Y después de las fiestas de navidad, paz, amor, reconciliación y perdón, llega la cuesta de enero –momento de enfrentar la cruel realidad- con nuevos impuestos que impactan ya en los bolsillos de los mexicanos, apenas ayer empresarios afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (CANIRAC), aseguraron que será un año difícil para el sector, debido a las nuevas disposiciones de la reforma en materia hacendaria.
Y así con la llegada de los Reyes Magos, finalizan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, el año arranca con deudas y no solo en los bolsillos de los veracruzanos, sino con deudas del Gobierno del Estado a maestros, pensionados, empresarios y demás proveedores ¡y eso que presumen que en la entidad las finanzas públicas están fortalecidas y los tiempos de crisis financiera son parte del pasado!
Ayer la propia iglesia católica, levantó la voz en su comunicado semanal y lamentó que en medio de esta temporada de fiestas se han seguido presentando protestas e inconformidades sobre todo por el sorprendente retraso de los pagos a los pensionados y funcionarios de algunos municipios. También un sector del magisterio ha seguido protestando. Por otra parte, los alcaldes han asumido el encargo que les otorgó el voto popular en los 212 municipios de la Entidad.
Y así la iglesia relata que a ese cumulo de situaciones de fin de año se irán sumando nuevas problemáticas, “los niños regresarán a las escuelas después de la esperada jornada de día de reyes. Y dentro de este contexto el pueblo se dispone a iniciar no sólo la cuesta de enero sino la cuesta del año, por todo lo que se avizora en el plano político, social y económico”
Por ello anticipan que el panorama político, social y económico no es nada alentador, así es que “antes de que la vorágine de actividades, sobresaltos y preocupaciones termine por envolvernos, conviene grabar en nuestros corazones las reflexiones y la buena voluntad que generó en nosotros el tiempo de Navidad”.
Dice la iglesia que “el amor es el único camino del progreso, la reconciliación, la justicia, la paz y la fraternidad que tanto anhelamos. Hay que mantenernos en esta buena voluntad y en la renovación personal y social que hemos vislumbrado a partir de la luz de la Navidad. Por eso, hay que mirar hacia adelante y no quedarnos estancados. Bendito Dios que tengamos sueños y disposición para progresar en todos los sentidos. Pero hay que ser realistas y no echar las cosas a la suerte y a las supersticiones, ni a los ritos mecánicos, surrealistas y esotéricos”.
Pero mientras tanto la ciudadanía ya sufre los estragos de la reforma fiscal y ojala que en Veracruz se tomen medidas alternas para evitar una fuerte crisis en los hogares veracruzanos, porque si los empleos y las oportunidades siguen estancados y los precios a productos y servicios se elevan, la pobreza será aún más marcada y la migración irá a la alza.
Ayer habitantes de la sierra de Zongolica ya sintieron los estragos en el aumento al trasporte rural, antes costaba el pasaje de Orizaba a Zongolica en ordinario 42 pesos, ahora 46 pesos, el directo valía 46 pesos y ahora 50 pesos, y de Orizaba hacía Tehuipango 70 pesos y ahora 75 pesos, representando un golpe severo a su economía, sobre todo en una zona indígena donde es imposible que los ingresos aumenten pero sí los precios.