Por Catón
Columna: De política y cosas peores
Enemigos de la naturaleza
2013-10-28 | 10:21:38
Varias muchachas se ofrecieron como voluntarias en un campamento para niños. Igual hicieron algunos jóvenes. El médico del campamento preguntó a las mujeres: “¿Hay algunas de ustedes que esté embarazada?”. “Todavía no -respondió una chica-. Apenas acabamos de llegar”...
El tremendo Pepito quería enseñarle maldiciones al perico de su tía Pudicia. Le repetía una y otra vez: “Caón... Indejo... Ingao…’’. En ese momento entró la tía Pudicia. “¡Pepito! -le dijo-. ¿Le estás enseñando malas palabras a Papageno?”. “No, tiíta -respondió el chiquillo-. Le estoy diciendo cuáles no debe pronunciar”…
El señor y la señora fueron a jugar boliche. Inadvertidamente el señor se puso a las espaldas de un jugador que en ese momento hizo hacia atrás la bola y lo golpeó con fuerza en salva sea la parte.
El pobre hombre fue llevado a la oficina, y un médico acudió a examinarlo. Le desabrochó el pantalón, revisó el sitio donde había recibido el golpe y dice luego: “No tiene nada”. “Eso ya lo sé, doctor -respondió la señora-. Pero dígame si se lastimó”...
Le dijo un señor a otro: “Anoche mi mujer se cubrió toda la cara con un lodo viscoso, de color entre verdoso y amarillento, que según esto sirve para embellecer”. “¿Y se vio mejor?’’ -preguntó el amigo. “Bastante -respondió el señor-. Pero luego se lo quitó”...
La escultural muchacha le pidió al dependiente de la zapatería que le ayudara a escoger unos zapatos discretos y de tacón muy bajo. “¿Con qué los va a combinar?’’ -preguntó el de la tienda. Contestó la muchacha: “Con un vejete chaparro y ricachón...
La señora se quejó con el empleado de la rosticería. Le dijo: “Este pollo tiene una pierna mucho más chica que la otra”. “Señora -replicó el empleado-, ¿lo quiere para comérselo o para bailar con él?”...
Aquel hombre, que a ojos vistas se encontraba bajo la influencia del espíritu de Gay-Lussac, o séase el alcohol, le pregunta al cantinero: “Perdone, mi distinguido: ¿aquí sirven damas?”. “Sí, señor” -respondiío el de la taberna. El tipo se sienta y dice: “Muy bien. Sírvame una”...
El mensajero de la oficina, Mercuriano, muchacho adolescente con acné y lentes de fondo de botella, le comentó al nuevo empleado: “La señorita Tentalia, secretaria de don Algón, es la chica más guapa de la compañía. Desgraciadamente nunca la he podido admirar bien”. “¿No vas a su oficina?” -preguntó el otro. “Sí voy -respondió Mercuriano-. Pero al verla genero tanto calor que se me empañan los anteojos”...
Muchas de las riquezas naturales de nuestro país están en riesgo. Los ríos, por ejemplo, son objeto de contaminación. Los bosques son talados en modo inmisericorde, de modo que muchas especies vegetales y animales entran en peligro de extinción.
La ambición de unos cuantos y la ignorancia o indiferencia de muchos se combinan para hacer que esas riquezas estén amenazadas de desaparición. Se decía antes que el mapa de México adopta la forma de un cuerno de la abundancia.
Y en efecto, nuestro país cuenta con una diversidad biológica que muchos países nos envidian. No sabemos apreciar esa riqueza, sin embargo, y actuamos torpemente en relación con ella. No sabemos aprovecharla debidamente, y atentamos continuamente contra la naturaleza.
Otra gran enemiga de ella es la pobreza, que lleva a muchos mexicanos pobres a atentar contra el medio en que viven para obtener de él una precaria subsistencia. Solo por medio de la educación podremos evitar esta depredación continua. Si no lo hacemos, antes de lo que pensamos veremos desaparecer un patrimonio que estamos obligados a conservar para nuestros hijos y los hijos de ellos.
Un tipo le preguntó a otro: “¿Practicas el sexo seguro?”. “Desde luego que sí –respondió el amigo con firmeza-. Cuando estoy con una mujer lo primero que hago es preguntarle: ‘¿A qué horas llega tu marido?’”…
Don Cornulio le dijo consternado a su mujer, madre de un bebé de meses: “He descubierto algo terrible, Mesalina”. “¿Qué descubriste?” –se inquietó ella. “Descubrí –respondió preocupado don Cornulio-, que nuestro bebé fuma”.
“¿Que fuma nuestro bebé? –exclamó ella-. ¿Cómo puedes pensar eso? ¡Nuestro bebé tiene tres meses de nacido!”. “Entonces –preguntó don Cornulio- ¿por qué el busto te huele a tabaco, si tú y yo tampoco fumamos?”… FIN.

mirador
Por Armando Fuentes Aguirre
Jean Cusset, ateo siempre con excepción de la vez que supo cómo funciona una colmena, dio un nuevo sorbo a su martini -con dos aceitunas como siempre- y continuó:
-Aparte de ese gran libro en millones de tomos que se llama la naturaleza, no hay cosa mejor que los buenos libros escritos por los hombres. Yo me entristezco al ver una casa sin libros, porque es como si no tuviera puertas o ventanas.
-Los libros -siguió diciendo Jean Cusset- son la voz viva de los hombres muertos. En ellos está todo lo que dieron y pensaron, todo aquello que fueron los mejores ejemplares de la especie humana. Cuando yo entro en una biblioteca escucho mil voces que me reclaman, como en una hermosa feria: “¡Eh, ven aquí! Soy Homero y te quiero contar algo muy interesante que le pasó a Ulises en su camino a Itaca”. “¡Acércate! Yo soy Shakespare y voy a hablarte acerca de las dudas de los hombres, de su ambición, sus celos, su avaricia y su amor”. “Escúchame, soy Cervantes y quiero mostrarte tu retrato en el retrato de dos hombres que inventé”. Ansiosamente nos llaman, a nosotros que tenemos ojos para leer y no leemos. Saben que ellos hallaron la verdad, la belleza y el bien, y nos los quieren dar.
-Por eso -concluyó Jean Cusset- para acallar ese vocerío de amor desesperado que nos ensordecería, hay en las bibliotecas ese letrero: “Silencio”. No es para los que ahí entran. Es para los que están ahí.
¡Hasta mañana!...

manganitas
Por AFA.
“... Nuevo León es uno de los mayores productores de huevo en el país...”.
Con tales antecedentes
los hombres de esa región
podrán decir, con razón,
que son todos muy valientes.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018