Las estrategias y acciones de los precandidatos al gobierno del estado de Veracruz por los diversos partidos se aplican pero en ocasiones con el afán de buscar notoriedad y algo de posicionamiento se inician las guerras de descalificaciones y de los ataques, por lo que es recomendable en algunos casos no dar respuesta y dejar pasar los agravios.
En el caso del joven Javier Duarte de Ochoa, diputado federal priista por Córdoba y el más fuerte aspirante a ser candidato de su partido a la gubernatura, se enfrasca en las respuestas a quienes a sus costillas tratan de tomar algún debate mediático.
Esta claro que a los electores no les gusta ese tipo de confrontaciones estériles y que no conducen a nada propositivo.
Por eso Javier Duarte en su postura de legislador federal puede y debe responder pero con mesura y con un mensaje y lenguaje directo sin caer en la respuesta al nivel del quién le haga la crítica o la mención.
En tal caso dejar hacer y dejar pasar en este tipo de casos es mejor y evitar soltar alguna respuesta que se puede escuchar fuerte y que la gente no quiere ese tipo de significaciones.
Lo mejor es actuar al estilo cristiano, dar la otra mejilla y no caer en la provocación, en pocas palabras no subirse al ring antes de tiempo, porque debe esperar a que lo nombren candidato del PRI y en ese tenor medir el nivel de las respuestas a las ofensas y diatribas.
Esto se analiza en base a un poco a la experiencia en anteriores casos de ese tipo de lenguaje electoral y en donde por ejemplo a Andrés Manuel López Obrador, la frase de “cállate chachalaca”, dirigida al presidente Fox en la campaña electoral frente a Calderón, le restó punto y bajo el nivel de la imagen y por ende su elevado posicionamiento ante los electores.
Lo malo en los equipos de trabajo que por lógica se van formando con anticipación y van con rumbo a la campaña política ya cercana es que todos son ideólogos y todos son operadores, todos son expertos en comunicación y abundan quienes asumen roles que en base a la cercanía y la amistad no les corresponden y ponen en riesgo el proyecto de una personaje altamente posicionado como lo es el joven Javier Duarte de Ochoa, quién en base a las encuestas y al resultado del trabajo del gobernador Fidel Herrera Beltrán, tiene ya un pie en el palacio de gobierno, pero no puede ni debe caer en el juego de las provocaciones, por algo simple y sencillo es el candidato a vencer y todo indica en base a los estudios de opinión, encuestas y trabajo de profundidad en la comunicación política que la ventaja de Duarte es inalcanzable, pero debe de aprender del efecto López Obrador de la pasada campaña presidencial.
Así es que todos los aspirantes al gobierno estatal estarán tratando de colgarse de las valencianas de los santoles del joven Duarte y en todo caso se tendrá que cuidar en el uso del lenguaje y de las formas de dar una respuesta hasta ciento punto respetuosa y civilizada para no caer en el juego hasta a veces mañoso de los opositores.

Vaca: alianza

El abogado y actual diputado local convergente, Sergio Vaca Betancourt, esta recibiendo invitaciones de distintos partidos políticos que tienen interés de abanderarlo como candidato a la presidencia municipal de Veracruz. En todo caso aquí hay que analizar que sin partido político y como un candidato ciudadano de la sociedad civil, el maestro y jurisconsulto postulante, en base a su experiencia electoral él sabe de enorme capital político y que por eso no pasa desapercibido para los diversos institutos políticos que ya le ofrecen todo el apoyo para conformar la más fuerte alianza que lo lleve al palacio municipal. Lo único es que tendrá que enfrentar a quien ya es toda una pieza fundamental en estos lares en el terreno político, la legisladora priista y abogada con un elevado posicionamiento, Carolina Gudiño, quién según las encuestas ciudadanas esta a unos cuantos puntos por encima del legislador convergente que tiene ya el boleto de casi todos los partidos incluyendo el PAN y sólo le faltaría el de Convergencia, pero aun así sin el apoyo del mismo, se estaría dando una reñida elección entre quien fue director de la carrera de derecho de la Universidad Cristóbal Colon y una de sus más distinguidas jóvenes egresadas como lo es la famosa Carolina, que tiene miles de seguidores en el puerto jarocho. Así las cosas.