Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Candidatos independientes
2015-07-13 | 09:14:43
Ligeria, la señora del 14, les comentó a sus
vecinas: “Ahora debo cuidarme mucho
para no quedar embarazada”. “¿Cómo?
-se sorprendió una-. ¿No nos dijiste que tu
marido acaba de hacerse la vasectomía?”.
Replicó Ligeria: “Precisamente por eso debo
cuidarme mucho”...
Picio era tremendamente feo. Cierto día
visitó el zoológico y pasó frente a la jaula
del orangután. El antropoide le preguntó:
“Amigo: ¿quién es tu abogado? A lo mejor
me saca a mí también”...
En la carnicería una mujer pidió un pollo.
Se lo dio el carnicero, y la mujer le introdujo
un dedo en la parte posterior (al pollo, no
al carnicero). Declaró: “Este pollo no está
fresco”. El carnicero le dio otro. La señora
hizo lo mismo y declaró de nueva cuenta:
“Tampoco este pollo es fresco”. Cuando
descartó el tercer pollo el carnicero le dijo
con irritación: “Señora: ¿pasaría usted esa
misma prueba?”...
Un rudo sujeto llegó al consultorio médico
llevando a un muchacho. Le dijo al
doctor: “Le di a este joven un escopetazo
en las nalgas. Sáquele las postas. Y hágalo
con cuidado, porque es mi yerno”. El facultativo
se asombró: “¿Cómo es que le dio un
escopetazo a su yerno?”. Replicó el hombre
secamente: “Cuando se lo di todavía no era
mi yerno”...
Las candidaturas independientes, que
durante mucho tiempo fueron impugnadas
por los partidos políticos, pudieron existir
-nadie podrá desnegarlo, como dicen en
el Potrero- gracias a la reforma política
promovida por el Presidente Peña Nieto.
Así las cosas, los estados cuyos congresos
locales están poniendo trabas a los candidatos
independientes van a contracorriente
de un cambio democrático impulsado desde
la Presidencia.
No se explica por qué algunos gobernadores
salidos del PRI permiten que en sus
respectivos estados los partidos estorben a
esas candidaturas. Eso es oponerse no sólo
a la voluntad presidencial, sino también
a uno de los más importantes avances en
materia de política que últimamente se han
logado en el País.
¿De qué lado están esos gobernadores?
¿Del lado del Presidente o del lado de los
partidos? Y otra pregunta: ¿cuál es la capital
de Dakota del Sur?
Nalgarina Grandchichier, vedette de
moda, comentó con jactancia: “He estado
en los mejores hoteles de esta ciudad”. “Sí
-admitió otra vedette-. Una hora en cada
uno”...
Doña Virtudes declaró: “No me gusta
el sexo en el cine”. “A mí tampoco -dijo
Pirulina-. Una vez lo intenté, y la butaca
se quebró”...
La bella misionera fue apresada por salvajes.
La llevaron a la presencia del jefe de la
tribu. El feroz sujeto le dijo a la predicadora:
“Escoge, mujer: el deshonor o la muerte”.
Clamó ella con determinación de mártir:
“¡Mil veces prefiero la muerte antes que el
deshonor!”. “Muy bien -dijo el salvaje con voz
grave-. Recibirás la muerte. Pero primero
el deshonor. ¡Méngache mi chula!”...
Suspiró la actriz de Hollywood: “Me
encantan las lunas de miel. Lástima que
sólo suceden cada dos años”...
Doña Macalota le reclamó con enojo a su
esposo don Chinguetas: “¿Por qué dijiste en
la fiesta que te casaste conmigo por mi dinero?
Cuando nos casamos yo no tenía dinero”.
“Es cierto -reconoció don Chinguetas-. Pero
alguna explicación tenía que dar”...
En la clase de Historia preguntó el maestro:
“¿Qué les dijo César a sus asesinos?”.
Pepito aventuró una respuesta: “Les dijo:
‘¿Qué? ¿No les gustó la ensalada?’”...
Doña Holofernes iba por un camino rural
en su carrito tirado por un caballo. Un
hombre la hizo detenerse. “Señora -le dijo-,
soy de la Sociedad Protectora de Animales.
Veo que su caballo lleva una cuerda atada
a los testículos. No sé por qué trae esa soga
en parte tan sensible, pero en todo caso
eso constituye un acto de crueldad que los
animalistas no podemos tolerar.
Le pido que al llegar a su granja le quite
usted al caballo esa cuerda y ya no se la
ponga, pues de otro modo me veré obligado
a denunciarla formalmente por maltrato
contra los animales”.
Doña Holofernes escuchó en silencio
aquel severo réspice. Cuando llegó a su casa
le contó a su marido lo del hombre con quien
se había topado. Le preguntó don Poseidón:
“Y ¿qué te dijo ese individuo?”. Contestó
doña Holofernes: “No le entendí bien. Algo
relacionado con el freno de emergencia”.FIN

MIRADOR
››armando
fuentes aguirre
Llegó el color rojo y declaró:
-Soy el mejor color.
Los demás colores se molestaron
y se fueron.
Ya no hubo otro color: quedó en el
mundo solamente el rojo.
Al principio el color rojo se sintió
feliz. Todas las cosas eran rojas: rojo
el cielo, roja la hierba de los campos,
rojo el mar. Eso lo enorgullecía mucho.
A
l poco tiempo, sin embargo, se
aburrió. A donde volvía la vista no
veía más que rojo.
No sólo se aburrió: también se
sintió solo.
Entonces llamó a los demás colores
y les pidió perdón. Les dijo:
-Ahora sé que no hay un color que
sea mejor que otro. Todos los colores
somos distintos, pero todos somos
iguales.
Es cierto.
Entre los colores, lo mismo que
entre los humanos, en la diferencia
está la igualdad.
¡Hasta mañana!...
MANGANITAS
››por afa
“...Corrupción generalizada...”.
Dijo con preocupación
alguien que advirtió ese mal:
“Sí: corrupción general.
Y además de división”.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018