Después
de Nuevo
León sigue
Veracruz
Al fin se decidió
el gobierno
federal de
Enrique Peña
Nieto acabar
con la impunidad
de los
gobernadores
de México y se
lanzó con todo
en contra del
exgobernante
de Nuevo
León, Rodrigo
Medina , a l
embargarle sus
bienes y el de
sus familiares,
así como de
once miembros
de su gabinete.
Las acusaciones
son de
tipo penal muy
serias que van
desde el peculado,
daño
patrimonial,
ejercicio indebido
de funciones
y coalición.
Dentro de estas
acciones figura
el desafuero de
varios diputados
federales. En total se presentaron cargos
en contra de 30 personas que laboraron con
el exgobernador Medina de la Cruz.
Esta noticia acalambró en serio a los miembros
del gabinete de Javier Duarte de Ochoa,
a familiares del ramo de su esposa y a los diputados
federales que creyeron que estaban
a salvo con el fuero. Figuran también en la
investigación empresarios que resultaron
favorecidos con obras que nunca realizaron
y los banqueros que se prestaron a estos
movimientos de la licuadora estatal donde
manejaron a su antojo los recursos públicos
tanto federales como estatales.
Lo interesante de la noticia es que se produjo
horas antes de las elecciones de gobernador
por el estado de Veracruz, donde los
tres candidatos con más posibilidades prometieron
al electorado que meterían a la cárcel
al mandatario, miembros de su gabinete, a
las famosas primas Macías que realizaron
los millonarios eventos de los Juegos Centroamericanos,
carnavales y las fiestas de la
Candelaria y de la Cumbre Tajín.
En ese entonces, el gobernador Miguel
Alemán Velazco presentó una iniciativa en
donde no prescriben los delitos que hagan
los funcionarios estatales o sea que estas acciones
que emprenderá el nuevo gobernante
veracruzano se puede remontar a la cuestionada
administración estatal de Fidel Herrera
Beltrán y los miembros de su gabinete donde
coincidentemente figura el entonces secretario
de Finanzas y actual gobernador Duarte
de Ochoa.
En esta lista figuran de manera especial los
cinco titulares de la Secretaría de Finanzas,
los entonces secretarios de Educación, Desarrollo
Económico, Obras Públicas y toda la
pandilla que manejó recursos públicos del gobierno
estatal durante los últimos once años.
Los nombres de Harry Grapa, Gabriel
Deantes, Tarek Abdala, Edgard Espinoso
y tantos otros donde se empiezan a tomar
medidas cautelares de tenerlos ubicados y
evitar que puedan fugarse. El ejemplo anticorrupción
que está en plena acción en el
estado de Nuevo León tomará un perfil más
escandaloso en la entidad veracruzana. El
desvío en aquel estado norteño asciende a tres
mil 600 millones de pesos, el de Veracruz es
más elevado, de acuerdo a los informes de la
Auditoría Superior de la Federación. Para
colmo surgieron las empresas fantasmas.
Lo extraño de este evento son las fechas
cuando están en marcha los resultados de las
elecciones y que sean priístas que se consideraban
intocables por estar dicho partido en el
poder y supuestamente había compromisos
entre los gobernadores del partido tricolor y
el presidente Peña Nieto.