• Sus acciones afectan imagen de la institución
Es lamentable el papel que ha jugado el Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Veracruz, Luis Fernando Perera Escamilla; una instancia que en sus manos y en la de muchos otros antecesores ha estado al servicio del poder en turno y no de los ciudadanos.
Perera ha sido testigo de cómo se han cometido violaciones interminables a los derechos humanos de veracruzanos y a pesar de ello ha evitado brindar respaldo a quienes lo han solicitado, convirtiéndose en un subordinado del poder ejecutivo, lo cual lo ha colocado en el desagrado y la incredulidad de la institución.
Precisamente el fin de semana Fernando Perera habló de la innecesaria medida de recurrir al uso de la fuerza pública en las manifestaciones, al apuntar que es el dialogo el que se tiene que agotar "eso es lo que siempre debemos hacer, agotar el diálogo y resolver las cosas a través de la conciliación con los sectores, porque al fin y al cabo son parte de la sociedad quienes realizan esto".
Según él, en un acto de prudencia se debe ser más sociable y no realizar acciones que puedan generar la alteración de la paz social, por ello dijo que la iniciativa de ley que contempla la fuerza pública no es acorde porque primero se debe agotar el diálogo en todo tipo de situaciones "cuando se agota el diálogo ya es un problema, es delicado, pero debemos agotar el diálogo y esperemos que por ahí se vayan".
Lo anterior muestra que al señor Perera Escamilla no se le da la congruencia, ya que por un lado pregona a los 4 vientos su respeto a los derechos humanos y en sus acciones proyecta su falta de acatamiento a los mismos, con indiferencia y hasta complicidad de las arbitrariedades que se cometen como las violencia hacia los manifestaciones y la justificación de encarcelamiento y agresiones a periodistas veracruzanos.
Por ejemplo ayer, con vestimenta blanca y pancartas en mano veracruzanos demandaron más seguridad, los manifestantes expresaron su preocupación por los hechos delictivos que privan a gran parte del estado, pues coincidieron en que la delincuencia ha transformado al estado en un lugar intranquilo.
Justo ahí la CEDH debió de haber participado como muestra de respaldo a los derechos de los ciudadanos, pero no lo hizo; ciudadanos con propuestas concretas para garantizar seguridad y procuración de justicia a la población lanzaron un mensaje al gobierno.
"Estamos pidiendo cambios en el ramo de seguridad pública en la procuración de justicia y en la administración de justicia bienvenidas todas aquellas inconformidades las estamos incluyendo en un solo movimiento que es cívico pacifico".
Ayer los veracruzanos propusieron la creación de cuatro zonas de vigilancia en los municipios de Veracruz y Boca del Río con espacios que tengan servicios de médico legista, Comisión Estatal de Derechos Humanos y un representante del ayuntamiento para dar seguimiento a las faltas administrativas y plantearon la instalación de alarmas y cámaras de vigilancia no solo en el centro de la ciudad sino también en las colonias, además de la necesidad, de que quienes, estén al frente de la Procuración de Justicia sean designados por su preparación a través de un examen que garantice su capacidad.
En Veracruz los derechos humanos no son un principio que se acate, sino una moda de la que se habla, con la que poco se hace ¡!y de eso tienen mucho que hablar las autoridades y el presidente de los derechos humano!, así ni cómo avanzar.
@magzamu