Dijo que si esta tercera vez que buscaba ser presidente de la República, y no lograba el triunfo, se habría de ir a su rancho que, paradójicamente se llama “La Chingada”, en Palenque, Chiapas, y por ello llamaba la atención su anuncio en referencia a que si en el tercer intento no lograba su anhelo de gobernar al país entonces se retiraba definitivamente a esa, su propiedad.
Su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, en una entrevista exclusiva concedida a este reportero para el corporativo IMAGEN, también lo confirmó: Decidí ser más protagónica en la campaña, asumir un compromiso mayor, porque para él “la tercera es la vencida” y eso decide el futuro de su familia, ya que si no gana “nos vamos” al rancho La Chingada.
Pero la tercera fue la vencida. Y la “locomotora” en la que se convirtió Andrés Manuel López Obrador se llevó a todos. Y en Veracruz el temor de su equipo y del mismo partido, fue borrado del escenario por el empuje que AMLO le dio a la candidatura de Cuitláhuac García Jiménez, quien también en un segundo intento, obtuvo la gubernatura, según los primeros y conservadores números del OPLE hasta la media noche.
Ese mismo “arrastre” que ya se venía dando ha llevado a que se dejara sentir un casi carro completo en las diputaciones. Se estima que el triunfo sea entre 14 y 15 de los 20 distritos en las federales. Mientras que en las diputaciones locales para integrar el Congreso del Estado, de los 30 distritos se estima MORENA se lleve unos 20 escaños.
Si bien los pronósticos daban una apabullante victoria del tabasqueño, los panistas pensaban que solo se trataba de la elección presidencial donde no habría ya mucho que hacer. Tanto que al candidato de su partido, Ricardo Anaya decidieron abandonarlo y seguir empujando por la gubernatura y por el resto de candidatos a senadores y diputados.
Pero en la gubernatura tampoco pudieron reponerse. Semanas antes de que terminara la campaña, el abanderado del panismo, Miguel Ángel Yunes Márquez, en el corazón de su bunker, algunos operadores estaban sumamente preocupados.
Primero por la falta de crecimiento, y por otro, porque no encontraban como frenar la avalancha de MORENA que como una ola llevaría a las urnas al candidato Cuitláhuac a obtener el triunfo, tal como sucedió.
Una campaña presencial
Las giras que hizo Andrés Manuel a tierras veracruzanas para seguir sembrando el respaldo a su proyecto fueron más que evidentes. Y los recorridos que cubrieron finalmente el total de los 20 distritos, que ningún candidato lo hizo.
Si bien el abanderado morenista sabía que tenía que cultivar al cuarto padrón electoral más grande, pero también sabía que la gubernatura no se le iba a conceder a la familia Yunes tan fácilmente.
Y es que si no fuera así no habría hecho presencia en la zona norte, donde logró captar una buena parte de los sufragios a favor de Cuitláhuac García. El dos a uno está claro. Y fueron Poza Rica Martínez de la Torre y Tuxpan donde se lograron los mejores resultados.
Nahle y el voto parejo
Pero la candidata al Senado, Rocío Nahle García ejecutó una estrategia que pareció haberse guardado muy bien para el momento indicado de su campaña. La que era suya sin embargo, siempre la armó dirigida al proyecto de Andrés Manuel, a la gubernatura y a darle la mayoría en el Congreso al futuro Presidente de la República. Era más bien la representante o coordinadora de la campaña presidencial en Veracruz.
Los efectos del famoso voto parejo, o en cascada para otros, y aterrizado por algunos aspirantes en los distritos como el 5 de 5, fue creado por Nahle no sólo para buscar “el carro completo” sino para asegurar que a la hora de que el ciudadano se encontraba frente a las boletas marcar todas a favor del Movimiento Regeneración Nacional.
El proselitismo de Nahle fue basado en una campaña de tierra. Su incansable jornada para pedir el voto casa por casa lo mismo en los municipios más aledaños de la sierra de Chicontepec, en límites con Hidalgo que en el Uxpanapa, demostró sin duda los resultados a la vista.
Y en su distrito, donde el sur lo tenían más que trabajado en la promoción del proyecto morenista, fue más que elocuente lo que se abonó para la presidencial.
Solo basta comparar los resultados de las elecciones del 2012 cuando AMLO obtuvo 1 millón 12 mil votos con el 28 por ciento del total de los sufragios depositados en la entidad. Y seis años después, este domingo, obtuvo precisamente el doble del porcentaje con unos 2 millones de votos que le habría aportado Veracruz al triunfo de Andrés Manuel.
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