Este domingo 19, al cumplir con su obligación constitucional de rendir su informe anual de actividades legislativas, el senador Héctor Yunes Landa, uno de los aspirantes punteros del PRI a la gubernatura de Veracruz, no sólo pretendió mandar señales claras de que “está listo” para contender en la sucesión gubernamental del año próximo sino que también definió su postura ante personajes de la oposición y de los dos grupos de potenciales aliados priístas cuya confrontación política se ha ido radicalizando en torno a la corrupción e impunidad cuestionadas a la presente administración estatal: el del gobernador Javier Duarte y el de los senadores Fernando Yunes Márquez –hijo de Miguel Ángel Yunes Linares–, del PAN, y Pepe Yunes Zorrilla, también fuerte aspirante del tricolor al gobierno de la entidad, todos presentes pero sentados a prudente distancia, unos de otros, en este evento con el que obviamente Yunes Landa ha pretendido reposicionarse en las preferencias ciudadanas.
De entrada, por ejemplo, expuso que “Veracruz merece un mejor destino, y les aseguro: juntos, los vamos a construir”. Expresó que los ciudadanos exigen gobiernos honestos y eficaces porque están hartos de la corrupción. “¡Yo también estoy harto! Hay hartazgo, y también hay indignación! Cada peso que se desvía, es un peso que no llega a su destino, es una necesidad social insatisfecha. Por ello, estoy convencido que hay que castigar al corrupto con todo el peso de la ley. Y si el corrupto es un servidor público, éste debe quedar impedido para siempre, de por vida, para trabajar en el gobierno. Porque la cleptomanía burocrática es una enfermedad grave que no se cura ni con 5, ni con 10, ni con 100 años.”
Sin embargo, puntualizó que también tiene claro que se trata de castigar a los malos servidores públicos, de hacer justicia, pero “no de cobrar venganza”. Y arremetió contra aquellos que enarbolan la corrupción como bandera de conveniencia. “Me parece que son igual de corruptos porque solo señalan al vecino y callan los escándalos que ocurren en su propia casa. Eso no es luchar contra la corrupción, eso es tratar de ver la paja solo en el ojo ajeno. Un servidor, al menos, además de observar el ojo ajeno, ha estado particularmente atento a la paja de los nuestros.”
Ante funcionarios estatales que han presumido el abatimiento de la pobreza en Veracruz, Yunes Landa refirió que durante sus constantes giras por el estado ha visto “el rostro de la pobreza”, a “adultos mayores en el olvido”, a “niños con hambre y también he visto la impotencia de sus madres”, por eso, dijo, “debemos devolver la confianza en la política, y que la gente nos crea que las cosas se harán mejor y se harán pronto”.
“Esto –insistió– nos obliga a seguir cerrando las puertas a la corrupción, a la delincuencia y a la opacidad”. Enfatizó que “la corrupción es un cáncer que corroe la vida de la República” y que por ello apoyó la reforma constitucional que creó el Sistema Nacional Anticorrupción, que obligará a cada estado a crear su propio sistema, ampliando de 3 a 7 años la prescripción de las faltas graves administrativas, “por lo que el tiempo no será excusa para castigar a quienes hayan abusado de la confianza de la gente”. Además citó también la reforma constitucional en materia de disciplina financiera, que fija las condiciones para que los estados y municipios puedan contratar deuda. Con esta reforma, presumió, “cerramos la puerta a la práctica de que los gobiernos hereden bancarrotas.” Igualmente mencionó que la reforma constitucional en materia de transparencia, que establece las bases para que nadie que maneje recursos públicos escape de rendir cuentas a los ciudadanos.
Al final de su discurso, llamó a sus aliados, sin importar colores ni partidos, a no perder el tiempo porque recordó que el próximo gobierno de Veracruz tendrá solo 2 años de gestión, y que “hacer una gestión eficiente, productiva y visionaria en tan poco tiempo es un reto descomunal”. Mencionó que “la mayor urgencia de nuestro tiempo es restituir el imperio de la ley”, y que “debemos empoderar una autoridad para que cuando mande sea obedecida, pero también que obedezca”, que concilie pero que castigue, que sea confiable pero que confíe en el sabio consejo de los ciudadanos. “Una autoridad que tenga la libertad de actuar, pero también la responsabilidad de garantizar para todos la libertad”.
Urgió a los aliancistas a “comenzar de inmediato” ya que, dijo, “no son pocos los desafíos que enfrentamos”. Veracruz, repitió, debe ser “motor de la República y ejemplo de política de altos vuelos”, por lo que los exhortó a “sumarnos para multiplicarnos”, y así “volver a crecer” y “cerrar las brechas y las heridas”. Propuso reorganizar y compactar el gobierno para hacerlo más eficiente, fuerte, cercano y confiable. Se pronunció por inyectar un nuevo espíritu y una nueva ética al servicio público para dar la mayor batalla contra la desigualdad y la pobreza. “No hay más espacio para un Veracruz rico con tanta miseria”, acotó.
Y ofreció que desde el Senado –al menos hasta diciembre de este año, pues ahí reiteró que en enero de 2016 solicitará licencia y que será sustituido por su suplente Éricka Ayala, quien ayer simbólicamente fue sentada junto a los senadores Pepe Yunes, del PRI, y Yunes, Márquez, del PAN– seguirá apoyando “con la mayor firmeza todo lo que a Veracruz favorezca”, que impulsará que “lo que se hace bien, se haga mejor” y que “lo que se hace con excelencia, prevalezca”, oponiéndose, “desde luego, a todo aquello que nos lastime”.
Finalmente remarcó que Veracruz es “mi pasión” y que seguirá sirviéndole siempre con entusiasmo, firmeza y convicción. “No tengo miedo. No tengo ataduras. No tengo ni compromisos ni pactos vergonzantes. La idea es servir a Veracruz, recuperar su grandeza y convertirlo en la locomotora de la República”. Y dijo: “Yo… estoy listo”, pero ayer todavía quedó en el ambiente –sobre todo entre los bandos priistas del gobernador Duarte y del senador Pepe Yunes– la interrogante de si el líder de Alianza Generacional obtendrá la candidatura del tricolor y si podrá ser factor de unión para reconciliar a ambas fuerzas.