Atreverse para vencer resistencias parece ser la premisa ideal de Enrique Peña Nieto a lo largo de su vida.

Así llegó al poder presidencial de este país y al gobierno del estado de México, venciendo inercias, atreviéndose a ser con mucha decisión.

Hoy el país esta postrado a causa de los fenómenos económicos mundiales que han afectado al desarrollo de sus famosas “reformas estructurales”.

Pero, Peña Nieto con sus decisiones e indecisiones y enfrascado en una lucha directa en contra de la corrupción, inseguridad y la transparencia en el uso de los recursos públicos, sigue dispuesto a mantener al PRI en el poder presidencial en el 2018.

Se trata de un país, en donde se ha lastimado a los pobres, a los que menos tienen, pero también, las causas no son atribuibles del todo al gobierno federal, por tener que enfrentar una época de crisis económica mundial.

Aunque, con la más baja calificación de aceptación a su mandato en este momento, Peña Nieto llega a la recta final de este sexenio, enviando mensajes discursivos de que el PRI no está muerto y de que van a conservar el poder presidencial en el 2018, porque están en la lucha.

La coincidencia general de los analistas, columnistas y expertos en las mediciones de la opinión pública, discrepa de la visión presidencial y adelantan ante un juicio sumario de que el PRI ya no podrá competir en el 2018.

Pero en política no hay muertos, y ahora surgió en los últimos días una gran idea que alertó positivamente a propios y extraños, desde las parcelas priistas reunidas en el estado de México en un conclave de legisladores federales con su dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, si es que cierto reza, los santos y dioses aztecas ya le escucharon, cuando en el tumulto alguien vio al ex rector de la UNAM, doctor José Narro Robles, como la solución a la candidatura presidencial en el 2018, y se hizo el milagro para quitar el estigma a lo que dicen es crónica de una derrota anunciada.

También, hay quienes creen en el 2018, la caballada famélica de la partidocracia de este país, aprovecha todo para llevar agua a los secos molinos, ausentes de sensibilidad y de programas para poder enfrentar a la peor crisis petrolera de todos los tiempos en estos lares a causa de la baja en el precio del petróleo de exportación.

Por lo pronto, Peña Nieto, se puso el overol y para trabajar de cara al proceso electoral en el 2017 y en el 2018, ambos claves para el futuro del PRI, al cambiar el formato de su mensaje de informe presidencial y reunirse con 300 jóvenes seleccionados estrictamente a lo dispuesto por los ideólogos.

Se trató de cambiar la visión de todo un país, en donde lamentablemente a los jóvenes se les han cerrado todas las oportunidades de superación, de estudiar y de obtener un empleo, pero lo más grave es que se han visto perseguidos y víctimas de un sistema que no ha podido darles una realidad a sus sueños y por el contrario, se les detiene en sus deseos de contar con espacios dignos para hacer deporte, desarrollar talentos y en general, tratar de poder ser felices.

Se trata de un mundo en donde sin reglas y en el desorden de la legalidad, no hay restricciones de horarios para la ventas de bebidas embriagantes en tiendas de conveniencia.

Se fomenta el consumo de alcohol en la juventud y luego, los quieren estudiantes exitosos y emprendedores.

Se debe empezar por establecer una división, un alto a lo malo que afecta a los jóvenes en este país y darles opciones de superación y crecimiento.

En la actualidad se da importancia a lo superfluo, como diría Miguel Angel Cornejo, se da relevancia a las debilidades, cuando lo que hay que hacer es darle impulso a las fortalezas, a sus talentos.

En el desarrollo humano se debe atender hacia los cambios positivos de las personas para mejorar, para potenciar la mente, los talentos, la lectura, los valores humanos, el respeto a la naturaleza y todo aquello que eduque y forme a las personas con una visión de éxito.

Nunca es tarde para aprender, desde que se nace hasta que se muere, se forma el individuo en condiciones instintivas y de observación.

El presidente Peña, apuesta a hacer política alejado del manual tradicional priista y por lo mismo se ajusta a los nuevos tiempos de la modernidad, del avance de la tecnología en la era del ciberespacio para acercarse al pueblo, a la prole, como mandan los cánones de la alta política hacia las grandes mayorías.

Los jóvenes son mayoría en el padrón electoral, la pregunta es de que si aún hay tiempo para cambiar el rumbo, y dar el golpe de timón, cuando el barco zozobra y está en peligro de hundirse.

Las reflexiones del Banco de México de Carstens, es de que ha crecido el endeudamiento en los últimos años y la decisión a disminuir el gasto público de bonos y privilegios de funcionarios no se ha dado, además de una medida necesaria de que se bajen los sueldos porque existe una diferencia abismal entre el salario mínimo y lo que gana un servidor público de mediana categoría.

Las medidas últimas de aumentar los precios de combustibles y de incrementar el costo a la tarifa comercial de la energía eléctrica se repercute siempre en el último eslabón: el pueblo.

Bien se vería un pacto económico, pero en donde se aplique desde las esferas del gobierno federal para atacar ese gasto innecesario en quienes no gastan en la despensa de la casa, y darle mayores beneficios a los que menos tienen, a los de pie.

En otro asunto, comenzaron en el estado de Veracruz, las festividades por el mes patrio, el doctor Flavino Ríos, secretario de gobierno, le correspondió encabezar la primera actividad con la presencia de los poderes estatales y la destacada participación de la sociedad civil y del sistema educativo.

El comentarista cultural, Nicolás Alvarado, ahora ya no tiene chamba, por su renuncia obligada a Tv UNAM. Ni con Brozo en Televisa podrá trabajar, por el cambio de la barra programática Ahora “Nico”, ni modo a vender enciclopedias por pendenciero y clasista, al criticar al cantautor Juan Gabriel, en pleno duelo de sus fans provocó la ira colectiva de millones de mexicanos. Así las cosas.