En la cúpula nacional del PRD existe enojo porque los acuerdos que se establecieron para signar la alianza con el PAN en Veracruz con la cual ganaron la elección para gobernador el pasado 5 de junio no han sido cumplidos.
La molestia ha llegado a niveles fuertes porque en las últimas dos semanas el gobernador electo, Miguel Angel Yunes Linares ha cancelado la reunión para revisar los acuerdos y cumplir con ellos. La mayor parte de estos estriban en las posiciones que no le han sido concedidas al partido del Sol Azteca.
En la dirigencia nacional de ese partido no ven claro, aún cuando ya han pasado más de cuatro meses de los comicios donde la alianza se alzó con el triunfo, y menos voluntad para que Yunes se siente a hablar de dichas negociaciones, pues las posiciones fueron preestablecidas antes de los comicios.
Las secretarías de Gobierno, Desarrollo Social, Protección Civil y Agricultura son las que se encuentran sobre la mesa. La última cita para el encuentro con la cúpula perredista programada para el jueves de la semana pasada en la ciudad de México, por tercera ocasión, fue cancelada por el gobernador electo.
Bien, se dice que el único amarre que se encuentra seguro es el del diputado local, Julen Rementería, con quien pactó la senaduría en el 2018. Pero además mientras esto ocurre la secretaría de Infraestructura y Obras Públicas también es para el ex alcalde porteño.
Los del PRD han visto que estas negociaciones previas ya se cristalizaron con Rementería pero no con ellos, sobre todo cuando el PRD siente que se debe a su presencia en las urnas lo que le dio el triunfo a Yunes, pues fueron más de 180 mil votos los que se captaron en la pasada contienda.
Lo que Miguel Angel y el PAN, sin embargo, minimizan, pues consideran que los votos obtenidos fueron menores a la presencia que el PRD tuvo en pasadas elecciones.
Lo cual es cierto pues el Sol Azteca pasó de tercer a cuarta fuerza electoral en Veracruz, al ser rebasado por MORENA, a donde se fueron muchos de sus votos a manera de protesta tanto por la alianza hecha con el albiazul como con el mismo perredismo, al que señalan de ser rehén de tribus que han vendido la causa.
Lejos de ganar fuerza ese partido de izquierda ha perdido presencia en la entidad. Y es de donde se agarra Yunes y su equipo para ir prorrogando el cumplimiento de su acuerdo.
Lo que no ven los del Sol Azteca es que no tendrán ninguna forma de obligar al panista a cumplir con el pacto, pues fue precisamente como un crédito a la palabra, lo que se hizo para formalizar la alianza y hoy se encuentra tambaleando. Es decir, los de izquierda que se afilan las uñas para conformar el gabinete de dos años próximo se podrían quedar chiflando en la loma.
Por cierto que en medio de las denuncias públicas a las que regresó Yunes Linares, después de un periodo de silencio, al acusar a Fidel Herrera y a Javier Duarte de promover la delincuencia organizada, se ha visto mal que la diputada local electa, Mariana Dunyasca salga en defensa del mandatario electo.
Ella recientemente abordó el tema de que el ORFIS presente públicamente el saqueo de recursos por parte del Gobierno de Duarte, cuando desde la cámara federal, el PAN realizó las observaciones por múltiples anomalías en las cuentas 2011, 2012, 2013.

En ese tenor hizo “un llamado fuerte y contundente a Enrique Peña Nieto a que reciba ya a Miguel Ángel Yunes Linares, pues el daño que le hicieron a Veracruz no tiene precedente”.

Y es que la ex diputada federal debiera no evidenciar la debilidad de Yunes a quien, ya se ha dicho, por algo no es recibido por el Presidente de la República, a diferencia de otros gobernadores electos incluso de su partido que alcanzaron el triunfo el mismo día de la elección.
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