En política lo importante
son los tiempos
y los espacios. La
importancia que
tiene la trascendente
circunstancia que
expresaban aquellos
suspicaces funcionarios
que por su
trayectoria han alcanzado
los mayores
cargos en los puestos
de elección popular.
Si hubiera consultado
el senador José Yunes con personajes de alto
nivel, se le hubiera advertido que hay que tirarle a la
luna y fijarse metas de mayor altura que buscar la
gubernatura de dos años y sobre todo el inoportuno
anuncio de su destape ya que se vive el momento
más inadecuado por la situación creada por la ola
de violencia y la desatinada crisis económica de los
gobiernos priístas.
Las mediciones de popularidad de Peña Nieto y
Duarte de Ochoa se encuentran en bajos perfiles.
Pero el mayor problema para Yunes Zorrilla está en
las personas que lo acompañaban cuando reveló que
buscaría la candidatura.
Se van a quedar con la idea los que leyeron la nota
que el senador peroteño tiene programado en su
futura administración seguir con lo mismo.
Qué se pueden imaginar los grupos sociales y políticos
teniendo como acompañantes en este evento
de descorche electoral a señores como Carlos Brito,
Gonzalo Morgado, Amadeo Flores, Mario Tejeda y la
clase de diputados locales presentes como su pariente
que juega las contras Manuel Velázquez Yunes, don
Eduardo Sánchez Macías con malos recuerdos de
periodistas que han trabajado en sus empresas y si
hubiera preguntado que opinan en Cosamaloapan
del ex alcalde Juan Rene Chiunti.
Mejor lo hubiera hecho en lo oscurito como las
reuniones donde pactan los senadores del tricolor
con los azules.
Lo que sea de cada quien hay que reconocerle a
Yunes Zorrilla el gran poder de convocatoria para
reunir en un mismo lugar a los dinosaurios de lo
peyorativo de la historia priísta con lo ominoso de
la generación que lleva el sello de Herrera Beltrán y
Duarte de Ochoa.
Pareciera que algún perverso enemigo se encargó
de invitar a estos personajes de renegrida historia
política.
Es un extraño club de Tobi recién bautizado como
el cártel de Xalapa.
Si con estos “amigos” inicia el senador José Yunes
su aventura en busca de la repudiada y despreciada
minigubernatura, ojala los veracruzanos que asistan
a votar el próximo año, tengan la memoria del olvido
que les brinda el Alzheimer.
De los políticos mencionados creo que ninguno se
asomó a las aulas del ITAM o de Columbia University.
Era otro el nivel de compañeros de estudio.
La carabina de Ambrosio
Tanto ruido que ha levantado el gobierno y los legisladores
federales con la nueva Ley de Transparencia
donde se auto protegen y con el fin de que no trascienda
a las esferas sociales su habitual corrupción,
estos servidores públicos dejaron fuera la obligación
de dar a conocer sus declaraciones patrimoniales.
Las cuentas bancarias, los inmuebles y todas las
formas del enriquecimiento inexplicable no podrán
ser dadas a conocer a cuanto ascienden y mucho
menos como llegaron a sus manos.