Ayer se publicaron las encuestas de la empresa veracruzana Impulsos, considerada como la más acertada por su historial en todos los procesos electorales realizados. Reconocida por el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán cuando se le dio a conocer de manera anticipada que tenía solo un punto de ventaja sobre su adversario el panista convertido en funcionario priista Gerardo Buganza, cuando Herrera Beltrán aseguraba que arrollaría al exsenador panista.

Desde aquel entonces solicitó los servicios de la institución de estudios de opinión que es dirigida por egresados del Tecnológico de Monterrey y de la Universidad de Columbia de Nueva York.

Impulsos coloca como ganador a Héctor Yunes Landa muy pegadito a Cuitláhuac García de Morena y Miguel Ángel Yunes Linares en tercer lugar.

Se reconoce que en Veracruz el partido tricolor es el que cuenta con la mayor estructura que le permite vigilar y controlar el cien por ciento de las casillas. El mayor problema que tienen los priistas es la mala imagen del gobernador y el reciente escándalo de las empresas fantasmas donde funcionarios del gabinete desviaron recursos públicos millonarios.

En dicho estudio de Impulsos los candidatos de los partidos considerados como pequeños y el independiente sus porcentajes fueron muy bajos y lo más seguro es que perdieran su registro usando como salvavidas su alianza con el PRI y con el PAN.

La mano de Osorio

Versiones que circulan en la ciudad de México es el interés de algunos miembros de la clase política del PRI, porque no triunfe el candidato Héctor Yunes Landa porque posicionaría a Manlio Fabio Beltrones como aspirante presidencial con posibilidades para el 2018.

Este argumento se maneja en la Secretaría de Gobernación donde su titular Miguel Ángel Osorio Chong sería uno de los aplicados en que ocurriera este tropiezo para ayudar a su amigo tocayo de la alianza panista. El beneficio sería eliminar a uno de sus fuertes competidores del partido tricolor para la “grande”.

El derrumbe del cacique

El mito del exalcalde Marcelo Montiel como eficiente operador político en el municipio de Coatzacoalcos se ha venido derrumbando y en la última elección federal de ese distrito perdió su candidato y dan como un hecho que en esta ocasión le repitan la dosis.

Él asegura que tiene el control de un vasto sector de militantes priístas y de manera especial del sector femenino al que envía regalos costosos con recursos públicos. Dejando a un lado a los trabajadores petroleros quienes son la mayoría y son los que inclinan la balanza electoral.

El aspirante priísta, Víctor Rodríguez Gallegos, trae el sello montielista y por su paso por la Sedesol federal está marcado por la corrupción, anda en busca del fuero. El propio gobernador Javier Duarte afirmaba que estaba condenado a la derrota porque nadie lo quería.