Para el destacado intelectual y maestro veracruzano especialista en temas filosóficos y teológicos, no escapa en esta semana santa ha puesto de nuevo los reflectores sobre el Vaticano, la santa sede en Roma, entre otras razones por la referencia hecha por el sumo pontífice a la cuestiones internas que más le preocupan; como son las presiones ejercidas desde toda Europa, pero en especial desde Holanda, Alemania y Austria, para que se autorice la ordenación de mujeres como sacerdotes y otorgar en general mayor apertura de la iglesia hacia la sociedad, como puede ser una más amplia participación de los laicos en las gestiones eclesiásticas.
Las sociedades abiertas (open society) son un signo de los tiempos y que por lo tanto ninguna directiva corporativa puede frenar, descarrilar o desaparecer. ¿ O quien se le puede ocurrir desaparecer al internet (WEB) y a sus amplias opciones de comunicación e intercambio de conocimientos?
Los cotos medievalistas no tienen cabida, en pleno siglo XXI, al inicio del tercer milenio y ante el portentoso despliegue de las tecnologías de información que está por llegar y aterrizar.
Entonces “la evolución de las sociedades” es un asunto tiene más de una arista y varios puntos de opinión, por un lado la tradición y el peso del manual de organización y por otra faceta están los impulsos renovadores de quienes piensan y sienten que los aires de modernización que soplan con fuerza en todo el mundo, también deben barrer la plaza de San Pedro y a todas las instalaciones del Vaticano. O sea limpiar todo el mundo implícito de las iglesias y que éstas se integren con mayor dinamismo a la sociedad a la que se deben y gracias a las cuales existen.
El planteamiento de renovación al interior de las organizaciones no es nuevo y los movimientos internos también son algo cotidiano en una organización que ha sobrevivido por siglos, pero que hoy permanece como la matriz de circunstancias que incluye vientos de cambio que estarían por estudiarse sin que se omita darle importancia y atención.
¿Cómo logrará el teólogo más conocido y preparado de la iglesia en la actualidad, Benedicto XVI, sortear los conflictos internos que demandan “cambios” en los protocolos, en la administración y en la praxis pastoral en el orbe, para conectarse existencialmente a las sociedades abiertas de hoy?
Como organismo sujeto a procesos de evolución, las presiones de hoy hacia la iglesia católica universal, que no son nuevas, pueden producir adaptaciones al mañana, es ley de vida y más allá de los enunciados científicos, la experiencia evolucionista enseña que solo los organismos que se adaptan pueden conservar su integridad y sobrevivir con éxito.
Pero también es pertinente tener presente que los elevados preceptos del cristianismo desde los evangelios no están disponibles para negociación alguna y en ese sentido, no hay que olvidar que Benedicto XVI, es hoy por hoy, uno de los personajes más investidos de autoridad por el conocimiento y estudio a profundidad de la verdadera religión cristiana.
Por lo tanto, las presiones y todo tipo de demandas fuera del orden litúrgico y de obediencia en la iglesia de Jesús de Nazaret y que encabeza el representante de san Pedro en la tierra como lo es el Papa, no surtirán ningún efecto en la esencia de la iglesia, por algo simple y sencillo, a lo largo de la historia, se han superado este tipo de situaciones y conflictos en donde el dogma es el dogma y hay que respetarlo.
Algo que ha caracterizado a la iglesia católica a lo largo de los siglos, es su resistencia a los cambios, y su férrea disciplina, al interior de las filas del ejercicio sacerdotal. Sin embargo es pertinente recordar que la razón de ser toda iglesia es la comunidad y aunque hay quienes consideren que no tiene sentido que las instituciones se aferren a las costumbres, cuando la sociedad ya las desechó, olvidan precisamente el fin de Jesucristo, de la precisión hay que verla desde los evangelios.
También la iglesia católica, está preparada y más que nada acostumbrada a los embates que se dan dado a lo largo de todos los siglos que tiene de existir y ahora no escapa la intervención que da través de algunos medios de comunicación –principalmente prensa y televisión-- en el mundo que buscan confundir a su feligresía, así como a sus instituciones y miembros eclesiales, por lo que promover cambios o la resistencia al cambio mismo, simplemente puede verse como el palpitar del signo de los tiempos, en donde el catolicismo hoy con Benedicto XVI está fortalecido y con una visión ecuménica que se ha solidarizado con México y Cuba, como países en donde se dio un sólido y autentico testimonio cristiano en la pasada visita a estas tierras en donde se presentan problemas graves en materia social, económica e ideológica.
La presencia dentro de la propia iglesia católica de los detractores gratuitos y oportunistas, no es nuevo y ya a lo largo de la historia se han visto todo tipo de movimientos en donde se fortalece la fe entre los católicos.
La idea de cambiar la liturgia y los dogmas de la iglesia católica como parte de una época y evolución, no surtirán efecto y por el contrario, la fe de los cristianos se fortalecerá en todo el orbe.
Y algo importante de mencionar, es que después de las visitas a México y Cuba, Benedicto XVI, se llevó una dosis de vitalidad y respaldo a su papado que ya lo quisieran tener muchos políticos en estas naciones.
Aquí en estos tiempos en donde la semana santa, Benedicto XVI, da un cálido mensaje a los católicos en el sentido unidad, orden y respeto a la institución, sin descartar que la cercanía de la gente es parte primordial como quedó demostrado en su pasada visita a México y Cuba. Aquí no hay que olvidar que en la amplia visión del evolucionismo como ley de vida el evangelio es lógico y por lo mismo está más allá del dogma, porque es ley de vida. Aquí la obediencia es sólo parte de una de vida que conduce al desarrollo humano integral.
En el principio en la humildad y la obediencia de los cristianos, está implica la raíz de la misericordia y filosofía de la vida que ofrece Jesucristo con su palabra, su vida y su obra.
Así que a nadie preocupar que en los tiempos actuales se presenten las especulaciones y diatribas de los grupos obscuros cuyos intereses son ajenos a la iglesia de Jesús de Nazaret.
Queda también demostrado que los católicos del mundo, están unidos hoy más que nunca en torno al santo padre Benedicto XVI, por lo los movimientos que piden cambios a la iglesia no son nuevos y por lo mismo a nadie espantan.
Positiva afluencia
La semana santa en el estado de Veracruz fue todo un éxito, ante la notable afluencia de visitantes nacionales y extranjeros. Aquí los programas de coordinación entre las autoridades estatales y municipales con los prestadores de servicios turísticos una vez más a la altura y tono de la circunstancias. Así las cosas.