Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Flavino al bat
2015-07-21 | 09:27:52
Desde el 2 de febrero de este año, fecha
en que se reunieron en privado en Casa
Veracruz, comenzó a correr la versión
de un presunto pacto entre el gobernador
Javier Duarte y el senador priísta
Héctor Yunes, aspirante a sucederlo en
la gubernatura en 2016.
Primero, la versión cobró verosimilitud
por el notorio viraje del crítico
discurso de Yunes Landa hacia el Jefe
del Ejecutivo y su administración. Pero
luego cobró más fuerza cuando a la
semana siguiente su comadre Yolanda
Gutiérrez Carlín tomó posesión de
la Secretaría de Protección Civil del
estado, no obstante que 23 días antes
había vetado públicamente para ese
mismo cargo a Jorge Moreno Salinas,
otro de sus incondicionales.
“En los días recientes diversos medios
de comunicación han difundido
la versión de (que) uno de los más destacados
aliancistas de nuestro estado:
mi compadre, mi amigo, mi hermano,
Jorge Moreno Salinas, asumirá el cargo
de Secretario de Protección Civil en
nuestra entidad. Quiero precisar, sin
mayor detalle, que Jorge no rendirá
protesta a cargo alguno, al menos en
el próximo año, 10 meses y 13 días.
Y que desde la sociedad civil seguirá
construyendo el relevo institucional de
Veracruz”, expresó el sábado 17 de enero
en la comida de Alianza Generacional
realizada en el puerto de Veracruz Yunes
Landa, quien por esos días protagonizaba
una fuerte confrontación pública
con Duarte por la iniciativa de reforma
política-electoral que el mandatario
veracruzano acababa de proponer al
Congreso local para que en 2016 se
eligiera por única vez a un gobernador
de dos años.
Por eso es que ahora, tras la salida
de Gerardo Buganza de la Secretaría de
Gobierno –cargo al que recién dimitió
el pasado viernes el expanista cordobés
para postularse como “candidato
independiente”, lo que ha generado
suspicacias sobre el supuesto apoyo
subrepticio que le podría dar el mandatario
estatal–, se especulaba que si
el pacto entre Duarte y Héctor Yunes
realmente existe, entonces lo viable
sería que a la titularidad de la SEGOB
llegara un aliado o un funcionario
duartista muy afín también a Yunes
Landa, motivo por el que hasta el pasado
fin de semana se mencionó muy insistentemente
a Enrique Ampudia Mello,
secretario particular del gobernador,
al cual se atribuyó el mérito de haber
concertado en febrero aquella reunión
privada en Casa Veracruz para dirimir
la confrontación entre el gobernante y el
senador. El único “pero” es que, por no
ser nativo de la entidad ni tener padres
veracruzanos, Ampudia incumplía con
los requisitos de ley; sin embargo, el
Congreso bien pudo otorgarle la dispensa
como ya lo ha hecho en otros casos.
Además, Ampudia y Héctor mantienen
una gran cercanía con un amigo y
compadre común: Manlio Fabio Beltrones,
coordinador de los diputados del
PRI de la Legislatura federal saliente,
quien acababa de reunirse en privado
con el senador y Duarte en Boca del Río.
Sin embargo, este lunes 20 el gobernador
dio posesión a Flavino Ríos
como secretario de Gobierno, quien
desde enero pasado estaba a cargo de
la Secretaría de Educación de Veracruz,
donde relevó a su ahijado de bodas
Adolfo Mota, diputado federal electo.
Ríos Alvarado ya ocupó la SEGOB a
finales de la administración del gobernador
Miguel Alemán, cuando aspiró
también a suceder a su jefe e intentó boicotear
al senador Fidel Herrera Beltrán,
quien finalmente obtuvo la nominación
priista. El reacomodo del exdiputado
local por Minatitlán seguramente
alimentará las especulaciones y no
faltarán quienes lo encarten como otro
posible prospecto más para la sucesión
gubernamental, pues posee una amplia
trayectoria política y administrativa.
Además de ser recomendado de Alemán,
el exgobernador veracruzano más
cercano al presidente Enrique Peña, es
también confiable para Duarte, pues a
mediados de marzo de 2013 le cedió la
coordinación del Congreso local tras
la salida del diputado Jorge Carvallo
Delfín, a quien colocó en su Secretaría
Particular. Esa vez, Flavino sacrificó sus
aspiraciones por la alcaldía minatitleca.
Habrá que ver el desempeño del
nuevo titular de la SEGOB durante
los próximos seis meses, pues ha sido
colocado en la segunda posición
gubernamental, donde puede crecer
políticamente y dar alcance todavía en
las encuestas a otros aspirantes priístas
y de la oposición, tal como en la sucesión
estatal de 2004 intentó hacerlo hasta
que se le cruzó el trágico “accidente”
(?) carretero en el que murió su hijo
primogénito.
¿Por qué en lugar de nombrar a un
aliado de Yunes Landa, el gobernador
recurrió a Ríos Alvarado para la SEGOB?
¿Será consecuencia del crítico
discurso del senador y de la manifiesta
frialdad con la que lo recibieron los
aliancistas en el evento del día anterior?
¿No le agradó acaso que el legislador
expresara que él también está harto de
la corrupción, que no tiene ataduras “ni
compromisos ni pactos vergonzantes”,
lo que en cambio provocó la algarabía
de los miles de asistentes? ¿Tampoco le
habrá inspirado confianza que Héctor
iniciara su evento saludando afectuosamente
al senador Yunes Zorrilla, a
quien llamó su aliado, su compañero
de partido, de escaño, “de ideales y de
sueños”? “¡Veracruz nos une, Pepe.
Nos seguirá uniendo!”, le dijo al de
Perote, quien desde enero pasó de ser
el precandidato favorito de Duarte a su
persistente crítico. Pero Yunes Landa
también destacó la presencia de su homólogo
Fernando Yunes, sobre el cual
remarcó que “me vincula el cariño y la
sangre” y que lo trabajador “le viene de
familia”, en alusión al padre del joven
senador del PAN, Miguel Ángel Yunes
Linares, quien amenaza postularse otra
vez a la gubernatura para perseguir
penalmente a los funcionarios fideliduartistas
responsables de los desvíos
de recursos y de la bancarrota de las
finanza públicas estatales.

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