, quisieran saber qué tienen entre manos en el caso de que cualquiera sea el ganador.
Es oportuno mencionar, porque mientras las peroratas se escuchan por doquier y en su mayoría en las colonias populares, donde saben que existe gente al que aún los pueden convencer, pasan y pasan como si fueran frutas y verduras, ofreciendo su mejor condición de “ayudar” en caso de que el voto de la gente los lleve al poder, sin embargo, dos candidatos han mencionado algo para el tema del deporte, pero hasta ahora, ni el pinto, ni el colorado, se ha pronunciado para dialogar y dar ejemplos.
Los deportistas desean a través de la dialéctica conocer con realidad qué se prepara para este sector que sigue estando olvidado y que a través de los años ha recibido sólo migajas.
Sigue siendo la obra del Dr. Marco Antonio Castellanos López, exalcalde de Coatzacoalcos la infraestructura más grande que se haya hecho en la historia para el deporte. Ahí está como muda testigo, la Unidad Deportiva “Rafael Hernández Ochoa” edificada en el trienio 1976-1979, que a pesar de haber sido de un gobierno opositor emanado del desaparecido Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, sí logró un gran legado a los futbolistas, atletas, basquetbolistas, voleibolistas y beisbolistas.
Desde entonces se ha quedado en el intento construir una nueva, que ya no sería Unidad Deportiva, sino que Ciudad Deportiva, donde se concentre todo; alberca, Gimnasio, otra pista, canchas dignas para el futbol y populares, con salones especiales para conferencias, centros de entretenimiento familiar, etc., que es necesario para nuestra ciudad.
Todos van hacia los puntos claves donde quieren convencer a los ciudadanos, para solucionar las irregularidades del abastecimiento de agua potable, (que por cierto, nadie ha sacado como bandera las escasez de este vital líquido hoy en varias colonias de la ciudad), alcantarillado, alumbrado, limpia pública, seguridad y empleo, pero menos el tema del deporte, que puede ser base fundamental para bajar el alto porcentaje de obesidad que existe en nuestra sociedad y que daña colateralmente el presupuesto de un gobierno.
Si bien es cierto, que Don Carlos Vasconcelos Guevara, candidato del PRI-PVEM ha hecho comentarios de que él tiene un avance para que, de ganar la presidencia municipal, el sueño que trae es construir una Ciudad Deportiva. Pues sí lo ha dicho y ha ejemplificando en qué lugar se construiría. De la misma manera se ha pronunciado la aspirante del PT (Partido del Trabajo) María del Carmen Hernández Esponda, pero hasta ahora, no se ha sabido de ninguna reunión abierta con todos los deportistas, que sería de mucha importancia para conocer sus necesidades, pero sobre todo las opiniones que ahí recogerán, porque el político hace politiquería y desconoce la realidad de este sector.
Es decir, un foro de consulta para interactuar con los dirigentes de ligas u organismos deportivos, con practicantes de cada deporte sería interesante y el candidato que lo pudiera hacer se habrá de sacar un “10”, porque desde estas luchas podrán saber a qué le tirarán como alcalde para este sector que tiene un alto porcentaje de votos en época de campaña electoral. Los días avanzan y los deportistas esperan quien será su “gallo” en las elecciones del 4 de junio para saber si la tan soñada Ciudad Deportiva se hará realidad o seguirán esperando.
Mientras tanto, el proselitismo avanza y todos a marchas forzadas porque se acerca el momento de saber cómo van en sus quehaceres de convencimiento. Y en apariencia todos sudan la gota gorda, caminando, saludando y conociendo en esta simpática y “carnavalesca” campaña electoral, al estilo de siempre, casa por casa, colonia por colonia, aunque no todas, las van recorriendo uno y otro aspirante.
Es evidente que ya saben algunos que las cosas no les van como quisieran. Saben que tienen su derrota anunciada y desde el mismo día en que aceptaron su postulación, pero van en busca de algo, pues se trata de ganar cuando menos una regiduría, y se preguntará el ciudadano, ¿para qué?.




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