Lo más interesante ahora que terminaron las campañas electorales es el saldo negativo que existió para los tres partidos políticos que vieron que sus militantes los abandonaron hasta el grado que sus propios gobernadores se hicieron a un lado del candidato presidencial.

El éxodo de las figuras más relevantes que fundaron a otro partido que en un principio se calificó como de izquierda es que sintieron que sus dirigentes los traicionaron cuando hicieron alianza con la derecha. Este instituto político prácticamente desapareció del panorama político nacional .

Del que  no se puede dejar de mencionar es del partido que se encuentra en el poder federal por la pesada loza que arrastraron provocado por la mala fama de corrupción y del mal gobierno,  en ningún caso la pudieron hacer a un lado.

Les daba pena deslindarse del jefe político y asumir un apartidismo cuando eran subvencionados económicamente para el desarrollo de sus campañas.

Por otro lado, además de la futura e inminente desaparición de estos tres partidos llamados mayoritarios, lo peor ha sido el baño de sangre que sufrieron los aspirantes donde  hubo decenas que decidieron dejar de participar.

Para algunos desesperados quienes van a intentar cambiar lo que está decidido por el pueblo mexicano, se espera que  en esta ocasión sean debidamente castigados para que quede como un ejemplo que no se puede repetir en el futuro.

En esta columna no pronunciamos ningún nombre ni apellido,  pero los lectores saben perfectamente a quienes nos referimos.

Lo que todo mundo espera es ver las caras de los miembros de la clase política el próximo lunes dos de julio.

La soberbia exhibida de los seguros perdedores y la humildad que siempre tuvieron los que iban a ganar.

Bajar los cientos de espectaculares de rostros sonrientes y prometiendo cosas imposibles. El dinero que se gastaron de recursos públicos que no les corresponden. No hay duda que será el próximo inicio de semana un día de fiesta para las mayorías.

Lo bueno es que esto termina, el cansancio de los medios se comunicación que están comprometidos y obligados a escribir noticias y hechos maquillados, la guerra de lodo en las redes sociales.  Todo anticipa una amplia victoria tanto en México como en Veracruz a menos que los encuestadores se hayan confabulado, como esto es casi imposible, no hay duda sobre quienes serán los ganadores, la gran interrogante es sobre la conformación final del Congreso de la Unión.

Desde ayer están prohibidas publicar encuestas que fueron  el tema más socorrido de este proceso electoral, lo interesante de estos estudios de intención del voto es que  nunca cambiaron desde un principio, hubo un puntero que nadie alcanzó, todo lo contrario siempre aumentó la ventaja como ocurrió con su compañero en Veracruz.

Para los analistas políticos quienes estuvieron conscientes que empresas y que medios son de confiar en cuanto a los números que dan a conocer. Por lo que resultaba absurdo que en la entidad veracruzana intentaron inventar empresas y estadísticas que todo el mundo sabía que eran falsas y que eran pagadas con recursos públicos.

La insistencia de un funcionario estatal en darlas a conocer demostrando con ello la falta de ética profesional, sobre todo cuando se trata de una persona responsable de una dependencia donde se imparte la justicia.

Al finalizar el día de este domingo, lo menos que se le pide es que se disculpe con aquellos que fueron bombardeados día y noche con sus aburridos mensajes equivocados y engañosos.

Son escasas horas las que faltan para que el pueblo se volqué en las urnas, de los posibles 84 millones de electores se espera que más del 70 por ciento cumplan con ese derecho de elegir su futuro. Si las mayorías salen no habrá manera de que exista un fraude.