En días pasados el bien informado columnista Maquiavelo reveló que con la designación del nuevo fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, estaría ya desempolvándose el grueso expediente que hay en contra del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el cual fue integrado en su momento por la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

Fuentes confirman que muchos de los temores que tiene el panista están fincados en la posibilidad de que de un momento a otro, desde el Altiplano, se activen las investigaciones que existen en su contra.

Esto sale a colación, tras los rumores esparcidos respecto a que Cuitláhuac García Jiménez podría dejar la gubernatura, pero que desde el centro del estado se los adjudican principalmente a dos razones: una, a lo que se está viviendo en el Congreso Local con el inicio del juicio político en contra del fiscal, Jorge Winckler Ortiz.

Y por otro lado, a los enormes desfalcos millonarios que se han ido encontrando en las distintas dependencias, cometidos presuntamente durante los dos años de mandato del régimen panista.

Por ello salta la preocupación de que se quite al fiscal que fue colocado a modo por Miguel Ángel Yunes, para lo cual, ayer se dio el primer paso. De ser destituido el actual procurador de justicia, entonces no se podrán atajar las primeras denuncias que hay en torno a los desvíos y uso indebido de recursos que se presenten en contra de los yunistas.

Ese es el tema de fondo, por lo que el nerviosismo los orilla a generar una serie de especulaciones, según lo que afirman los que están en los primeros círculos del poder, sin dejar atrás el caso del expediente azul, aquella carpeta que le entregó Javier Duarte en Antón Lizardo al entonces presidente, Enrique Peña Nieto.

Dicho expediente engloba una interminable lista de bienes y negocios del ex gobernador Yunes Linares que fundamentaría los delitos de enriquecimiento ilícito. Es el mismo documento que también ostenta en su poder el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

AHUED AL PASO

El senador Ricardo Ahued salió a atajar el rumor de la posible destitución de Cuitláhuac García como gobernador de Veracruz.

El mandatario estatal y el secretario de Gobierno, Erick Cisneros viajaron a la ciudad de México para acudir a Palacio Nacional por una supuesta llamada de atención del presidente. La visita fue utilizada para esparcir la versión de que el morenista dejaría el cargo y su lugar sería ocupado por el empresario xalapeño, pero este salió al quite.

Es cierto que por  honestidad y lealtad, Ricardo Ahued no tiene problemas. Por ello, fue una voz acreditada para atajar este asunto, pero también políticamente hay que medir los tiempos y la distancia. Dos cosas debe hacer el ex alcalde de Xalapa. Evitar ahondar más en dicho tema y segundo, dejar de despachar en palacio de Gobierno, donde corresponde exclusiva netamente como espacio de mando y jerarquía al gobernador. Más si está latente la perversidad de algunos personajes que buscan amarrar navajas para desviar la atención de lo que les puede venir en contra.

Y es que entre otras cosas por ejemplo, además de diversas acciones como asignación discrecional de plazas de maestros a militantes del PAN en la SEV, el gobernador Cuitláhuac García, dijo que se descubrieron 250 aviadores en el IVEA que ya fueron despedidos. Estas son algunas de las acciones que, sin duda, no gusta a los adversarios.

MUY EN CORTO

La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador se tiene prevista del 1 al 3 de febrero. Estará en el sur de la entidad y otros municipios de la zona centro. Hay que destacar que a quien le dieron mano para organizar la gira es al coordinador de Programas Sociales Federales en la entidad, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.

Sin duda que la cercanía del funcionario federal es evidente y por ende la confianza que depositan en él para que sea el que revise los detalles de esta visita de tres días.