No se trata de hacer leña del árbol caído,  pero debe ser terrible para la familia del gobernador Yunes Linares ver derrumbados todos los sueños y planes que  tenían con la gubernatura del primogénito del mismo nombre paterno.

Todo se desmoronó,  se les vino abajo el trono  sucesorio,  cuando pensaban en la continuidad de doce años con el alcalde Veracruz, Fernando Yunes Márquez, el plan monárquico quedó bloqueado por el rechazo mayoritario del pueblo veracruzano, quien prácticamente los sepultó en el quehacer político en la entidad.

La irritada situación en el seno familiar debe ser complicada y obviamente hubo culpables directos de esta anunciada debacle,  ellos nunca creyeron que llegara a suceder. De que hubo traiciones no hay la menor duda, que se robaron cantidades millonarias los operadores y que no repartieron ese dinero para la compra de votos de recursos provenientes de los impuestos del pueblo veracruzano. Que hubo personas  que los engañaron y les hicieron creer que la gente los apoyaba y que aceptaban la absurda monarquía.

Hay políticos y ciudadanos felices que fueron a visitar a Javier Duarte de Ochoa y agradecerle que gracias a él,  decidiera que fuera un gobierno estatal de solo dos años, eso nunca lo van a olvidar.

Que hubo gran fiesta de los duartistas en el reclusorio de Pacho Viejo y que el festejo entre los diputados federales priistas que temían la fecha fatídica del fin del fuero eran los más alegres y que festejaron en grande el final del gobierno yunista.     Por otra parte, hay legisladores federales y locales del partido tricolor que se vendieron al gobierno de Yunes Linares, todo mundo los conoce y los identifican como fieles aliados del secretario de Gobierno del perredista Rogelio Franco.

El duelo que vive el gobierno estatal por lo que sucedió no lo pueden ocultar, ahora les toca vivir con los amparos en la mano y el justificado temor de pasarse varios años en la cárcel esperando la amnistía que tanto le criticaron a López Obrador.

Los negocios hechos por el futuro senador por minoría, Julen Rementería y el invento de empresas fantasma de medios de comunicación por familiares del líder estatal del PAN, José de Jesús Mancha serán investigados por el nuevo Congreso local  donde Morena tiene una apabullante mayoría.  Tener presente que está en proceso la iniciativa de la desaparición del fuero.

Estar en los zapatos de los funcionarios estatales yunistas debe ser terrible,  sobre todo porque en lugar de una transición tranquila y de reconocimiento democrático como debe ser en un estado de derecho,  el enfermizo afán persecutorio y la venganza ejercida por el gobernador Yunes Linares tiene un elevado costo que hay que pagarlo.

En Coatzacoalcos es donde se obtuvo la más alta votación en el estado por  parte de los candidatos de Morena, es precisamente en ese lugar, donde hubo enemigos recalcitrantes como un medio periodístico sin circulación, pero que no saben lo que les espera con un gobierno de la izquierda que no olvida ni perdona.

Se quisieron pasar de vivos y están más que muertos comercialmente y con otros riesgos de tipo judicial.  Los tienen en la mira los nuevos legisladores locales y federales que fueron afectados,  van exigir que el gobierno estatal los orille a pagar  el grave daño moral que causaron.