Por Raúl López Gómez
Columna: Cosmovisión
Réquiem a Gerardo Perdomo Cueto
2012-03-10 | 20:48:10
El 16 de diciembre de 2011, fuimos convocados por el maestro y abogado Gerardo Perdomo Cueto, a degustar y convivir, fiel a su estilo del gran amigo y compañero de lucha en conocido restaurante de la zona conurbada. Se trató de una reunión cordial con motivo de la temporada decembrina.
En su diario acontecer de experto abogado y mejor lector de noticias de toda la vida, siempre fue un hombre informado, y disfrutó de sus amigos periodistas de la talla del maestro José Pablo Robles Martínez y del maestro Peniche.
Acá en estos lares las reuniones con periodistas las disfrutaba enorme por tratarse de un compañero de lucha y el primer director y único de la naciente y después extinta Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas a la que le dio brillo y decoro a propuesta de su amigo el maestro José Pablo Robles ante el entonces gobernador de la entidad, Fidel Herrera Beltrán.
Hoy el legado de Perdomo Cueto, es grande y se puede hacer el recuento de los hechos y no de los daños, porque nunca le hizo daño a nadie, y aquí si no se trata del personaje al que se le pueden adjudicar cosas buenas, sino más bien se las ganó a pulso como un amplio defensor del derecho, la razón y la justicia. Se dice poco, pero es mucho en una persona como don Gerardo, que cierto, tenía mal carácter y lo decía porque nunca tuvo miedo de criticar y de decir las cosas por sus nombre.
Hablar bien de su vida y de su obra, no basta, aquí hay que hacerle justicia siempre en el presente de su recuerdo vivo y de su gran legado para dos gremios que siempre han vivido en conflicto y que él supo amalgamar, para unir y dar amplios logros en una época álgida para el periodismo. Simplemente tuvo la estafeta en su mano y luchó con gran valor por el gremio periodístico veracruzano, del cual ahora sí, Gerardo Perdomo Cueto, se ganó el corazón de muchos, a quiénes su tarea de prestigiado abogado y de un luchador persistente en la función pública, defendió a capa y espada, sin color y sin ningún tipo de sesgo para algún medio de comunicación, simplemente, atendió todos los casos que llegaron a ser cientos de los periodistas y sus familiares, que como un último recurso acudieron a la institución que ex profeso se creó como una gestión del Colegio de Periodistas que preside José Pablo Robles Martínez, su gran amigo de lucha, de toda la vida y de la bohemia, que juntos disfrutaron con una copa de vino.
Gerardo Perdomo Cueto, nunca en sus reuniones con sus amigos, se escuchó alguna queja o algúna expresión en contra de alguien, siempre vio a la vida son positividad y nunca tuvo tiempo para el odio y el rencor, por eso le ganó tiempo a la enfermedad, a pesar de las quejas y bromas de sus cuates, de que sus médicos le recortaron los años de vida y el simplemente se los amplió a todo lo que dio su gran espíritu de lucha y de gladiador estoico que nunca se dejó vencer por el EPOC, del que les decía a sus amigos del padecimiento que superó por vivir en la costa ante la recomendación de dejar la ciudad de México por prescripción médica.
En la comida de la primera posada de la navidad del 2011, en la mesa, Gerardo Perdomo, recordó muchos aspectos de su vida, desde su niñez, juventud y hasta ese momento.
Cantó y recordó ser parte del coro en la iglesia de niño y se entonaron, canticos católicos dedicados a la Virgen María, claro que esto fue anecdótico y demasiado real para no recordarlo, por algo simple y sencillo, Gerardo, fue un hombre que vivió feliz y un personaje autentico, que se mostró tal cual y nunca negó ningún aspecto de su vida, siempre llena de éxitos profesionales a los que nunca refirió y siempre tuvo un comportamiento humilde y sencillo, apegado a los cánones del cristianismo en el que se formó.
Después de las dos botellas de vino y de la copa de coñac, compartidas con sus cuates, la despedida cordial y llena de generosa amistad, por la amplia disposición a convivir y dar de sí mismo a todos los que le rodeaban.
Su trayectoria deja profunda huella y hay que decirlo, para él,| su familia fue lo más importante y nunca dejó de mencionar a sus hijos y a sus nietos.
El licenciado Perdomo Cueto, enfrenta larga lucha en contra de un padecimiento crónico que le afecta a su salud desde hace varios años, pero que no le ha impedido seguir en su vida laboral.
Originario de Puebla y veracruzano por adopción, a esta tierra le dedicó generoso su amplio acervo y de experiencia jurídica.
Egresado de la Escuela Libre de Derecho, ha destacado como un jurisconsulto en diversos ámbitos del ejercicio público en diferentes cargos en la Procuraduría General de la República; en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal; subprocurador en la Procuraduría Federal del Consumidor, asesor jurídico de la Cámara de Diputados, delegado de la PGR en el estado de Veracruz y su último cargo como director general de la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas hasta que el organismo desapareció como parte de la reestructuración administrativa en el actual gobierno estatal.
Filosofía
Amigo, compañero y discípulo de los más destacados políticos, periodistas y funcionarios públicos en el país en las últimas décadas como un abogado exitoso que hizo carrera en la ciudad de México, el licenciado Gerardo Perdomo Cueto, tiene una brillante trayectoria como servidor público en donde se ha desempeñado en cargos del primer y sobre todo coadyuvo en la creación de dos organismos importantes como son la PROFECO y la CEDEP.
Fue reconocido como un profesional del derecho se ha caracterizado por su estricta defensa del derecho en todos los ámbitos que le ha correspondido desempeñarse con estricta ética y amplio compromiso social.
Un abogado experimentado que siempre actuó con gran carácter como director de la Comisión Estatal para la Defensa de los Periodistas, desde donde contribuyó a defender la integridad y el trabajo de los periodistas y comunicadores veracruzanos y sus familias.
En sus múltiples funciones de servidor público, el licenciado Gerardo Perdomo Cueto, siempre ha apostado a la legalidad y por lo tanto en su largo caminar por la ciencia jurídica ha dejado profunda huella como un abogado excepcional.
Entre sus muchos y grandes amigos se encuentran el licenciado Ignacio Morales Lechuga, el licenciado José Pablo Robles Martínez; el licenciado Ignacio Oropeza López, el periodista Raymundo Jiménez, el licenciado Ezequiel Jaimes Mena, el arquitecto Sergio Orozco y muchos más que se han unido en torno al dolor de su partida, por el estado de salud que lo afectó en los últimos años.
Sobran las palabras para quién siempre se mostró como un excelente amigo y compañero entrañable de lucha de periodistas y abogados.
La solidaridad con sus familiares por la partida al encuentro con el Señor del licenciado Gerardo Perdomo Cueto, y se hace manifiesta por parte del gremio periodístico y de abogados. QEPD. Así las cosas.

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