Hay encuestas como la del periódico El Financiero no se sabe si la publicación fue para ayudar al que la encabeza o para perjudicarlo. En ella afirman que “a cinco días de que se realicen las elecciones el candidato de la coalición Para Mejorar Veracruz, Héctor Yunes Landa con 36 % de la intención de voto, seguido por el abanderado de la alianza Para Rescatar a Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares con 34 % y Cuitláhuac García Jiménez por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con 25 %.

“Las campañas han cambiado, el cambio de las preferencias de abril a la fecha se debe, en parte, al deterioro en la imagen de los punteros, principalmente de Yunes Linares.

“El nivel de conocimiento de los punteros aumentó en las últimas semanas, pero también creció su proporción de opiniones desfavorables en un contexto en que el tono de las campañas ha sido negativo.

“Por el contrario, el abanderado de Morena también creció en conocimiento, aunque en su caso las opiniones favorables casi se triplicaron, García subió 10 puntos, Yunes Linares cayó 9 puntos y Yunes Landa cayó 2 puntos.

¿ A quién tratan de ayudar con esa publicación?

“Según el sondeo, los punteros obtienen su apoyo en los electores con menores niveles de escolaridad, mientras que el de Morena es más popular entre los votantes con estudios universitarios.”

Si pierden habrá cárcel

En estos últimos días de las campañas electorales para la minigubernatura de Veracruz circulan versiones muy especiales, cuya fuente primaria es la Secretaría de Gobernación, cuyo titular Miguel Ángel Osorio Chong, advirtió al gobierno estatal de Javier Duarte de Ochoa con las siguientes sentencias: Si gana Miguel Yunes Linares ustedes irán a la cárcel y si gana Cuitláhuac García el gobierno federal los meterá a la cárcel.

Así que no hay de otra, el triunfo de Héctor Yunes Landa es vital para la tranquilidad temporal de las dos pasadas administraciones estatales priistas.

No me ayudes compadre

Nada es conveniente para los candidatos del PRI a gobernador y diputados locales seguir propalando el cuento de las reuniones del aspirante de Morena, Cuitláhuac García Jiménez se reunía con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, hasta dos veces por semana.

Esta versión se considera como traición al partido tricolor y ameritaría la expulsión del ejecutivo estatal de las filas del instituto político. Por otra parte, utilizar recursos públicos para una campaña electoral es considerado como un delito electoral y ameritaría un castigo de orden judicial.

Aunado al serio problema mediático de crear una imagen negativa de lo que es considerado como el primer priista en la entidad. Si esto ocurre con el partidario número uno, qué se podría pensar de los demás miembros de los comités estatales y los cientos de miles de afiliados al partido político en el poder.

Hay ciertos comentarios que en lugar de ayudar perjudican seriamente.