Las formas de esgrimir la política de los alcaldes, que protestaron por más recursos presupuestales y los diversos actores políticos que pretenden moverse en el vaivén de las olas del poder no ha sido la correcta.

Más aun, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha declarado respetuoso de la ley, por lo que esas acciones de los munícipes más rayan en la agresión, en la opacidad y en la búsqueda del conflicto, en donde no van a poder encontrar eco.

La respuesta del presidente AMLO, ha sido la correcta los presupuestos se deciden en el Congreso, por lo que son a los legisladores y bancadas respectivas a las que tienen que acudir, para pedir el apoyo.

La forma de protestar agresiva y “rijosa” de los alcaldes no corresponde a los de quienes son autoridad, por eso el tema se le ha visto más como una provocación, por la forma, y cuando el fondo no es el correcto, o entiéndase el idóneo.

Ahora, que el país entra en una dinámica de desarrollo progresivo, que se están venciendo resistencia, que se lucha en contra de la inseguridad y que la economía obtiene solidez por las políticas públicas de finanzas públicas, los adversarios y detractores, apuestan ilusamente de que le vaya mal al país, pero eso no es posible cuando el pueblo unido, no se deja sorprender por aquellos que gobernaron más de noventa años, casi un siglo y además de abusar del poder, llevaron al país por caminos insospechados de impunidad y corrupción que en el camino de la Cuarta Transformación de AMLO, se están corriendo de forma raída y a tiempo.

El elefante enfermo y reumático, ya camina, y hasta se le sacó de la barranca, a tal grado que hace lo propio luchar por su especie, y en la metáfora, el gobierno federal conduce a la nación por el orden institucional, el orden y la austeridad de las finanzas públicas y sin excesos como antes se dieron en los que de políticos se hacían millonarios.

Aquí, muy ad doc, el refrán huasteco antiguo y muy comentado entre los paisanos de los sabios ancianos de esa región, en donde convergen tres entidades como son las de Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí: amar sin enamorarse, tomar sin emborracharse y robar sin enriquecerse.

En el gobierno del presidente AMLO, se tiene la firmeza y la certidumbre de no gobernar a impulsos en la auténtica filosofía juarista, por eso la calma y la sensatez en las difíciles pruebas que se presentan en el ejercicio del poder.

México, con el voraz asedio del vecino país del norte de toda la vida, recibe el fuego amigo en ocasiones y en otras la palmadita a la necesidad de la ayuda de los connacionales que, por cierto, rompen récord en el envío de divisas a este país.

Por eso, los que se resisten a creer en los avances en menos de un año del nuevo gobierno progresista y transformador, se quedan fríos y con el ojo cuadrado, cuando las condiciones añejas de vicios en el poder público se están cayendo, y el país va en una nueva dimensión que parece augurar hasta el incremento per capita de los mexicanos que es sinónimo de los nuevos y buenos tiempos que comienzan.

A EU se le dirá desde el gobierno mexicano a través de la cancillería de que por favor limite y contribuya al paso de armamento peligroso y muy hostil hacia México, esto debe ser favorable en la ayuda en contra de la inseguridad y en donde por fin el vecino país del norte, ya entendieron que el consumo es lo que genera la demanda.

Desde este espacio, una felicitación sincera al capitán Ángel Fernández Ceballos, por la inauguración del nuevo Café de la Parroquia, en el bulevar de Veracruz en conurbación con Boca del Río, presente doña Nelly, la señora madre del capitán Fernández, y la líder de toda la dinastía, que iniciará don Fernando Fernández, siempre en el recuerdo de toda la familia Fernández Ceballos y de muchos veracruzanos de aquella época en que comenzó toda una tradición del café familiar, ameno para la plática y en donde se dice que en el día a día, se compone al mundo, y sino cuando menos se intenta en la clásica calidez jarocha.  Éxito. Así las cosas.