Tiene un mar de fondo la agresión que recibiera Miguel Ángel Yunes Linares, acompañado por Ricardo Anaya y Santiago Creel al salir de una conferencia de prensa en la ciudad de Xalapa. No se olvida que el líder del Movimiento de los 400 pueblos, César del Ángel ha estado varias veces en la cárcel y el último que lo liberó fue Miguel Alemán.

Es una historia que se remonta a varias décadas atrás y que sobre todo no olvida quien pasó muchos meses en el cuarto de una prisión.

Acusar el líder nacional del PAN al gobernador Duarte de Ochoa como una persona que está afectada de sus facultades mentales es una denuncia muy grave que amerita la intervención de otras autoridades y el dirigente partidista para hacer ese tipo de aseveraciones requiere el aval de conocimientos mentales de algún médico psiquiatra. Desde que Ricardo Anaya era secretario privado del gobernador de Querétaro, Francisco Garrido le decían el “cerillo”, porque todo al que se le acerca lo quema.

Si bien es cierto para las personas que han visto últimamente al ejecutivo estatal, además de haber adelgazado y perdido cerca de treinta kilos, aseguran que su rostro se ve demacrado y que lo más seguro es que pase las noches en vela. Algunos reporteros de la fuente que cubren las actividades del gobernante afirman que sufre diabetes.

De acuerdo a opiniones de médicos, quienes aseguran que la sintomatología de su estado físico podría entrañar que padece esa enfermedad.

Lo absurdo de las leyes

En la actualidad se sigue considerando el aborto como un delito, con excepción en la ciudad de México. En todo el país se permite cuando es producto de una violación, pero solo en 24 estados se acepta cuando corre riesgo la vida de la madre, y solo en catorce si hay malformaciones congénitas. Para el resto de las eventualidades el aborto se ve como un crimen y no como un derecho. Cuando el crimen en realidad es otro, el que pone en peligro no solo la libertad, sino la vida de las mujeres que deciden hacer uso de su derecho, sí, su derecho a decidir.

El obligar a las mujeres a traer a un niño no deseado al mundo y en la mayoría de los casos con un padre ausente, ese sí, es un verdadero crimen.

La criminalización del aborto es sin sentido. La Suprema Corte de los Estados Unidos lo declaró anticonstitucional, Barack Obama lo celebró y aseguró que su fallo protege los derechos de la mujer y de su salud.

Los ministros de la Suprema Corte de México discutirán esta semana para que consideren que el aborto es una práctica médica que se asegure en todo el país sin que importen las razones. Para que voten a favor de la vida, de la mujer que ya nació, esa que está viva y tiene una vida que desarrollar y no la que se ve orillada a ponerla en riesgo por nuestras absurdas leyes.